Takk McKinley es bien recordado por dar rienda suelta a su expresividad -para algunos conmovedora, para otros incómoda- después de haber sido elegido en el Draft de la NFL de este año por los Falcons de Atlanta. Aquella noche, McKinley presumió ante las cámaras de forma histérica la promesa cumplida a su abuela, a quien le dijo que entraría a una universidad de primera división y haría todo lo posible para salir del barrio en el que creció.Ahora, McKinley ha vuelto a acaparar las cámaras luego de firmar su contrato millonario como jugador novato de los Falcons. "Me siento extremadamente bendecido de firmar mi primer contrato en la NFL, y ser parte de la organización y hermandad de los Falcons de Atlanta", comentó McKinley en redes sociales.Pero ahí no quedó el asunto. Además de los agradecimientos, McKinley subió a Twitter un breve video donde se le ve bailando porque, según él, ya es millonario.
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El video está acompañado del mensaje "Ver a mi familia luchar todos los días y ahora puedo ayudarles a cambiar eso… ¡SÍ, ESTYO FELIZ! No se preocupen, estaré igual de feliz capturando mariscales de campo".Sí, el dinero es la raíz de todo mal, pero si lo sabes administrar bien -algo que no se les da mucho a los atletas- no hay de qué preocuparse. Esperemos que Takk McKinley no corra a cobrar su cheque para gastarlo en un auto lujoso o en una colección de tenis con precios sobrevalorados.