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Música

Más de 30 años y todavía reinando: Un tributo a la pieza maestra de Slayer, 'Reign in Blood'

El icónico álbum de 1986 se mantiene como uno de los grandes triunfos en la historia del metal.

Slayer es la mejor banda de metal de todos los tiempos y Reign in Blood,  su máxima obra, cumple tres décadas este año. Una fecha para hacerle una venia, reconocerlo, adorarlo y ponerlo a sonar entre amigos. Reign todavía la rompe.

"¡PUTO SLAYER!" gritan los metaleros alrededor del mundo. Sin duda es la mejor banda de thrash que hay. Metallica también alguna vez fue una gran banda de metal. De hecho eran compañeros de Slayer a principios de los ochenta en Los Ángeles. Ambos grupos fueron muy unidos por un tiempo junto a Megadeth y Anthrax (colectivamente se les conoce como The Big Four). Pero Metallica le bajó al acelerador, se relajó y se convirtió en la banda de rock más grande de la historia, punto. Lo mejor es que lo entiendas de una vez. ¿Pero Slayer? Son tan brutales y cochinos como siempre.

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Lo asombroso de la carrera de Slayer es esto: El grupo se ha mantenido cerca de su pico de intensidad por un tiempo sin precedentes a diferencia de Metallica, The Rolling Stones, U2… todo el puto mundo. AC/DC, Motörhead, Iron Maiden, los Ramones… todos hacen (o hicieron) su cosa muy bien por un largo, respetable y notable tiempo. ¿Pero Slayer? Sus presentaciones en vivo son todavía una experiencia de contacto completo entre banda y público. Después de 35 años en el ruedo, han lanzado 11 álbumes de estudio y todavía siguen en lo más alto.

Reign es su mejor trabajo. ¿Cómo? No se necesita ser un genio para apreciar el poco probable equipo que ayudó a moldear el álbum y tirárselo al mundo.

El disco fue producido por Rick Rubin. En ese entonces era conocido únicamente como un productor de rap en ascenso. Fue su primer álbum de rock en una carrera que eventualmente incluiría a los Red Hot Chili Peppers, Johnny Cash, las Dixie Chicks, Metallica y hasta ahora, un estimado del 10 porciento de los grupos que están en el Rock and Roll Hall of Fame. El ingeniero encargado fue Andy Wallace, que mezcló el Nevermind de Nirvana y Chinese Democracy de Guns N' Roses, aparte de haber producido la maravilla etérea de Jeff Buckley, Grace. También fue lanzado en Def Jam, el sello de rap más grande de la historia que vivía su primera etapa de oro.

Ese es el asombrosamente diverso y clásico equipo americano que se juntó para hacer el mejor álbum de thrash que hay. Reign in Blood es una obra maestra.

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Arte:

La portada de Reign in Blood es una combinación entre pintura e ilustración por Larry Carroll, un artista que trabajaba principalmente en la arena política. Reuniendo estilos, creó un efecto visceral y terrorífico. Es una de las pocas portadas de discos de metal que no se vería ridícula en un museo al lado de una acuarela de Blake, un políptico de Stefan Lochner, las series John the Baptist de Giovanni Di Paolo o un trabajo en madera de Dürer.

Duración: 

Todo el Big Four publicó discos clásicos entre el '86 y el '87 y Reign es el más corto de todos. Incluye 10 canciones completas que en total duran 29 minutos, a diferencia de Master of Puppets que tiene 8 canciones y dura 54 minutos. Slayer siempre ha sido mejor cuando le suben a la velocidad y su última década —en la que se han bajado a un mid-tempo estilo Judas Priest— aunque respetable,  no ha sido tan influyente o aclamada a pesar de su reciente éxito en las listas.

Vocabulario: 

Las mejores canciones del disco fueron escritas por Jeff Hanneman, el fallecido guitarrista de Slayer quién tuvo la mayoría de los créditos en las letras de la banda a lo largo de su carrera. Hanneman detestaba las letras clichesudas en el metal y se enorgullecía en decir que se metía a thesaurus, una jugada que a veces le salía bien y a veces no tanto. Aún así le ayudó a hacer las letras más poéticas del disco con palabras como "disapprobation", "modulistic", y "amnesty".

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Baterías:

El baterista de la alineación clásica de Slayer es Dave Lombardo, el mejor percusionista en la historia del metal. Por momentos simple, frecuentemente complejo, pero siempre rápido, Lombardo rompe, mata y destruye a a lo largo de todo el álbum, dándose apenas unos segundos para respirar. Su más famoso break ni siquiera es un break. En el climax de "Angel of Death" el doble bombo de Lombardo cambia el futuro de la batería en el metal con un solo impresionante. La explosión dura apenas un par de segundos pero Lombardo conecta 28 veces en ese tiempo, que es literalmente más veloz que una uzi. Después de eso Lombardo sería reconocido como el mejor músico de la banda, lo cual seguramente contribuyó en las malas vibras que se manifestaron súbitamente en la gira y acabarían con la alineación original de Slayer.


Lee también: "Este es el pogo más grande que he visto en mi carrera", una entrevista con Dave Lombardo.


Documental:

Hanneman era un entusiasta de la historia militar y un lector voraz. Los otros clásicos del Big Four son muy vagos en cuanto a sus narrativas sociológicas, místicas y militares pero "Angel of Death", uno de los dos grandes sencillos de Reign, es una historia de la vida real acerca del horror que el cirujano nazi Josef Mengele implantó en Auschwitz durante la segunda guerra mundial.

Letras por los guitarristas:

Dos décadas más tarde, el cantante Tom Araya escribiría las letras para las dos canciones ganadoras del Grammy de Slayer. Pero la música y letra de Reign in Blood fueron escritas enteramente por Hanneman y Kerry King, que era el segundo guitarrista de la banda, el ejecutivo de control de calidad y el capitán del equipo en general. Trabajando juntos, crearon narrativas cinematográficas acerca de muerte, brujería, vivisección, violencia, asesinos seriales y guerras sobrenaturales.

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Gritos:

Joey Belladonna de Anthrax es el modelo clásico del frontman. James Hetfield de Metallica y Dave Mustaine de Megadeth son vocalistas realizados pero rara vez son acusados de cantar. Araya, mucho más que sus rivales del Big Four, fue más allá de las restricciones y limitantes de las vocales tradicionales. En Reign, canta más rápido y alto entre ladridos y gruñidos. De hecho, el álbum anuncia todo su poder por medio del grito rompe timpanos al principio de "Angel of Death".

Encore: 

En el 2003-2004 cuando tocar los discos enteros era uno de los mayores subsidiarios de la industria de la música en vivo, Slayer todo el LP completo. Sus conciertos terminaban como es costumbre con "Angel of Death", la canción que abre el disco. Luego la banda regresaba al escenario y tocaba todo el disco, track por track, pieza por pieza, como un encore. Las noches inolvidables terminaban con lo mejor…

Riff:

Encabezó una encuesta de la Decibell Magazine acerca de los mejores solos de metal extremo de todos los tiempos y según Kory Grow de Rolling Stone: "El riff de apertura es indudablemente el momento más monumental en la historia de la música extrema". Tocado en un piano o una clave, esta progresión elementalmente cargada con tres notas seguramente no se ganaría un lugar en el pedestal de la composición clásica. Aún así Hanneman creó, descubrió o trajo a la realidad un sonido que con una canción, resume a todo un género a la perfección.  Mas de 30 años más tarde, sigue siendo el climax de sus shows en vivo.

"Siempre que 'Raining blood' empieza a sonar, electrifica a todo el público" me dijo una vez King. "La gente simplemente se caga cuando tocamos las primeras notas".

Como debe ser. Como debe ser…

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D.X. Ferris es un periodista premiado que escribió dos libros acerca de Slayer y se queja acerca de varias cosas en Twitter.  La cuenta dedicada a sus libros está más enfocada en metal.