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Música

David Bowie, joven y totalmente electrizante

Charlamos con el legendario fotógrafo, Mick Rock, acerca del nacimiento de Ziggy Stardust.

En 1972, un ser extraterrestre brillante llegó a la Tierra y alteró para siempre el curso del rock'n'roll. David Bowie lanzó su estremecedor álbum The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars el 16 de junio de 1972 y con él, a un astronauta delgado, reluciente y contorsionista que bailó ostentosamente sobre la línea entre niño y niña, humano y alienígena. En la primera fila de este show glamoroso estaba el fotógrafo Mick Rock, el británico educado en Cambridge que hoy es mejor conocido como «el hombre que fotografió a los años setenta», pero que comenzó su carrera como un fotoperiodista larguirucho en la revista Oz. El documentar la historia, para Rock, fue una consecuencia fortuita de haber pasado el rato con sus ídolos —que luego se convirtieron en sus amigos— Iggy Pop, David Bowie y Lou Reed. Ahora, más de 40 años después, Rock lanzará un libro de fotos de edición limitada a través de Taschen. The Rise of David Bowie: 1972-1973 incluye cientos de imágenes inéditas de Bowie tomadas entre 1972 y 1973, cuando Rock fue su fotógrafo oficial ("oficial", explica Rock, era un término bastante inestable). Sólo se imprimieron mil 972 copias del libro, firmadas por Bowie y por Rock.

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La semana pasada, nos encontramos con el fotógrafo legendario en el Roosevelt Hotel en Los Ángeles para una sesión de narración épica sobre Bowie, sobre hacer lo que querías en los días previos a las máquinas de fax y sobre su nuevo libro y coincidente exposición, Shooting for Stardust: David Bowie and Co. cuya inauguración fue el jueves 10 de septiembre en la Taschen Gallery en Los Ángeles.

¿Te han llamado el fotógrafo "oficial" de Bowie? ¿Qué tan oficial eras? Las disqueras tenían sus propios fotógrafos, pero muchos artistas querían trabajar con personas que conocieran. Nadie me contrató y el manager de Bowie nunca le pagó nada a nadie. Pero en virtud de lo que estábamos haciendo, la gente empezó a darse cuenta. Hubo una sesión de fotos que hicimos al inicio, la de Bowie en el espejo. Fue entonces cuando le dijo a su manager, «Mick me ve como yo me veo a mí mismo». Ahí fue cuando pegó. Ahí fue cuando me llevaron a Estados Unidos. No me pagaban, pero pagaron todos los gastos. En aquel entonces no necesitabas mucho dinero para vivir.

Así que eras la persona oficial no oficial a la que recurrían… Por lo general era el único fotógrafo cerca en ese momento, no había muchos medios de comunicación. A todos les gustaba la idea de un artista que no era tan bien conocido con un fotógrafo oficial. Era parte del hype. Hay una maravillosa imagen de David vestido de blanco en The Plaza Hotel. Tenía a tres guardaespaldas a su alrededor. En ese momento, no hubieras podido arrastrar a la gente de la calle a molestarlo. Pero hacia el final de la gira, todo había cambiado. Cuando regresó a Inglaterra era un total pandemónium. Lo interesante, recordando las fotos, es que puedes ver a la audiencia. En un primer momento, simplemente lo miraban. Pero al final, hay personas subiendo al escenario y agarrándolo.

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Has dicho que te considerabas el guardián de su imagen. ¿Qué quieres decir con eso? Me consideraba "un" guardián, no "el" guardián. Soy muy cuidadoso con la distinción, porque David ha trabajado con una gran cantidad de fotógrafos. Para ser honesto, no estaba interesado en la pinche opinión de algún editor. Sólo estaba interesado en lo que pensaran Iggy, Lou y David. Como con todos estos personajes, me identificaba mucho con ellos. Quería que amaran lo que estaba haciendo. Tengo muchas fotografías que no he lanzado nunca. Incluso cuando estuve en la ruina, nunca haría algo así. Todas eran personas que me agradaban y con quienes tenía una estrecha relación. Esa línea de la explotación que todos seguimos —tú me estás explotando para un artículo, yo estoy explotando los actos, los actos están explotando a todo tipo de personas— es la naturaleza de este animal al que todos estamos atados. Pero hay una cierta responsabilidad que trae consigo.

Todo el mundo está loco por tu foto de Bowie y Mick Ronson comiendo en el tren. ¿Has descifrado el porqué? No sé, ¡dime tú! Creo que una de las razones es que todo es tan mundano, el entorno y la suavidad de la comida (chícharos y papas cocidas), a excepción de estas dos criaturas tan exóticas. Por supuesto, David no tenía cejas, así que eso le agregó sabor. Un día las tenía y al día siguiente vino a comer y se las había afeitado. Esa imagen se publicó bastante pequeña en el libro Moonage Daydream que hicimos Bowie y yo. Pensé que era una imagen de menor importancia, pero resulta que pude haber vendido más copias de ésa que de cualquier otra cosa. Es curiosa. También creo que tiene otro elemento: es la mirada momentánea entre los dos que se ve muy conspiradora, como si fueran a enfrentarse a un reto y lo tuvieran bajo control. Los pocos medios de comunicación que existían en ese entonces, ellos los abarcaban en demasía.

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Todos lo queremos saber, así que tengo que preguntártelo: ¿cuánto tiempo se tardaba Bowie en alistarse? En general, él se maquillaba. En el libro hay muchas fotos de él alistándose. Una de mis favoritas es cuando parece que está a punto de arrancarse la máscara, pero, por supuesto, no lo hace. Se tardaba bastante pero se volvió muy eficiente. El cabello tenía que estar elevado y tenía a una asistente de vestuario (la esposa de Mick Ronson) que le ayudaba con el peinado y el maquillaje y a organizar la ropa. David se cambiaba de atuendos constantemente. Durante ese período de 20 meses —una vez lo conté— fotografié a David con 74 trajes diferentes.

Es seguro decir que tu trabajo nunca ha sido tan popular como lo es ahora. ¿Cuál es el secreto? ¿Quién demonios entrevistaría a un fotógrafo de rock en aquel entonces? ¿A quién le interesaría? Lo bueno del Internet es que, después de que tuve mi cirugía de bypass a corazón abierto en la Navidad de 1996, el interés por la fotografía del rock clásico como la mía estaba empezando a aparecer en las galerías. Por supuesto, la máquina necesitaba ser alimentada, la bestia siguió creciendo y creciendo. También tuve a muchos sujetos importantes, desde Syd hasta Lou hasta, de Iggy a David y hasta Debbie. En verdad creo que todos tienen un destino. Pero no todos desarrollan la capacidad de unirse con su destino. Mientras que yo, mi nombre es «Mick Rock». Parece que hubo algún truco desde allá arriba.

¿Qué sigue? Bueno, está el libro de Bowie. Estoy muy entusiasmado con este libro. Más del 40 por ciento del libro son imágenes nunca antes vistas y hay un documental que VICE está haciendo sobre mí. Estoy grabando mi show en Ovation TV [On the Record with Mick Rock]. Quiero hacer un libro de gatos, pero todos quieren que haga más libros de rock.

The Rise of David Bowie: 1972-1973 se lanza a finales de este mes, a través de Taschen. Shooting for Stardust: David Bowie and Co. se estrena en la Taschen Gallery en Los Ángeles el 10 de septiembre.