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Una mítica fuente neoyorquina en Las Cruces será restaurada con una exposición de arte

El Instituto Distrital para el Patrimonio Cultural está restaurando La Garza. Para que vuelva a tener agua se recolectarán 70 millones de pesos con una exposición anónima de arte en octubre.

En el epicentro de Las Cruces, un barrio situado en el centro de Bogotá a espaldas de la Plaza de Bolívar, se desdibuja una silueta de unos siete metros de alto: una fuente de hierro con una garza ornamental que alguna vez sacó agua por su boca. Su nombre, la Fuente de la Garza.

Fotografía archivo cortesía IDPC.

Las inscripciones ––"J. W. Fiske. 26 (…) 8 Park Place New York"–– indican fácilmente su origen y tránsito: del corazón de Estados Unidos al primer barrio obrero de la capital colombiana. La compra fue hecha por el gerente de la Compañía de Acueducto de Bogotá, Ramón B. Jimeno, a finales del siglo XIX.

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De acuerdo con el arquitecto Santiago Pradilla, esta era la principal fuente de agua potable del barrio: se armaban filas enteras para recoger agua de allí. Cuando lo visité a su oficina en Teusaquillo, me contó que desde que dejó de dar agua, la fuente se convirtió en el basurero del barrio.

Primero la instalaron en la Plaza de las Nieves y poco después en la Plaza de San Victorino, me contó Alfredo Barón, historiador del IDPC. "La compraron, primero, porque en esa época en Colombia no fabricaban objetos de hierro y, segundo, porque querían reemplazar las fuentes coloniales ya presentes por la ciudad", me dijo.

Fotografía del estado de la fuente antes de su restauración. Cortesía IDPC.

Según un documento del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC), la fuente de hierro fue traída a Bogotá en 1891 y se paseó por varios lugares antes de llegar al barrio obrero. Fue en 1911 que llegó al centro del barrio. Así lo confirma una pequeña y casi ilegible placa de mármol blanco que dice: "Julio 20 de 1911, siendo alcalde de Bogotá Don Manuel María Mallarino".

El documento, que en realidad es un libro que recoge memorias del barrio llamado El venerable barrio de las Cruces (Ballen, 1999), afirma también que la fuente llegó a petición de los vecinos al centro del parque del barrio porque necesitaban abastecimiento de agua.

De hecho, según el diagnóstico "Estado de conservación y propuesta de intervención", realizado en 2014 por el IDPC, la Fuente de la Garza está en estrecha relación con la evolución del sistema de agua potable de Bogotá, pues con la llegada tardía del acueducto en diferentes sectores de la capital a principios del siglo XX, la fuente ayudaba a brindar agua a los residentes de Las Cruces.

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Según Barón, en Las Cruces, como en varias zonas de Bogotá en las que no existía la noción de agua potable, "había únicamente pilas o chorros coloniales que tenían muy poca presión de agua". Así pues, cuando la fuente iba a ser trasladada de la Plaza de San Victorino (donde estuvo cerca de cinco años) los vecinos de Las Cruces la reclamaron para el centro de su plaza.

La fuente perdió su función hace varios años por su estado de oxidación: la base que recibía el agua que botaba la garza por su boca era muy pesada y poco a poco iba dejar de soportarla. Sin embargo, según Barón, no se sabe a ciencia cierta en qué año pasó esto. Sólo se sabe que la fuente se fue dejando de lado, cuando perdió su función.

Fotografía cortesía del IDPC.

Con esto en mente, y al ver el estado actual de la fuente, Santiago, junto a su primo Sebastián Serna, dueños de un taller de arquitectura llamado El taller de (S) ––que se ha ganado varios premios de arquitectura y se ha dedicado últimamente a la restauración de estructuras antiguas de la capital–– decidieron hace más o menos un año convertirse en los padrinos de este monumento para retomar lo que alguna vez La Garza significó en este sector de la ciudad.

No se trataba de restaurar un monumento para dejarlo de adorno, sino más bien volverlo a convertir en lo que alguna vez significó para esta comunidad: querían darle agua a la fuente que perdió su importancia con el tiempo.

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Con la ayuda del IDPC, Anamaria Muñoz y la Unión Temporal Monumentos Teyfu conformada por la Fundación Funcores y el Restaurador Temístocles Suarez con una restauración que lleva haciéndose desde julio de este año, Santiago y Sebastián decidieron hacer una recopilación de historias y documentos históricos para darle vida a la fuente de nuevo. Con un programa de la Alcaldía llamado "Adopta un monumento" decidieron empezar un proyecto que permitiera volver a tener la fuente con su debido funcionamiento.

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Para ello, hablaron con los habitantes del barrio, encontraron archivos que explicaban la función de cada parte de La Garza y próximamente van a preparar una exposición de arte para mostrarle a los ciudadanos un monumento que alguna vez fue el epicentro social importantísimo.

La exposición, que tendrá lugar a finales de octubre, junto con las ferias más importantes de arte del país, necesita recoger 70 millones de pesos que le faltan a la restauración de La Garza para que quede como nueva.

La fuente ya está siendo restaurada por el IDPC y será entregada al barrio de nuevo a más tardar el otro mes, para que con el proyecto de Santiago y Sebastián se complete su restauración y dé agua de nuevo.

Restauración de La Garza. Fotografía cortesía del IDPC.

Restauración de La Garza. Fotografía cortesía del IDPC.

Santiago dice que lo que quieren es "hacer un acto simbólico de mostrarle a la gente lo que queda más allá de la Plaza de Bolívar y que la ciudad se abra de sur a norte. Queremos tejer ciudad y recuperar historia". Para ello la exposición es una herramienta que va a atraer personas de toda la ciudad, para que vuelvan a este barrio, vean este monumento que es patrimonio del país y compren un cuadro con una causa.

La exposición será anónima y se presentarán 140 artistas que mostrarán sus obras con el mismo marco y sin un nombre que califique el trabajo. "La hicimos anónima para que los compradores colaboren con el acto urbano de la recuperación de La Garza… Y compren un cuadro que les gusta, sin orientarse por el nombre del artista", afirma Santiago.

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La exposición tendrá lugar entre el 29 y el 30 de octubre de este año. Pronto, más detalles.