FYI.

This story is over 5 years old.

Música

Pasquale Rotella: Se van a infartar cuando lean mi libro.

El hombre detrás de los raves más grandes de América habla acerca de los inicios de la escena rave en LA, y sus planes para futuros eventos en Europa y el libro que publicará en mayo.

Podríamos decir que Pasquale Rotella es la versión americana del fundador de ID&T, Duncan Stutterheim. En 1992, el mismo año en que Duncan organizó su primera fiesta en Zaandam, Holanda, Pasquale organizó el primer rave ilegal en Los Angeles. Justo como ID&T, los eventos de Rotella con Insomniac han crecido y se han convertido en un imperio durante los últimos veinte años, organizando eventos para cientos de miles de personas.

Publicidad

Aún así, existe una importante diferencia entre los dos: ID&T ahora es parte de SFX, e Insomniac es parte de Live Nation – dos gigantes de la música en competencia, ambos intentan dominar el mundo en la escena de la música dance. Durante el Amsterdam Dance Event hace un par de semanas, hablamos con Rotella acerca de su papel en la escena rave de LA, sus planes de traer el Electric Daisy Carnival a Europa y el libro que publicará en mayo.

THUMP: ¿Cuándo comenzaste a organizar eventos en LA?

Pasquale Rotella: Ya había una escena underground en las bodegas de LA a finales de los 80s. Pero cuando comenzaron los disturbios en 1992, la policía comenzó a cerrar todas las fiestas ilegales. La mayoría de los promotores que permanecieron estaban en las sombras. A veces imprimían volantes para fiestas falsas, para las cuales tenías que conducir dos horas para llegar, únicamente para descubrir que no había ninguna fiesta. Las únicas fiestas que aún ocurrían eran algunos macabros afterparties donde las drogas como el crystal meth entraron en escena.

Había perdido su brillo. Extrañaba la vibra de los raves antiguos. Pero luego fui a Inglaterra y me inspiré mucho. Cuando volví a LA, organicé mi primer rave. Mi segundo rave, Insomniac, fue exactamente como lo imaginé. Fue un rave ilegal en una bodega en el infame Crenshaw Blvd. Era conocido por ser un muy mal vecindario, pero la fiesta era sorprendente. Decidí convertir a Insomniac en un evento semanal, y luego de eso, todo despegó. Primero, tuve cerca de 300 personas ahí, pero luego creció a 12,000 cada semana.

Publicidad

A mediados de los 90s, esas fiestas habían crecido hacia toda una escena de bodega de nuevo. Un ecosistema de fiestas, DJs y clubbers que era único en los Estados Unidos. Tenían clubes en las ciudades grandes de la costa este, pero nosotros éramos la única ciudad que estaba haciendo raves. En 1999, incluso teníamos eventos con más de 40,000 visitantes. Aunque nos aseguramos de tener permiso para eso, porque ya habíamos sido arrestados por allanamiento dos veces. Ese era un crimen por el cual te podían encarcelar si organizabas una fiesta sin permiso.

¿Cuándo comenzaste con el Electric Daisy Carnival? 

El primer EDC ocurrió en 1997. Mi otro evento, Noctural Wonderland seguía siendo mi proyecto más grande, pero como tuvimos que cancelarlo por un año, EDC creció aún más. En 2008, nos mudamos de San Bernardino, hacia el centro de LA, donde tuvimos más de 80,000 visitantes. Lo gracioso fue que los medios nacionales como Pollstar and Billboard, además del ciudadano promedio en las calles no tenían idea de que esto estaba ocurriendo. Pero sabíamos que estábamos al borde de que algo grande sucediera.

¿Y cómo es eso en la actualidad?

Creo que todos saben que eso es algo que ocurre, pero no creo que toda esa gente sepa exactamente qué está sucediendo. Podrán conocer a artistas como Avicii y Calvin Harris, pero para ellos, eso es solamente música pop. El típico Juan Pérez no sabe de qué se trata la cultura dance, aunque puedes escuchar la música en la radio y la TV.

Publicidad

¿Cómo le enseñas a la gente que viene a EDC acerca de esa cultura?

Intento hacerlo sin sermonearlos, más bien reflejamos esos valores en todo lo que hacemos. Los fans siempre son lo primero para nosotros, esa es la razón por la que los llamamos estrellas. En la escena de los conciertos, los fans son tratados como ganado. El resultado es que caminan hacia un salón, y luego se quedan ahí esperando a ser entretenidos. Al llamar estrellas a nuestros invitados, intento cambiar la forma en que han sido condicionados. La música es una parte importante de la experiencia, pero no sólo se trata de eso. Es por ese motivo que el arte siempre desempeña un papel importante en nuestros eventos.

Tengo curiosidad con respecto a qué te trajo al Amsterdam Dance Event. ¿Por qué querías hablar con la prensa holandesa?

Quiero que la gente conozca más acerca de la cultura dance de América. Quiero comenzar a traer nuestras marcas hacia Europa. No tenemos ningún plan en concreto aún, pero estamos considerando nuestras opciones. El último año recibimos una oferta para organizar una fiesta en Amsterdam, pero eso fue demasiado pronto y no suficiente gente aquí sabe qué es EDC o Insomniac. Aunque, ya tienen muchos eventos muy cool aquí. No quiero hacer nada hasta que haya un hueco qué llenar. La idea es traer algo que nadie más pueda traer, pero queremos hacerlo en el momento indicado.

Especialmente, ahora que Amsterdam se ha convertido en una ciudad SFX, ¿se trasladará a Holanda la guerra territorial que ocurre en los Estados Unidos entre Live Nation y SFX?

Publicidad

Yo no lo veo como una guerra territorial. Las marcas que llegaron a EEUU bajo el ala de SFX son muy fuertes. Hacen lo propio, y eso no afecta lo que hacemos. Pero otras fiestas han venido antes a Estados Unidos alguna vez desde Inglaterra: Creamfields, Godskitchen, Global Gathering, Ministry of Sound. Una por una han cruzado el océano, pero todas regresaron al poco tiempo.

¿Crees que eso será lo que ocurra en esta ocasión? 

No lo sé. Las cosas siempre están cambiando. Pero lo que sé, es que han sido épocas difíciles. Y no estoy hablando en específico acerca de SFX. Hay muchas fiestas que llegaron a América porque sintieron que finalmente habían sido comprendidas en EEUU. Pero no estoy preocupado al respecto porque los buenos eventos crean más fans. Ha habido ocasiones donde éramos los únicos que organizaban eventos, y para ser honestos esa no era la época más saludable para la escena. La cultura se encuentra en su mejor momento cuando hay diversidad y sinergia entre todos los eventos. Estoy más preocupado con respecto a las fiestas que llegan y organizan malos eventos. Porque entonces la gente se siente como si se hubieran aprovechado de ellos, se lastiman a sí mismos, y generan una mala publicidad para la escena. Al final todos estamos en el mismo barco.

En Holanda, mucha gente está preocupada por la posibilidad de que se pierda la diversidad de nuestra cultura dance ahora que muchos de nuestros promotores más grandes han sido absorbidos por SFX. ¿Cuál es tu postura al respecto? 

Publicidad

Eso no sólo está ocurriendo en Holanda. Australia y gran parte de América está lidiando con eso. Es un miedo real. Decidí no cerrar ningún trato con SFX, aunque me ofrecieron más dinero del que imaginé; más dinero de lo que pagaron por todas esas fiestas. Pero honestamente decliné su oferta, porque vi que era un teatro de Wall Street.

Realizaste negociaciones con Live Nation. ¿Puede una organización como la tuya funcionar sin el apoyo de un gigante de la música dance tal como Live Nation o SFX en estos días? ¿Estás obligado a escalar? 

Quiero decir, primero y antes que nada, que tenemos plena autonomía dentro de Live Nation. No vendí toda la empresa. Ellos sólo son nuestros inversionistas y nos apoyan económicamente. Michael Rapino [el CEO de Live Nation] me tiene muy impresionado. Él es una de las razones por las que decidí trabajar con Live Nation. Son muy apasionados. Si yo hubiera hecho negocios con SFX, creo que ya me hubiera retirado. Pero hay tantas coas que aún quiero hacer. Me importa mucho esta escena. Y en un mundo ideal, hubiera permanecido completamente independiente.

¿Pero seguir de forma independiente no era una opción?

No era una opción porque todos nos estaban persiguiendo en EEUU. Recibí 12 ofertas distintas y les dije que no a todos, incluyendo SFX. Me ofrecieron entre $120 y $150 millones por mi empresa. Hablé con todas estas empresas, pero me sentí más cómodo con Live Nation.

Publicidad

Y esa fue la última fiesta con la que espero trabajar. Cuando era joven, Live Nation tenía una muy mala reputación. Era muy intimidante que estas empresas estuvieran comprando todo a mi alrededor. Y estas eran compañías con grandes bolsillos que se estaban convirtiendo en mi competencia. Me tomó más de dos años darme cuenta de que no podía dejar de decir "no". Amo esta cultura. Ese fue un gran motivo por el que elegí a Live Nation.

De hecho, voy a publicar un libro en mayo. Hay muchas más cosas al respecto que no puedo decir – muchas cosas malas y negativas. El libro explicará las cosas que creo que le volarán la cabeza a la gente a la que le interesa esta cultura. Cómo comenzó SFX, de dónde sacó la idea Robert Sillerman en primer lugar.

¿De dónde sacó la idea Sillerman?

No te lo puedo decir aún, pero él ya lo ha hecho antes. Live Nation es un producto de Sillerman. No hay mucho que la gente no sepa, pero aún me sorprende haber sido una pequeña parte de todas esas partes distintas. Es una historia que la gente necesita escuchar, también en Holanda. Porque no es sólo mi historia, sino la historia de todo lo que sucedió. Yo sólo soy el mensajero. Pero es una locura, no puedo decir mucho al respeto aún, pero James Frey de A Million Little Pieces está ayudándome a escribirlo. Es un excelente escritor y estoy muy contento de que el libro se publique en mayo.

¿Ya tienes el título?

Sí, estoy 99% seguro de que el título será Insomniac. También estuve en negociaciones con Fox para una película cuando esté terminado el libro, pero eso será en el futuro.

Sigan a Pasquale Rotella en Twitter. Electric Daisy Carnival va a Orlando este fin de smeana.