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La tala está acabando con el hábitat del oso panda en China

Quedan menos de 1,900 pandas en estado salvaje, la mayoría de ellos en la provincia de Sichuan, en China.
Imagen por Diego Azubel/EPA.

Este artículo fue publicado originalmente en VICE News, nuestra plataforma de noticias.

La tala en los Santuarios del panda gigante de Sichuan, en China, ha acabado con una extensión de 13 kilómetros cuadros del hábitat del icónico oso, a pesar de los esfuerzos del gobierno para acabar con esta práctica, de acuerdo con el grupo ecologista Greenpeace.

Se trata de una superficie equivalente a más de 1,800 campos de fútbol en una zona boscosa protegida en las altas tierras del centro meridional de China.

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El informe de Greenpeace sobre Asia Oriental, publicado el miércoles, señala que las débiles regulaciones en materia forestal del país permiten que zonas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO sean explotadas con fines económicos "poniendo en peligro la vida silvestre y tesoros del mundo natural" como el panda gigante.


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"Las grandes áreas de bosque virgen son condición básica para la supervivencia y reproducción de los pandas gigantes en su hábitat natural", dice el documento. "La deforestación reduce y fragmenta aún más el hábitat natural, ya de por sí limitado para esta especie, y es una amenaza directa porque afecta a las zonas donde se alimentan y que utilizan para migrar.

Todo ello "aumenta el riesgo de que sus pequeñas y dispersas poblaciones se aíslen cada vez más, lo que limitaría sus posibilidades de mantener contacto entre sí y reproducirse".

China ha tratado de frenar esta práctica; la última vez en 2012. Sin embargo, sus regulaciones contienen un vacío legal que permite la sustitución de bosques naturales por plantaciones, una práctica que un funcionario chino citado en el informe asegura que se utiliza de forma abusiva.

"En términos de conservación de los bosques, el problema más urgente y más grave que enfrenta China ahora es la deforestación de los bosques naturales bajo el pretexto de la reconstrucción de los bosques de baja funcionalidad", opinó Zhou Lijiang, jefe adjunto ingeniero de la Investigación Forestal en la provincia de Sichuan, en conversación con Greenpeace.

El grupo ecologista ha pedido a China que acabe con ese atajo legal y refuerce la protección de los santuarios antes de que amplíe su programa de protección de los bosques en 2017.

Quedan menos de 1,900 pandas en estado salvaje, la mayoría de ellos en la provincia de Sichuan, según informó el gobierno de China en febrero. Si bien la población de estos pandas viene recuperándose desde el 2003, más de 200 osos, que viven en grupos aislados, se encuentran en situación de alto riesgo.

Sigue a Matt Smith en Twitter: @mattsmithatl