Imagen: Daniel Senior | VICE Colombia
El miércoles pasado hablé del tema con unos policías en una reunión de trabajo. Uno de ellos, alegre por el fallo, me dijo que los medios habían destruido la reputación de algunos de sus compañeros al haber informado que, como parte de una investigación judicial, habían sido capturados. Los policías fueron meses después absueltos por falta de pruebas. "Hubo noticia cuando los capturaron, pero no cuando los liberaron," dijo.'Off the record' es el espacio quincenal de la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) en VICE Colombia. Vea todos los contenidos aquí.
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Los dueños del negocio del parqueadero interpusieron una tutela argumentando que la noticia afectaba su derecho al buen nombre. A juicio de ellos, la información emitida no fue corroborada por Noticias RCN. Si se hubiera investigado, dice la tutela, sabrían que la noticia era falsa. Por esta razón, se pedía que RCN fuera obligado a rectificar. El juez de primera instancia negó la petición, pero luego la Corte decidió revisar el caso y por proteger el derecho al buen nombre de una empresa, los magistrados terminaron afectando el derecho de los colombianos a ser informados.
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Sería bueno que la Corte dijera quién diablos puede determinar qué información es "relevante".
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Igual de problemático es el deber de actualizar cuando los hechos se "aclaran" o se "precisan" con posterioridad a la publicación. Pensándolo bien, sobre casi cualquier hecho noticioso se tendría que generar este deber tarde o temprano. En los reportajes de temas de salud por ejemplo, con frecuencia la ciencia descubre nuevas causas de enfermedades o nuevos tratamientos para curarlas, o nuevas formas de prevenir patologías. En el periodismo científico, una investigación cuyos resultados son considerados válidos en principio puede ser luego sometida a duras críticas en periodos de tiempo muy cortos desde su publicación.En el caso del Palacio de Justicia, vale la pena consultar en Internet las noticias de la época (en muchos casos están disponibles) y ver la enorme diferencia entre información allí contenida con lo que hoy conoce la sociedad de lo que pasó. Con la decisión de la Corte, los medios de comunicación que tienen en sus portales digitales noticias de 1985 sobre la toma del Palacio tendrían que darse a la tarea de "actualizar" esa información. Buena suerte con eso.Otro problema de esta decisión es que la Corte no resuelve con claridad si está obligación se hace efectiva previa solicitud de alguien o si es un deber que se genera de oficio. En caso de requerirse una solicitud previa, ¿Quién podría presentarla? ¿La persona directamente afectada? ¿Cualquier persona que considere que se está afectando su derecho a la información? De cualquier modo, está decisión (la T–725-2016) está imponiendo una carga desproporcionada a los medios, convirtiendo a los periodistas en historiadores o "actualizadores" de archivos, apartándoles de su función que es el presente y decretando su nuevo rol como escribanos del pasado.*Coordinador del área de Defensa y Atención a Periodistas de la Fundación Para la Libertad de Prensa. @jssalamanca**Esta es una columna de opinión. Por tanto, no representa la postura de VICE Media Inc.