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Diario Vice

Cómo una fiesta de tres días salvó a un pueblo español de la despoblación

Hablamos con el hijo de uno de los creadores de la primera caravana de mujeres sobre la importancia que este fenómeno tuvo en las zonas más despobladas de nuestro país.

Querían encontrar esposa y acabaron organizando un fiestón que se alargó durante más de tres días. Los creadores de esta primera gran rave del amor fueron los solteros de Plan, una pequeña aldea del Pirineo aragonés, hace ya más de 30 años. Dicen que la idea, como todas las grandes ideas, surgió en el bar del pueblo. Esa tarde ponían en la televisión un clásico del Oeste llamado Caravana de Mujeres, en la que los hombres de un rancho sin apenas solteras organizaban una expedición a través del desierto para traer mujeres desde la ciudad. Los solteros de Plan pensaron que su problema se parecía mucho a este campo (de nabos) californiano y que si Robert Taylor había conseguido solucionarlo, ellos también podían hacerlo. Sin pensarlo mucho, se organizaron, escribieron un anuncio en el periódico convocando a las mujeres casaderas y entre todos comenzaron a preparar el evento. Y es que, eso ciencia, no hay nada que anime más a la confraternización masculina que la perspectiva de poder pillar cacho.

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Unas semanas después llegó el primer autobús de solteras y el pueblo entero se convirtió, de repente, en algo así como el restaurante de First Dates pero a lo grande. Enseguida comenzaron a surgir los flechazos y al final de la fiesta más de veinte solteros habían conseguido emparejarse. Al año siguiente la natalidad se triplicó, las nuevas familias mantuvieron vivos algunos servicios a punto de cerrar como el colegio y la repercusión del evento trajo inversiones y subvenciones públicas. El plan de Plan había funcionado y aquella juerga había salvado a un pueblo que agonizaba.

Han pasado 32 años desde entonces y José Serveto tiene 31. Él es uno de los hijos del Baby Boom de la Caravana y a día de hoy sigue viviendo en Plan donde ejerce como alcalde. Al teléfono, acepta a hablarme de aquella fiesta que marcó la historia de su pueblo y la de su familia.

VICE: ¿Me equivoco si digo que esa fiesta cambió tu pueblo?
José Serveto: Hombre, creo que yo soy un buen ejemplo de que así fue… (Risas) Sin la caravana yo no existiría, no hubiese nacido. Eres "Hijo de la Caravana del Amor", ¡mola!, ¿te molesta la etiqueta?
Tranquilo, que ya está uno acostumbrado. Te podría decir que me lo llaman cada dos por tres. Fíjate que yo tengo 31 años y la caravana de mujeres fue hace 32. Está bastante claro. Aun así fui el tercer niño en nacer en el pueblo después de la fiesta. ¿Cómo se conocieron tus padres? ¿Te lo han contado?
Bueno, pues por lo que me han dicho, sí, aquí en la fiesta, durante el baile. Mi padre vivía en el pueblo y mi madre en Valencia, vio la noticia y se vino para aquí porque ya conocía el pueblo. Ella era de aquí, había vivido de niña en Plan hasta los doce o trece años, pero luego se tuvo que ir por asuntos de trabajo de mi abuelo. Al leer el anunció vio una oportunidad de volver. ¿Tu padre fue uno de los solteros que idearon la caravana?
Sí, él como todos los mozos del pueblo. Tenía ya cuarenta y dos o cuarenta y tres años y era soltero. Una tarde en el bar vieron la película del Oeste y empezaron todos con el cachondeo. Decían: "¿Y si lo hacemos nosotros igual?" Y al final a lo tonto, mira, lo hicieron. Sé que hubo mucha faena pero colaboró el pueblo entero. ¿Y de qué modo crees que cambió las cosas?
Yo no estaba y te puedo decir sólo lo que me han contado. Sé que nadie se esperaba lo que iba a pasar, que tuvieron mucho ajetreo, que todas las casas estaban hasta arriba de gente y fue una fiesta como no se había visto. En el pueblo faltaba gente joven y esa es la gente que llegó. De todo aquello surgieron parejas dispuestas a quedarse, que es lo que en aquel momento hacía falta. ¿Crees que Plan sigue existiendo gracias a aquel evento?
Pues no sé qué hubiese pasado si no hubiese sido así. Sólo sé que el pueblo existe y que ahora estamos bien, no nos podemos quejar. Tenemos de todo: hipermercados, restaurantes, hoteles, farmacia, médico… Se está bien. Todavía hay gente que prefiere irse, como en todos los pueblos del campo, pero hay muchos otros que se quedan. ¿Tú nunca has pensado en irte a la ciudad?
¿Para qué? ¿A respirar humo de coches, estrés y vivir mal? ¿A comer un día sí y al día siguiente no sé? Yo soy ganadero y vivir aquí es una tranquilidad. Calidad de vida. Al que quiera venir, se lo recomiendo. ¿Como alcalde de Plan nunca has pensado en repetir y organizar otra Caravana?
A ver, si hiciera falta, lo haría, ¿por qué no? Pero no hace falta. Ya no hay tanto soltero aquí, casi ninguno en realidad. Las cosas son diferentes, todos nos movemos más y es más fácil quererse. ¿Qué quieres decir con "más fácil quererse"?
Pues que todo es más fácil. Hay internet, la gente tiene coche y se mueve de aquí para allá de fiesta… Quién quiere conocerse se conoce. Antes no era así, estabas más aislado. Estaban las del pueblo y si en el pueblo no había mujeres, no tenías mucho más que hacer. ¿Sabes que todavía, 30 años después, se siguen organizando este tipo de eventos en algunos pueblos de España?
Eso he oído, que nos copiaron (risas). Pero ahora las que hacen, las hacen por hacerlas, porque no hacen falta. Yo creo que lo hacen para coger fama, no porque sea necesario. Aquí cuando se hizo, se hizo porque era necesario y lo necesitaba el pueblo. Pero el problema de la despoblación rural es incluso más grave hoy en día. ¿No crees que estas iniciativas puedan contribuir a repoblar los pueblos de algún modo, como pasó en Plan?
Mira, lo que se necesita para repoblar los pueblos hoy son puestos de trabajo y economía. Porque si traes 300 personas pero no hay puestos de trabajo, ¿qué hacemos? Si no hay de comer, ¿para qué van a venir? Ahora no es una cuestión de mujeres, ya te lo digo yo, sino una cuestión de trabajo. ¿No te apuntarías a una Caravana aunque sea sólo por tradición familiar?
Lo siento, es que ya tengo pareja (risas). *** Y es que, aunque en los tiempos de Tinder pueda sonar algo desfasado, la caravana de Plan fue sólo la primera de un concepto que aún hoy se sigue utilizando. La asociación ASOCAMU, con Manolo Gozalo aka "El Cupido de Villaverde" a la cabeza, lleva más de 400 Caravanas de Mujeres organizadas en los últimos veinte años y se siente responsable de más de 150 parejas. Su objetivo, reza su web, es el mismo que entonces, repoblar la España rural a través de estas fiestas.

En Diario VICE hemos acompañado a una de las caravanas desde Madrid hasta un pequeño pueblo de Palencia y he podido participar, casi como un soltero más, en una de las juergas. Una noche entera de vino, pasodobles a todo trapo y damas y galanes de la tercera edad flirteando como adolescentes. Puede que este tipo de fiestas no sean la solución más ortodoxa a la despoblación del mundo rural pero he sido testigo de que, al menos, siguen sirviendo para llenar de vida por unas horas estas zonas del campo cada vez más abandonadas.

Si quieres ver cómo son hoy en día las caravanas de mujeres tienes que ver el reportaje de DIARIO VICE, hoy a las 00:05h en #0, el canal exclusivo de Movistar+ (dial 7).