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más hechos y menos palabras

¿Se puede decir ya que la camiseta rosa del Betis es lo más hipócrita del mundo?

El Real Betis decidió sustituir sus tradicionales franjas blancas por otras de color rosa para conmemorar el Día de la Mujer... pero, tras el caso de Rubén Castro, la medida parece cuando menos demagógica.

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Hace unas semanas, el Real Betis Balompié anunció a bombo y platillo su última iniciativa: para conmemorar la Semana de la Mujer, el club sevillano había decidido vestir una camiseta con franjas verdes y rosas en vez de sus tradicionales colores verdiblancos.

El Betis homenajeará a la mujer con una camiseta verde y rosa pic.twitter.com/IBL226kHtR
— Fútbol Español (@Futbol_Espanol) 1 marzo 2016

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Más allá del gusto estético —que nos perdonen, pero la combinación es horripilante—, lo cierto es que la decisión nos parece extremadamente hipócrita. Primero, porque no entendemos por qué el color rosa debería representar a las mujeres: es un cliché extendido, pero no por ello necesariamente cierto. Un poco como los iconos con falda de los semáforos de Valencia, vamos.

La segunda razón —y la más importante— es que el Betis es el club en el que juega Rubén Castro. No sabemos si recordarás su caso: se trata del jugador que fue procesado por amenazar y agredir a su ex pareja. El futbolista negó las agresiones, pero reconoció los ataques verbales. Eso de por sí ya merecería un serio toque por parte del club.

Lo más grave del caso, no obstante, es que en las gradas del Benito Villamarín se escucharon cánticos absolutamente infamantes contra la exnovia de Castro: "Rubén Castro alé, Rubén Castro alé, no fue tu culpa, era una puta, lo hiciste bien", cantaron los ultras en un partido frente a la Ponferradina. ¿Hizo algo el Betis contra esta gente? Pues no mucho, no. Y lo que es peor, se quejó de una supuesta "injusticia" cuando la Comisión Antiviolencia de la LFP propuso sancionar al club.

Lo más lamentable del caso, sin embargo, es lo que dijo el propio Rubén Castro cuando le preguntaron por los cánticos: "Cada uno es libre de decir lo que quiera. Esta afición, esta gente, con la que conecto muy bien, sólo trata de animar y apoyar siempre a sus jugadores. Yo les doy las gracias. ¿Qué si me parecen mal los cánticos? Ese tema no viene al caso".

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"Cada uno es libre de decir lo que quiera", fueron las declaraciones de Rubén Castro sobre los cánticos en el estadio. Hoy, de rosa.
— gemma herrero (@gemmaherrero) 6 marzo 2016

Después el futbolista aseguró que "se había expresado mal". En VICE Sports queremos creer que efectivamente se expresó mal, y que el Betis hizo todo lo que estaba en su mano por identificar y vetar de por vida a los ultras que cantaron todo eso.

Queremos creerlo, sí.

Pero, para decirte la verdad, nos ayudaría más a creerlo que hubiera hechos concretos en vez de camisetas de colores.

El Betis si quiere celebrar el día de la mujer que eche a Ruben Castro y no se ponga a poner rosa en la camiseta.
— Esteban Soler (@EstebanSol2303) 6 marzo 2016