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¿Qué se siente cuando te pegan un tiro en la cabeza?

Recuerdo todo pero nunca llegué a ver cómo me disparó esa persona. Nada. Estaba sentado en mi coche y de pronto pensé: "¿Qué me ha pasado?".
disparo cabeza

El castillo de Oheka cubierto de nieve el día en que intentaron asesinarme. Lunes, 24 de febrero de 2014, en Huntington, Nueva York. (Foto AP/Frank Eltman)

En el vídeo de vigilancia del estacionamiento para empleados del castillo de Gary Melius se puede ver al promotor inmobiliario caminando a grandes zancadas hacia la puerta de su coche. Diez segundos después, una figura sospechosa sale de un Jeep Grand Cherokee color bronce estacionado a unos metros, se acerca a la ventana del conductor y le dispara en la cabeza.

El hombre de 71 años sobrevivió al intento de asesinato. Sin embargo, la identidad del asesino y de la persona que lo contrató sigue siendo uno de los mayores misterios de Nueva York. El caso de Melius está en manos del FBI, que ahora dispone de acceso a los delitos sin resolver de la región tras la detención de James Burke, exjefe de la policía del Condado de Suffolk, por violar los derechos civiles de un hombre y conspirar para encubrir su delito.

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Recuerdo todo pero nunca llegué a ver cómo me disparó esa persona. Nada

La reputación pública de Melis como "persona influyente" que hizo donaciones considerables a candidatos tanto republicanos como democráticos a nivel local hizo que su intento de asesinato fuera del interés público; también contribuyó el hecho de que viviera en un lugar tan emblemático como el castillo de Oheka, donde se grabaron varias escenas de la película Ciudadano Kane y cuyo aspecto de cuento de hadas se dice que sirvió de inspiración para El gran Gatsby.

Antiguo fontanero educado en una familia humilde de Jackson Heights, Queens, Melius tuvo una juventud complicada, estuvo involucrado en el robo y la violencia en las calles, una etapa registrada brevemente en el reportaje "Rogue Police Union" escrito por Russ Baker y publicado en Village Voice en 1993. El hombre afirma que en los dos años desde que le dispararon, su mayor enemigo ha sido Newsday, el diario más destacado de la región.

El periódico ha publicado varios artículos poco favorecedoras sobre las relaciones y la postura política de Melius, incluyendo un reportaje de investigación escrito en colaboración con la prestigiosa periodista Sandra Peddie, titulado "The Insiders", en el que afirma que Melius recibió prebendas económicas a cambio de sus contactos. (Melius afirma que el artículo es "mentira".)

Hablamos con el superviviente de un disparo en la cabeza, que atendió nuestra llamada desde su despacho en el castillo de Oheka, donde ahora tiene expuesto un casco militar con su nombre grabado y una bala de plata, regalos de amigos para recordar el disparo fallido que casi le quita la vida.

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Gary Melius semanas antes de su intento de asesinato en febrero de 2014. (Foto AP /Paul Prince)

VICE: ¿Te gustaría decir algo antes de que empecemos?
Gary Melius: Que lo que me hizo Newsday es peor que el disparo que recibí en la cabeza.

Bien, empecemos por ahí. ¿Por qué dices eso?
Porque me han mencionado en 160 de sus artículos y en 16 titulares. Si traicionara a mi país o masacrara a un pueblo entero, seguro que no suscitaría tanto interés.

Pero nadie ha sobrevivido a lo que tú sobreviviste. ¿La atención de los medios ha resultado ser más de lo que esperabas?
No son los medios en general. El problema es Newsday.

Ya han pasado dos años desde el incidente. ¿Recuerdas algo?
Recuerdo todo pero nunca llegué a ver cómo me disparó esa persona. Nada. Estaba sentado en mi coche y de pronto pensé: "¿Qué me ha pasado?".

¿Perdiste la conciencia?
No.

¿Sentiste dolor?
Uy, sí. Mucho dolor.

Me cuesta mucho llegar a imaginarme de qué tipo de dolor estamos hablando. Nunca me he roto un hueso. ¿Qué se siente cuando te disparan en la cabeza?
Un dolor y un ruido muy intensos. Había un sonido dentro de mi cabeza que no paraba.

¿Era un zumbido en el oído?
No, estaba dentro de mi cabeza. Era un ruido que nunca voy a olvidar. Nunca lo había oído antes y nunca lo he vuelto a oír desde ese entonces. Era como estar dentro de una lata, creo. Muy fuerte.

¿Cuánto tiempo tardaste en darte cuenta de que alguien había tratado de asesinarte?
Cuando iba camino al hospital vi el agujero de bala en la ventanilla del coche. Ni siquiera sabía qué había pasado. Me sangraba la cabeza y la tenía envuelta en una toalla. Simplemente le dije a mi hija "Llévame al hospital".

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¿Te levantaste del asiento tú solo después del disparo?
Sí. Sabía que algo iba mal, pero no estaba seguro de qué era. ¿Me he dado un golpe en la cabeza? Sabía que tenía que entrar en casa. No veía bien. En el vídeo se ve que camino con torpeza. Vi la sombra de alguien y le dije: "Oye, imbécil, ¡ayúdame!" pero era el tipo que me disparó [risas]. No sabía quién era en ese momento.

¿Recuerdas el trayecto al hospital?
Recuerdo cuando entré y cuando me quedé dormido. También recuerdo que pensé: "Creo que ya me voy a morir". Y que no tuve miedo. Supongo que simplemente acepté lo que había pasado y sentí que me estaba quedando dormido. Como con anestesia.

Muchos dicen que ven una luz al final de un túnel.
No, nada. Sabía que la muerte era una posibilidad. Pero nada muy sentimental.

¿Sentiste paz en ese momento? He leído otras entrevistas que te han hecho y sé que te consideras una persona espiritual.
Lo único que me preocupaba era dejar a mi familia desamparada económicamente [risa amarga]. Mi vida es muy complicada.

El día del incidente saliste de tu casa para almorzar con [el exsenador estadounidense] Al D'Amato, ¿correcto?
Correcto.

¿El FBI ha hallado alguna vinculación entre tus contribuciones políticas y este atentado contra tu vida?
Todavía no. Acaban de empezar con mi caso. Pero yo sospecho de Jay Jacobs, el presidente del Partido Demócrata del Condado de Nassau.

¿Por qué?
Porque cuando estaba internado en el hospital, él no paraba de hablar mal de mí y de decir que era "una lucha política a muerte". Me resultaba curioso que hubiera escogido esas palabras, teniendo en cuenta que yo estaba postrado en la cama de un hospital sin poder levantarme.

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¿Lo conoces?
Oh, sí que lo conozco.

¿Cómo eliges a los candidatos que apoyas?
Tienen que caerme bien. Creo que nuestro país es un desastre y que todos somos tribales. No vemos al candidato. Simplemente votamos porque estamos de acuerdo con la ideología del partido. Podríamos tener a Hitler como candidato y la gente que apoya al partido votaría por él.

¿Tu forma de ver la violencia ha cambiado desde el incidente?
En realidad, no. No tengo armas.

Michael Edison Hayden ha escrito asiduamente para el New York Times, el Departamento de Asuntos Exteriores, Los Ángeles Times y National Geographic, entre otras publicaciones.

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