Para las autoridades de la salud, si en dos horas un hombre se toma cinco o más bebidas o una mujer cuatro o más, es señal de un consumo de alcohol peligroso. Pero también es señal de que puede empeorar si las personas no se dan cuenta que están sobrepasando su umbral.Una investigación nueva del Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo (NIAAA, por sus siglas en inglés) examina de cerca el alcance de lo que la gente realmente hace cuando toma. Los investigadores examinaron dos conjuntos de datos, uno de 2001 a 2002 y otro de 2012 a 2013; con 42,748 adultos estadounidenses encuestados en el primer conjunto y en el segundo 36,083.A los participantes se les preguntó el número máximo de bebidas que habían consumido en cualquier día del año pasado. Los investigadores usaron sus respuestas para analizar tres niveles de consumo excesivo de alcohol. El nivel I estándar de borrachera fue de cinco a nueve bebidas para los hombres y de cuatro a siete para las mujeres en una sentada. El nivel II fue de 10 a 14 bebidas para los hombres y de ocho a 11 para las mujeres, en el mismo lapso de tiempo. El nivel III fue de 15 o más bebidas para hombres y de 12 o más para las mujeres.
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Son muchísimos números, pero el objetivo es cuantificar mejor la borrachera. Es un enfoque más matizado que simplemente decir cinco o más bebidas, porque cualquier persona que esté familiarizada con el alcohol podría decirte que hay una gran diferencia entre seis bebidas y 15. La encuesta mostró que las personas que habían alcanzado el umbral de nivel III tenían mayores probabilidades de manejar después de beber, buscar pleito o lastimarse y ser arrestadas. En otras palabras, eran más propensos a experimentar todas las consecuencias negativas asociadas con el consumo extremo de alcohol.Los investigadores también encontraron un porcentaje cada vez mayor de encuestados que describen el consumo excesivo de alcohol. En el período de 2001 a 2002, el 23 por ciento de los adultos informó una ingesta excesiva en el último año; 15 por ciento alcanzaron el nivel I, 5 por ciento el nivel II y 3 por ciento en el nivel III. En el segundo periodo, es decir, de 2012 a 2013, esos porcentajes aumentaron significativamente: 33 por ciento informó un consumo excesivo, con 20 por ciento en el nivel I, 8 por ciento en el II y 5 por ciento en el nivel III. Eso significa que 13 por ciento de los encuestados había consumido más del doble de la cantidad de bebidas que se considera como "borrachera". Si aplicas ese porcentaje a la población estadounidense de adultos mayores de 18 años el resultado es de 32 millones de personas.
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"Este importante estudio revela que un gran número de personas en los Estados Unidos beben a niveles muy altos y resalta los peligros asociados con el consumo excesivo de alcohol", dijo George F. Koob, director de la NIAAA, en un comunicado. "De las casi 90.000 personas que mueren de alcohol cada año, más de la mitad, o 50.000, mueren por lesiones y sobredosis asociadas con altos niveles de alcohol en la sangre". Los investigadores también señalan que aunque estemos preocupados con razón por el consumo excesivo de alcohol entre los estudiantes universitarios y los menores de edad, la encuesta sugiere que el consumo excesivo de alcohol es un problema más grande que eso. Y parece estar empeorando.
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