La historia de los pretzels es bastante retorcida

Hoy en día, los pretzels son un alimento humilde. Simples, salados y grasosos, son un accesorio en los estadios y aeropuertos de Norteamérica (o en los vuelos donde las aerolíneas quieren ahorrar en la botana).

Pero anteriormente —mucho antes, o sea antes del beísbol— los pretzels eran la comida de la realeza. Todo indica que el primer pretzel surgió en el siglo VI, ya sea en Francia, Italia o Alemania.

Y si bien el país de origen permanece incierto, la primera imagen del pretzel aclara bastante que era un alimento importante, reservado para las celebraciones más lujosas y elegantes.

Solo checa esta escena salvaje del Hortus deliciarum. Observa cómo la Reina Esther y el Rey Ahasuerus presiden su fiesta bíblica súper prendida; la mesa llena de pescado, embutidos sofisticados y un pretzel chingón, salado y solitario.

El Hortus deliciarum es una enciclopedia ilustrada (la primera en ser recopilada por una mujer) del siglo XII, que contiene la primera descripción conocida del pretzel. Nos ofrece un vistazo del peso cultural que alguna vez ocupó el bocadillo favorito de los fanáticos del béisbol.

El preciado lugar junto al pescado en la pintura religiosa no es un accidente. Se supone que los giros simbolizan las manos en posición de oración y los tres espacios son la Sagrada Trinidad con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Básicamente era el alimento más cristiano que los humanos pudieron concebir. Aparentemente, incluso los escondían de los niños en una encarnación temprana de la búsqueda por los huevos de Pascua.

Pero el pretzel también tiene una simbología más terrenal; fue el emblema de un gremio de panaderos de Europa durante siglos y sus icónicos lazos proporcionaban el método perfecto para que los panaderos almacenaran y manejaran enormes cantidades con sus palos para hornear.

Según Danielle Joyner, autor del libro Painting the Hortus deliciarum: Medieval Women, Wisdom, and Time (Pintando el Hortus deliciarum:Mujeres, Sabiduría y Época Medievales), no es sorprendente que el pretzel apareciera en el Hortus. "Los otros detalles del banquete —la comida y herramientas— como el pescado, los cuchillos y las cucharas sin tenedores, son representativos de las prácticas del siglo XII, así que posiblemente el pretzel también", recientemente Joyner le dijo a Atlas Obscura.

De manera que, la próxima vez que vayas a un partido de béisbol o al cine recuerda que "esa botana" fue un alimento de las clases altas.

Hazle un pequeño homenaje al pretzel e inclúyelo en tu siguiente reunión. Si los reyes lo comían por qué tu no vas a combinarlo con un buen coctel de coñac.