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Tu ropa hace que los algodoneros de la India se suiciden

Endeudados hasta las cejas, no tienen otra opción.

El mismo mes que 125 trabajadores de Bangladesh murieron en el incendio de una fábrica, Dirty White Gold, una película que expone la tragedia de globalizar la moda, alcanzó el dinero que necesitaba para ser financiada a través de una plataforma de Crowdfunding. La película hace un repaso a los cientos de campesinos que trabajan en los campos de algodón, los cuales, marcados por la desesperación, tienen que quitarse la vida. Un informe del Centro de Derecho Humanos y Justicia Global informa de la raíz de este problema: con el cambio de milenio y la liberación del mercado hindú, se permitió que una gran gama de productos entraran al país, entre ellos, unas semillas de algodón transgénico llamadas “Bollgard BT”, cortesía de la empresa Monsanto. Las semillas son capaces de resistir y exterminar las plagas de orugas del algodón, por lo que se convirtieron en todo un éxito, que llevó a Monsanto a controlar el 85% del algodón cultivado en India en el 2009. Sin embargo, las semillas de Monsanto, eran demasiado caras para los campesinos, lo que les obligó a endeudarse con préstamos que con el tiempo no conseguirían pagar. Casi 300.000 campesinos algodoneros se han suicidado hasta la fecha, unos tomando el mismo pesticida que les venden las transnacionales. Estos suicidios cuestionan la ética en la industria de la moda, ya que este algodón es utilizado para hacer la ropa de absolutamente todo el planeta. India está a favor del comercio internacional, por eso quizá el corporativismo venció la necesidad de usar a pequeños y medianos productores de algodón, quienes en su momento controlaban el comercio del producto. Ahora, ellos ganan aproximadamente 100 rupias al día (1,50 €) por esparcir pesticidas y fertilizantes tóxicos sin ninguna protección. Llamé a la directora de Dirty White Gold, Leah Borromeo, en Londres para ver si la situación podía ser aún más deprimente.

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Leah Borromeo entrevistando Hanuman, un algodonero endeudado. VICE: Hola Leah. ¿Cuánto falta para terminar la película?

Leah Borromeo: Hasta ahora llevo como un cuarto del camino recorrido, pero algunos días parece que llevo hasta un octavo. Estará lista para el año 2014. Estoy intentando tenerlo todo listo para esa fecha. Pero, en este caso, no puedo meter prisa a la madre naturaleza. ¿Qué hizo que quisieras trabajar en este proyecto?

Estaba haciendo un artículo para una revista. Me fui con mi cámara y me encontré con muchas más historias. Después encontré algo real y genuino para expresar lo que es la globalización, el capitalismo, el consumismo y todos los argumentos políticos y sociales incluidos en la historia. Sí, de hecho se puede ver como un simple problema, pero esto es mucho más grande y podría decirse que una consecuencia del capitalismo.

Incluye absolutamente todo, sí. La moda es una pieza de arte que la gente consume ya sea consciente o inconscientemente. Las dos mejores cosas para relacionar con el consumismo son la moda y la comida. La comida es más una cosa de nichos, por que no en todos lados se come lo mismo, hay gente que no come carne por religión, por ejemplo. Pero todos usamos ropa, no importa en qué parte del mundo estés.

Prathiba, viuda, con sus hijas y un retrato de su marido. Supongo que es un problema que la gente se entere de lo poco ético que es comprar ropa. Pero bueno, la necesidad y la economía los obligan a comprar barato de todas maneras.

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Esto es está hecho por y para los pobres. Es un campo de batalla obtuso, por explicarlo de alguna manera. Puedes estar en el lado de aquellos que no pueden pagar otra cosa, un estilo de vida más ético. Actualmente comprar con la idea de sostenibilidad y ética es un terreno que muy poca gente se puede permitir pisar. No se trata de eso, queremos hacer de este parámetro, una norma, de modo que no haya otra opción más que comprar de una manera ética y duradera. Hay un mito sobre la conciencia del consumidor, de que sí hace una reflexión sobre lo que compra, pero que cuando no tienes otra opción, compras lo más barato. Estamos estancados.

Es bastante gracioso que una de las marcas más éticas sea Levi’s, porque ellos, de manera muy calladita, ofrecían un par de vaqueros nuevos si cualquiera de tus jeans se rompían. Pero, claramente, no se ponen una etiqueta diciendo "Pruébanos" porque comercialmente no sería viable. Otra cosa es que no tengas que pagar para obtener moda con ética y sostenibilidad. Como dueño de una marca de moda puedes sacrificar un poco de tus ganancias y aún así ganar bien, asegurándote de que a la vez las demás empresas y personas involucradas en el proceso estén bien pagados y cobrando justamente. ¿Crees que eso sucederá sin una regulación más estricta?

Algunas marcas lo hacen voluntariamente, pero dudo que pase a ser una realidad a menos que se cree una legislación transparente en la cadena de producción. A día de hoy nos encontramos con empresas que tienen fábricas donde la gente muere. Se quedan atrapados en un incendio y mueren. 161 personas murieron en ese incendio. “Fue el empresario quien los contrató, no nosotros”. El problema es que hay que que ser completamente transparente nadie saldría impune y habría que ser más estricto con la gente con la que se negocia.

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Trabajadores en la fábrica de algodón Sanskar. Entonces, ¿por ahora es algo que pueden ocultar?

Sí, mira el escándalo de la carne de caballo. Se desvió la atención del público cuando Tesco dijo: “De acuerdo, ahora vamos a traer toda nuestra ternera desde Gran Bretaña”. Obviamente, hay una diferencia entre lo que te metes en el cuerpo y lo que te pones sobre el cuerpo, pero no pienso que esto sea una brecha psicológica tan buena como para hablar de ella.  La transparencia está en la mente de muchísimas personas, es sólo cuestión de tiempo. Partes de tu película serán profundamente inquietantes. ¿Piensas que los consumidores podrán relacionarse con esas historias, en vez de sólo dejarles con el complejo de culpa del típico documental?

La culpa es algo con lo que no me gusta jugar, pero es algo inevitable. La culpa fue una de las primeras razones por la que entré en este proyecto, me di cuenta que la realidad del consumidor es completamente diferente a la realidad del productor. Esa es una de mis principales motivaciones.

En el mejor de los casos, ¿qué esperas obtener de la película?

Una legislación oficial para la transparencia, pero esto no es algo que se pueda hacer de un día para otro. Quizá lo logremos en 10, 15 ó 20 años. ¿Realmente queremos seguir alimentando la deuda de esta gente y su miseria por nuestros hábitos de consumo? Definitivamente es algo que podemos cambiar. ¿Qué cambios podemos hacer nosotros como simples mortales?

Podemos empezar por comprar ropa de diseñadores jóvenes e independientes, y comenzar a trabajar en la ética y la sostenibilidad desde la perspectiva de la moda. Desde un punto de vista más ambiental, creo que no sólo es deseable, sino que es necesario.

Sí. De hecho una parte de mí piensa que ya hemos hecho demasiado daño y que quizá ya sea irremediable, pero también tengo un lado optimista que piensa que somos todavía podemos solucionarlo. Gracias Leah.

Sigue a Tamlin en Twitter: @wegotblankets