Television

El episodio de 'Black Mirror' con Miley Cyrus no es tan malo como parece

El final ha sido muy criticado, pero el episodio cuenta una historia específica e interesante sobre el fandom.
Hannah Ewens
London, GB
DS
traducido por Daniela Silva
Black Mirror temporada 5 Ashley Too Miley Cyrus
(Foto por Graham Bartholomew vía Netflix)

Artículo publicado originalmente por VICE Reino Unido.

El episodio abre con una escena en la cafetería de una escuela: grupos de adolescentes reunidos con sus sándwiches y bananas a medio comer. Algunos traen sudaderas, otros cazadoras con letras y otros perforaciones en la oreja. Por el contrario, Rachel está vestida con ropa neutra, no tiene el cabello teñido ni usa maquillaje –el equivalente a una pizarra en blanco– está sentada sola. Tiene puestos unos audífonos y está viendo un video de su estrella pop favorita, Ashley O. Después, se sube al auto de su familia disfuncional espera y mira dramáticamente por la ventana, vuelve a ponerse los audífonos y escucha las letras inspiradoras de Ashley O a todo volumen.

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Para la tercera temporada (probablemente antes), la emocionante y exitosa franquicia de Black Mirror se encontró con críticas de ser predeciblemente negativa con respecto a la tecnología, tanto que cualquier cosa distópica (libros, películas, escenarios de la vida real) comenzó a describirse como "muy Black Mirror". En diciembre de 2018, Netflix estrenó la serie interactiva "Bandersnatch", un concepto que prometía mucho y ofrecía poco (una trama débil y una experiencia tediosa). "Rachel, Jack y Ashley Too" es como "Bandersnatch" en eso, no se parece nada a lo anterior.

Este episodio es protagonizado por una gran estrella pop de la vida real, Miley Cyrus, y cuenta la historia de su personaje Ashley O, que es controlada por su tía, y la de unas fans que la salvaron con ayuda de una muñeca de inteligencia artificial llamada Ashley Too que después se convierte en una copia idéntica de su personalidad. A estas alturas, el legado de Black Mirror necesitaba una historia nueva bien concebida y hasta cierto punto lo logró, al menos porque muestra el mundo aislado de una adolescente fan del pop.

Rachel está en la posición perfecta para entrar de lleno a la cultura de los fanáticos. Cualquiera puede ser fan, por supuesto, pero ella está particularmente aislada. Su madre murió, su padre está obsesionado con su trabajo y no tiene un círculo social real. Su habitación es un santuario de Ashley O y está claro que Rachel considera a la artista como una figura materna: una estrella pop que le enseña a ser como ella antes de poder encontrarse a sí misma.

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Ashley O parece estar en el lugar de muchas artistas contemporáneas que apoyan los ideales del pop-feminista. En una de las escenas, aparece en un programa de televisión con un presentador que le dice de manera hilarante: "¡Hay muchos mensajes en tu trabajo, una especie de vibra de empoderamiento!". En varios puntos a lo largo del episodio, se escucha uno de sus éxitos y la letra dice,"“Hey, I’m a ho/I’m on a roll/riding so high/achieving my goals" (Soy poderosa, estoy de suerte llegando a lo más alto, alcanzando mis metas), una pieza de inspiración sin sentido para una adolescente de una generación de Instagram motivada a promocionarse como un producto, justo como las celebridades a las que idolatra. La melodía, si me lo permiten, es una mezcla distorsionada de "Head Like a Hole" de Nine Inch Nails. Esta canción, habla sobre el control que el dinero tiene sobre las personas, pide que aportes dinero a la "causa" mientras complaces a aquellos en posiciones de poder (religiosas o políticas). En ambas versiones, te prometen que si te inclinas ante tu maestro,"obtendrás lo que mereces".

Black Mirror season 5 Ashley Too Miley Cyrus

Foto vía Netflix

Como lo haría cualquier fan leal en un sistema capitalista, Rachel le pide a su papá una muñeca Ashley Too. Cuando su padre se la regala, la muñeca, inmediatamente comienza a llenarla de inspiración, incluso se ofrece a leerle "citas motivadoras de algunas mujeres inspiradoras" antes de dormir. Cuando Ashley Too le ayuda a practicar la rutina de baile de una de las canciones de Ashley, la convence de participar en el concurso de talentos de la escuela ("Tú puedes hacer cualquier cosa si te lo propones" y "Eres una persona especial"). ¡Por fin, tiene la motivación que necesitaba, y lo mejor es que viene de una estrella pop! A Rachel no le va bien en el concurso y dice, "Defraudé a Ashley Too", mientras llora en el auto.

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Sin embargo, el mundo de Ashley O no es lo que parece. Cuando Ashley se revela contra su brillante personalidad, y su tía controladora, la castigan y todo se viene abajo. La misma historia que hemos visto en innumerables ocasiones en la cultura pop. La típica estrella del pop plástica, producida y formada, que canta y baila canciones de otros para obtener grandes ganancias (y que al final termina siendo un gran costo para la artista). Con esto, los productos parecen estar planteando la siguiente pregunta: ¿qué pasa cuando nuestras popstars femeninas hablan sobre empoderamiento y positividad, pero no aplican esa ideología en sus propias vidas?

Con este cambio de estrategia que resulta divertido y un poco decepcionante, Brooker (productor) no nos lleva a donde había planeado: a explorar el lado oscuro del fandom, de la industria de la música que se aprovecha de los fans económicamente, ni siquiera se concentra en el hecho de que en un futuro las estrellas pop tendrán sus propias muñecas de inteligencia artificial como mercancía. "Muchas veces, la gente espera que Black Mirror se trate de alguien que frunce el ceño ante un teléfono transparente hasta que, básicamente, su vida se desmorone, y por eso es bueno cambiar y hacer eso", dijo Brooker sobre este episodio en una reciente presentación de prensa en Londres.

Cuando Ashley Too se vuelve sensible, dice con frustración: "Los fans son siempre iguales, 'oh, te queremos tanto, hasta que realmente quieres que hagan algo por ti. Bueno, olvídenlo, lo haré por mi cuenta". Luego, llega a la puerta y no puede abrirla. En realidad, no puede hacer nada por sí misma: esa es la relación bidireccional, el artista como producto capitalista que se debe comprar y vender. Luego, cuando Rachel ve a Ashley O en estado de coma, exclama con entusiasmo, "¡Es ella!", y Ashley Too dice, "Ya, ya, olvida que eres su fan y bájame", algo para reírse con o de los fans.

Si no te preocupas por la actuación de Miley Cyrus, lo que obtienes es una película sorprendentemente dulce, sobre la manipulación de la industria de la música, pero también sobre las fanáticas devotas que, al final, son las que salvan a Ashley O y ven su triunfo al final del episodio.

Sin embargo, nunca es tan simple cuando se trata del fandom. Ya, al final, cuando están apareciendo los créditos, las fanáticas de la vieja Ashley ven a la recién inventada 'Ashley Fuckn O', quien interpreta las verdaderas canciones de Nine Inch Nails, y salen corriendo del lugar diciendo, "¡eso fue horrible!", confirmando que hasta el fandom tiene sus límites, pero ya sea Ashley O, o Black Mirror, nada puede vencer al original.

@hannahrosewens