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El Niño

El culto: Fernando Torres

De cara a la Euro 2016, incluiremos cuatro estrellas internacionales del balompié en "El culto". El primero en la lista es Fernando Torres.
Illustration by Dan Evans

De cara a la Euro 2016, incluiremos cuatro estrellas internacionales del balompié en "El culto". El primero en la lista es el enigmático delantero español Fernando Torres. Puedes encontrar más entregas aquí.

Grado de culto: el primero

En mi mente, el fichaje de Fernando Torres por el Chelsea lo deprimió, y por esto es que llegó a convertirse en uno de mis jugadores favoritos tan sólo por detrás de Zidane. Sé de lo que hablo, ya que también padecí depresión. Conozco la sensación de querer desconectarme de todo, pero sabes que sólo estás pretendiendo de una manera de la que no puedes escapar. ¿Cuál es la diferencia entre estar involucrado y pretender hacerlo? ¿Por qué te preguntas estas cosas? No lo sabes, ni tampoco cómo es que algo como dejar atrás al último hombre, y definir ante el portero, llegó a ser tan fácil en primer lugar.

La pregunta es, ¿por qué la transferencia le provocó depresión? Algo que siempre le pregunto a camaradas que también ha sufrido lo mismo, si es que en realidad creen en una estrategia de salida, es la razón de su depresión porque una vez que has cruzado los límites es posible de que vuelvas a hacerlo. Aún como chocolate cuando me siento deprimido. Prozac es como un chocolate que despierta a tu cerebro con una pistola de descargas eléctricas.

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La respuesta, en mi cabeza, es que era su deseo estar en un buen lugar. En el Atlético, fue el niño capitán que cargó el peso del sufrimiento de un equipo por el que nadie daba un peso ante el equipo más prestigioso de los aristócratas de la ciudad. En el Liverpool, fue la cabeza de lanza de un equipo con destellos de magia y tragedia, cuyos seguidores reconocen y se sienten parte de ello. En el Chelsea, Fernando fue abismal. En mi mente, su momento más feliz en Stamford Bridge es aquel momento en 2014 cuando escuchó el silbatazo final en el partido de vuelta de las semifinales de la Champions League en contra del Atlético. Supo que su gol anotado no era más que un pequeño susto para el progreso de su ex equipo.

He aprendido que asumir tanta sustancia en los futbolistas es un juego tonto y peligroso. No me importa. Es una fantasía.

Punto de entrada: alto

La vitrina de trofeos de Fernando es una tragicomedia. En ella se encuentran dos de los trofeos más codiciados que el futbol puede ofrecer: una Copa del Mundo y una Champions League. Sin embargo, su contribución para ganar ambas es casi inexistente. Su aportación más destacada es su único gol importante con el Chelsea ante el Barcelona para asegurar un lugar en la final de la Champions League. Y aunque probablemente me haya emocionado más que la mayoría al verlo definir ante el portero con una ventaja abismal entre él y el último defensor, es muy difícil considerarte parte integral cuando eres reemplazado en la alineación titular por Ryan Bertrand. Antes del Mundial de 2010, había dudas en la directiva de España por llevar a Torres a Sudáfrica, ya que su recuperación por la cirugía de rodilla al final de la temporada era todo una apuesta. Finalmente lo llevaron, y durante todo el torneo se ganó lo que sería su reputación para el futuro: completamente inútil, un total estorbo para todo lo que España intentaba hacer.

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En la Euro 2008 apenas fue un vendaval de goles. Pero lo importante con todo delantero es saber estar en el momento preciso. Es difícil recordar en estas instancias, pero antes del 2008, España era bastante torpe en torneos internacionales. No tanto como Inglaterra, pero de todas formas torpe, estancada con jugadores como Raúl, Luis Enrique, Etxeberria, Morientes, y Mendieta, y experta para ser eliminada de las competencias. En la Euro 2004 no pudieron salir de un grupo conformado por Grecia, Rusia y Portugal. En la Euro 2008, comenzaron a dominar un estilo que les aseguraría no ser eliminados de un torneo en seis años. Aquella competición fue su apogeo estético, cuando todo era más imperfecto, un juego impecable resguardado por Marcos Senna y orquestado por Xavi, la complejidad provista por Iniesta y David Silva, y los goles anotados por David Villa. Torres, Bota de Oro de la Euro 2012, fue una cortina de humo: dos goles ante el peor equipo del torneo, y nada más hasta el minuto 82 de la final. Peor para ese punto, los italianos ya estaban más que vencidos y habían tomado el vuelo de regreso a Roma para discutir con sus madres frente al televisor.

Y por esto es imposible afirmar que Fernando Torres posee un récord importante en torneos internacionales. Pero es igual de imposible negar que anotó el gol más importante en la historia del futbol español.

El momento: España 1-0 Alemania, Final Euro 2008, Viena

Durante la victoriosa era de España, "La Roja" se ha enfrentado a Alemania en dos veces en instancias finales, y en ambas han tenido el mismo problema: son alemanes, creen en el orden, y no se espantan. Así que requerirían de un sonido que Gerard Piqué describió "como un jet que pasó cerca de mí" para referirse a Carles Puyol, quien se alzó para anotar el único gol en la semifinales del Mundial de 2010, o de un delantero quien en efecto no tenía depresión.

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En la final estuvo en su punto más alto. Saltaba enérgicamente para ganar los cabezazos entre Mertesacker y Metzelder, ambos gigantescos defensores; su aceleración inicial que parecía originarse de su pecho —de su corazón— para llegar primero a cada balón. El gol del gane, la prueba de que España no era un torpe competidor en torneos internacionales, le gritó "tú primero" en cada una de sus células de su cuerpo. Le ganó la posición dos veces a Lahm dos veces y también a Lehman.

Palabras finales

"Fue como nadar con ropa puesta. Ahora sé cómo soy, y me siento bien. Al final las dudas sobre su calidad terminan por desaparecer", Fernando Torres, durante su estancia en Chelsea.

Texto @tobysprigings / Ilustraciones @Dan_Draws