Ahora las mujeres empiezan a tener orgasmos desde más jóvenes

Este artículo se publicó originalmente en Tonic, nuestra plataforma dedicada a la salud.

Al menos una vez a la semana alguien me pregunta algo sobre los orgasmos. Considerando lo efímera que es la experiencia –la mayoría de las veces, un orgasmo dura sólo de 10 a 20 segundos– siempre me ha parecido interesante lo importante que es para la gente. Después de todo, los orgasmos son la manera en que la gente juzga si una experiencia sexual fue satisfactoria o no. Pero el hecho de que los orgasmos sean fugaces no los hace menos interesantes. Se han hecho innumerables estudios sobre este tema –como quién tiene más orgasmos, las cosas raras que pasan después de que tienes uno, y sí, cómo aumentar las posibilidades de tener muchos, muchos más, si eso es lo que estás buscando. Aquí una lista de todas las cosas que me gustaría poder explicarle a quienes preguntan.

(Nota: entendemos que el género y el sexo no siempre se alinean. Dicho esto, utilizamos los términos "mujeres" y "hombres" en este artículo porque reflejan mejor a los participantes de los estudios, que normalmente se describen como tales, no hay indicación de cuántos fueron cisgénero, transgénero, etc)

Hace varios años, un colega y yo publicamos una investigación sobre el orgasmo inducido por el ejercicio (también conocido como "coreorgasmo"). No teníamos ni idea de que nos estábamos abriendo a cientos de correos electrónicos de personas de todo el mundo que, al igual que los participantes del estudio, habían experimentado orgasmos mientras hacían abdominales, levantamientos de piernas, y otros ejercicios que desafían a los músculos abdominales centrales. A través de estudios posteriores, encontramos que hasta 10 por ciento de las mujeres y los hombres estadounidenses experimentan coreorgasmos, aunque son pocas las personas que lo experimentan seguido. (Por lo general son eventos raros). También encontré que, si logran hacer ejercicio de cierta manera (consulta mi libro The Coregasm Workout si tienes curiosidad), la mayoría de las mujeres de nuestro estudio fueron capaces de aprender a mejorar la excitación sexual mientras hacían ejercicio.

En un estudio nacional de más de 1300 mujeres suecas, los investigadores encontraron que las mujeres que tenían entre 18 y 34 años, informaron haber tenido su primer orgasmo a la edad de 16 años. Y las mujeres más grandes dijeron que a los 19. ¿Por qué existe una diferencia tan grande? En parte porque casi la mitad de las mujeres más jóvenes ahora tienen sus primeros orgasmos a través de la masturbación, en lugar de esperar hasta que sean sexualmente activas con una pareja.

Quedé sorprendida cuando, en 2013, se publicó un estudio sobre hombres belgas que eyaculan prematuramente. La razón por la que me sorprendí fue porque el estudio encontró que los hombres no sólo estaban más angustiados por tener eyaculación precoz, sino que también sobreestimaban la angustia de sus parejas. En ese momento, yo daba clases de sexualidad en la Universidad de Indiana y –muchas veces– tuve que tranquilizar a los hombres diciéndoles que la eyaculación precoz no era tan mala como ellos pensaban.

De hecho, había escuchado de muchas novias, novios y esposas de hombres que rara vez se molestaban por eso. En todo caso, sus vidas sexuales se veían más afectadas por un hombre que se cerraba o que se quedaba pensativo después de eyacular rápido, en lugar de seguir adelante y seguir disfrutando del sexo de muchas otras maneras. Así que si eres uno de los muchos hombres que se viene más rápido de lo que le gustaría, trata de recordar que el sexo es más que sólo venirte. Además, hay muchas formas de llegar al orgasmo que no tienen nada que ver con una erección: sexo oral, estimulación de manos y dedos, juguetes sexuales, etc.

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A medida que el número de estos procedimientos ha aumentado en los últimos años, también se ha prestado atención a los resultados a largo plazo de las cirugías genitales para las personas trans. Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad Karolinska en Suecia le dio seguimiento a la historia de las mujeres trans hasta cinco años después de la cirugía y encontró que la mayoría podía tener orgasmos, estaban satisfechas con la cirugía y experimentaban poco o ningún tipo de dolor. Ya que es un reto crear un clítoris a partir del tejido genital (muchas veces del glande del pene), la investigación continúa –por ejemplo, un estudio reciente examinó si importaba el tamaño o la ubicación del clítoris recién desarrollado. En este estudio preliminar, el tamaño del clítoris no parecía importar tanto como la similitud a la vagina cuando se trataba de mejorar la función sexual.

Aunque muchas mujeres tienen orgasmos con la penetración por sí sola, o gracias a los juguetes sexuales que utilizan sus parejas, muchos estudios han encontrado que cuando las mujeres se masturban sólo estimulan su clítoris. Si tienes relaciones sexuales con mujeres, toma esto como una señal y pregúntate si incluyes la estimulación del clítoris durante el sexo y, si no lo haces, empieza a hacerlo. Algunas mujeres evitan la estimulación del clítoris si la persona es demasiado brusca, así que pídele que te enseñe lo que le gusta o hazlo más suave. También puedes consultar el sitio interactivo OMGYes ahí puedes practicar tus técnicas en la pantalla.

En una encuesta de probabilidad que se realizó recientemente en Estados Unidos, los investigadores de la Facultad de Medicina de Wisconsin y de la Facultad de Medicina de la Universidad Duke no encontraron diferencias significativas en la capacidad de llegar al orgasmo entre hombres heterosexuales, gays o bisexuales. Sin embargo, encontraron que los gays y bisexuales experimentan un poco menos placer en el orgasmo en comparación con las mujeres heterosexuales. Aunque no hubo diferencias en los niveles de placer que reportaron las mujeres con orientaciones sexuales diferentes, las mujeres lesbianas tuvieron puntuaciones más altas en comparación con las mujeres heterosexuales, pero no más que las mujeres bisexuales. Por supuesto, alcanzar el orgasmo, va más allá de tu identidad: los tipos de sexo que tiene una persona, cómo se siente y cuánto desea el sexo que está teniendo contribuyen de manera mucho más significativa a los sentimientos de placer y satisfacción.

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Los educadores sexuales muchas veces dicen que la mente es el "órgano sexual más grande" de una persona –y por buenas razones. Estudio tras estudio demuestra que todo, desde la atención plena, y la educación sexual hasta nuestros pensamientos cotidianos sobre nuestros cuerpos y el miedo al fracaso y la sensualidad en general, puede contribuir a nuestro potencial orgásmico. El sexo es parte de un todo más grande que se puede influenciar por el estrés, la relajación, el sueño, la dieta, el ejercicio, y el hecho de ser capaz de concentrarse en las miradas, los sonidos, los olores y los sabores. Mantente abierta a eso, y probablemente estarás más abierta a experimentar mayor placer y más orgasmos.

Debby Herbenick es directora del Centro de Promoción de la Salud Sexual de la Universidad de Indiana e investigadora del Instituto Kinsey. También es la autora de varios libros, incluyendo The Coregasm Workout y Great in Bed.