Burritos veganos para frenar el hambre en las comunidades sin hogar de L.A.

Burritos: ¿una herramienta de justicia social?

Burrito Project LA ha adoptado una estrategia práctica para ayudar a alimentar a la terriblemente creciente población de personas sin hogar en la ciudad de Los Ángeles. Durante esta época actual de descontento civil, a veces lo único que puedes hacer para olvidar lo jodido está el mundo es envolver con tus labios una almohadita caliente, blanda y de textura agradable, llena de alimento. Burrito Project LA no se reconoce a sí mismo como una caridad, o un grupo sin fines de lucro en su sitio web o en su página de Facebook, pero opera muy parecido a una.

Llámala sin fines de lucro con una actitud punk rock y de "hazlo tú mismo". Según la líder actual de la sección de L.A., Aubrie Davis, Burrito Project comenzó "siendo un grupo de chicos punk que querían hacer el bien por la comunidad".

Burrito Project LA casualmente empezó hace diez años cuando los dueños punk rockeros de un bar vegano ahora extinto llamado Pure Luck —conocido por llevar a Los Ángeles las primeras "carnitas" de jaca— comenzaron a reunirse con amigos después del trabajo, beber cerveza y andar en bicicleta por ahí, ofreciendo los restos de comida del restaurante en forma de burrito a los transeúntes de la ciudad.

Desde entonces, Burrito Project LA se ha transformado en un encuentro social para que las personas con ideas similares se conozcan y hablen de eventos actuales. Davis, nativa de L.A., recogió la antorcha y la responsabilidad de representar la sección de Los Ángeles después de que el fundador se mudara a Little Rock, Arkansas, para implementar una versión allí también.

Una noche de jueves, dentro en las colinas de Echo Park, un grupo de poco más de una docena se presenta en la casa de Davis, incluyendo una joven familia latina. El padre, un maquinista, me dice en español que descubrió el proyecto a través de un evento publicado en Facebook. Ha traído a su hija y esposa para participar en la elaboración de los burritos veganos en el jardín de Davis. Condujeron desde Highland Park y es la primera vez que se unirán. Hay más desconocidos que han venido también gracias a Facebook. Entre ellos hay un joven con rastas rubias y un anciano, los cuales ya han participado antes, así como un hombre que solo viene a hacer donaciones en efectivo y se retira inmediatamente.

Los ingredientes para los burritos veganos provienen exclusivamente de donaciones. Davis —quien es dueña de un negocio para el cuidado de mascotas y se dedica al proyecto en su tiempo libre— tiene un amigo trabajando en un supermercado cercano y le proporciona ingredientes que siguen en buen estado, pero deben desecharse, pues no son adecuados para la venta. Los burritos se rellenan con frijoles, arroz, lechuga, cebollas y una generosa porción de guacamole.

Después de casi media hora de hacer burritos sin parar, el grupo alcanza su cuota de 100 burritos para regalar. Cuando pregunto por qué el grupo escogió el burrito como arma de ataque contra la injusticia alimentaria, Davis responde: "Es una comida caliente y algunas personas no tienen la opción de comer comida caliente. No se necesitan cubiertos; vamos, ¿a quién no le gusta un buen burrito en California del Sur?".

Entonces, el grupo observa un mapa de la ciudad impreso y enmicado que señala los campamentos de personas sin hogar más grandes de la ciudad —mismos que mes con mes se vuelven más complicados de hallar, debido a que las autoridades están retirando físicamente los campamentos tan pronto como se forman—. No obstante, ciertos cruces del centro de Los Ángeles siempre son una apuesta segura. Una vez identificadas las ubicaciones para ofrecer la comida en la ciudad, el grupo se divide en cuatro grupos más pequeños y empiezan a distribuir los burritos, junto con algunas cajas de Agua en Tetrapack donadas.

Me reúno con Davis en su ubicación en Cesar Chavez Boulevard y Spring Street, y en cuanto llego allí, unos cuantos transeúntes empiezan a caminar hacia el auto estacionado de Davis. Algunos toman solo agua, pero la mayoría recibe el burrito. "Nos hemos hecho conocidos como 'la gente de los burritos' en esta comunidad y eso se siente realmente bien", Davis comenta mientras va de tienda en tienda, ofreciendo burritos personalmente a todos sin ningún temor.

Ella prosigue: "Lo deseo que la gente se lleve de Burrito Project LA es solamente una cosa, que no seas de ese tipo de personas: 'El mundo se está acabando, todo apesta', y que te sientas abatido. Solo haz una maldita cosa al respecto. Para nosotros, fue ofrecer burritos a quien lo necesita. Cualquier cosa en lo que creas, hazte voluntario, comprométete y comienza una iniciativa".

Para más información sobre los evento de Burrito Project LA revisa la página del evento en Facebook.