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Roland Garros

Contra los pronósticos, Jelena Ostapenko conquista su primer Grand Slam a los 20 años

¿Qué hacías a los 20 años? Jelena Ostapenko acaba de ganar su primer título de Grand Slam en Roland Garros.

¿Qué hacías a los 20 años? Jelena Ostapenko acaba de ganar su primer título de Grand Slam en Roland Garros. Derrotó a Simona Halep, quien esperaba el triunfo para ascender a la cima de la WTA que tanta rotación ha experimentado en tiempos recientes; lo hizo en tres sets que fueron de arriba hacia abajo. Perdió el primero por 4-6, el rumbo se ajustaba a las expectativas, ganó el segundo 6-4 mientras Halep respiraba profundo para contener la molestia que fue evidente después y en el definitivo, aunque empezó abajo y las piernas parecían debilitarse, se levantó para sentenciar con un 6-3. Ninguna que no estuviera sembrada había alzado este trofeo en París.

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Le costó levantar la copa para posar con ella, es obvio, con solo cuatro finales en el nivel profesional y ninguna de ellas en Grand Slam, le falta experiencia en el protocolo, entregó sonrisas tímidas y reconoció que el trofeo Suzanne-Lenglen "es realmente pesado". Sabía lo que es ser campeona porque hace tres años conquistó Wimbledon Junior, pero no creyó que el major llegaría tan rápido… vamos, ni siquiera la final, una instancia inédita para los representantes de Letonia. "Cuando llegué a Roland Garros no pensaba llegar hasta la final, pero he ido elevando mi potencia y eso me ha dado confianza, mi nivel ha sido muy bueno durante el torneo".

Vaya que su golpeo es para presumirse, como lo ha hecho su entrenadora Anabel Medina. La velocidad media de sus derechazos es de 117 kilómetros por hora y Anabel se enorgullece al decir que su potencia es mayor a la de Andy Murray. Su personalidad es tan implacable como la fuerza de sus movimientos en la cancha, si sintió miedo, supo deshacerse de él cuando la falta de experiencia pudo ser el pretexto sencillo ante la derrota. La desesperación la hizo errar un par de veces, devolvió la cabeza al juego y continuó en ascenso hasta el punto final, cuando por fin pudo lanzar la raqueta y extender los brazos al cielo.

El torneo no tuvo a la siempre dominante Serena Williams, Angelique Kerber sorprendió con la despedida en la primera ronda, Garbiñe Muguruza dejó pronto la defensa del título y el nombre de Jelena, desconocido para la mayoría, se plantó debajo del de la favorita en la final: Simona Halep, por experiencia. Pudo contra eso también y se ganó al público que al principio alentaba a la rumana en su segunda final en RG que resultó, como en 2014 ante Sharapova, en otra derrota.
El tenis, dice Ostapenko, no es un deporte popular en Letonia porque es costoso, pero confía en el impacto de su victoria: "estoy segura de que cuando vuelva a mi país las cosas van a cambiar, va a haber mucha más curiosidad sobre este deporte", dijo al alcanzar la final, cuando relató que el presidente de Letonia la llamó para animarla. Jelena hizo llorar a su madre que la miraba angustiada desde la tribuna y por primera vez, hizo sonar el himno de su país en un podio de Grand Slam. El reto comienza ya: mantenerse en ascenso en una asociación que carece de referentes. Es joven, ocupa el puesto 47 en el ranking, pero su talento y personalidad deslumbran desde ya: "Realmente amo estar aquí. Todo es asombroso".