Homoticones, por Juan Pablo Echeverri

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Homoticones, por Juan Pablo Echeverri

Durante los pasados 16 años, Juan Pablo Echeverri se ha dedicado exclusivamente a hacer autorretratos en fotografía y video, pariendo en el camino centenares de personajes inquietantes.

Durante los últimos 16 años, Juan Pablo Echeverri se ha dedicado exclusivamente a hacer autorretratos en fotografía y video, pariendo en el camino centenares de personajes inquietantes, todos Echeverri.

O ni siquiera.

Todos Echeverri™.

En sus videos, en su mayoría covers o versiones de himnos hiper-radiales grabados durante sus viajes por el mundo, este melómano consumado y fechichista de todo lo pop ha sido C​atalana del Rey, mariC​arey y el mejor: Mari​conna. Ha sido muc​has divas. Incluso alguna vez se paseó por Bogotá como una florecita rockera, literalmente, en su video aficionado de "Tréb​oles" de Andrea Echeverri. Para su serie fotográfica Supe​rsonas se convirtió en nueve superhéroes favoritos del catálogo pop. En Famoustros, enmonstruos famososPara Mucho​ Macho, en todos los exponentes de la lucha libre mexicana. Para Bo​Yos fue muchas mujeres y para dEL CL​OSET, muchos… ¿muchos qué?

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Sin proponérselo, a través de sus rutinas cotidianas (que muchos llaman arte y otros trabajo) Echeverri confronta al espectador con un concepto bastante polémico: la identidad.

¿Qué es?

Y lo que no deja de ser más perturbador: ¿Quién soy y por qué?

Bien mirada, su obra pega profundamente.

El punto de quiebre en su carrera vino en 2003 con su primera exposición individual en el Museo de Arte Moderno de Bogotá. Una muestra que, según él, definitivamente no pasó desapercibida, entre otras cosas por un escándalo que había en el recinto por una exposición de muñecas Barbie que se llevó a cabo en paralelo. "Fue así como recibí el apodo de 'Miss Fotojapón', apodo que sin querer me puse yo mismo al titular así mi serie de ​fotografías diarias de documento que estaba exhibiendo". Desde entonces, Echeverri, quien lleva ya 14 años con este experimento por el que quizás es hoy más reconocido, ha expuesto su trabajo en galerías y espacios de Colombia y el exterior, en lugares como Argentina, Cuba, México, Sao Paulo, Londres, Nueva York y Barcelona.

A propósito de su serie Homoticones, inspirada en los emoticones de chat, hablé con él y de paso le hice algunas preguntas que hace rato tenía ganas de hacerle.

VICE: ¿Cuál es la historia detrás de Homoticones?
​Juan Pablo Echeverri: Cuando estábamos en la universidad, una amiga era fanática a morir de los emoticones. Yo siempre he amado a Pac-man y él es un poco el origen de ellos. Mi amiga solía hacer emoticones para MSN Messenger y nos divertíamos mucho intercambiándolos, y desde ese entonces, hacia el 2005, siempre pensé que hacer una serie de autorretratos como emoticones sería espectacular.

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Por lo general la gente piensa que mis series son algo así que se me ocurrió ayer, que hice hoy y que muestro mañana, pero no. Soy súper calculador y obsesivo y no dejo puntada sin dedal cuando se trata de mi trabajo. Aunque parezca que estoy deambulando por la vida, todo el día trabajo, mi cabeza está siempre maquinando y procesando información que en cualquier momento se convierte en un punto de giro que puede ayudarme a tomar una determinación frente a una idea que tengo hace años. Al igual que un computador, tengo ventanas abiertas que de vez en cuando minimizo y solo vuelvo a abrirlas cuando estoy listo. Incluso a veces se abren solas.

De manera que hace un año le llegó el turno a los emoticones. Tras la experiencia de trabajar con efectos especiales de maquillaje en mi serie Famoustros, pensé que sería interesante hacer los emoticones lo más análogos posibles. El resultado fue nefasto. De hecho fue la primera vez en toda mi carrera que no ha funcionado un fotoshoot. Aparte de haber hecho mierda mi cara tratando de convertirme en emoticón a punta de latex, terminé pareciendo más una especie de marciano u hormiga atómica.

Después de ver el resultado entendí que iba por el camino equivocado y que para realmente lograr estos emoticones tenía que entregarme de lleno al Photoshop. Es decir, hacer las muecas y luego siluetear ojos y boca. Aun así, fue un proceso larguísimo, de más de seis meses trabajando en ellos hasta que por fin llegaron a donde están ahora.

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Para producir esta serie realicé tres sesiones de fotos. En la primera sesión hice muecas pensando tal cual en los emoticones que había escogido desde 2005, las 16 caritas básicas de MSN, antes de que comenzaran a animarlas. Debido a su histrionismo, fui súper exagerado con los ojos y las lenguas y las sonrisas. Sentí que habían funcionado, pero al llegar a mi casa y comenzar a sacar los ojos y la boca para situarlos en el círculo amarillo, me di cuenta que parecían un poco dementes los ojos desquiciados y demasiado exagerados. Fue entonces cuando hicimos la segunda, en la cual hice lo mismo pero esta vez bajándole a la exageración y buscando que fueran más humanas las caras. Aún así se sentían vacíos los ojos y un poco tiesos. De manera que gracias a una amiga con la que estaba hacienda las fotos, que comenzó a decirme cosas como "¡Te acabas de ganar un millon de pesos!¨ o "Te está mirando el chico que te gusta" y ese tipo de cosas que suelen decir en los castings para "medir" el nivel de expresividad de los actores para comerciales, dimos con las muecas y gestos adecuados y así procedimos a trabajarlos digitalmente gracias a las manos mágicas de Gabriel Carvajal, un amigo fotógrafo que hace magia con el Photoshop.

En tiempos de comunicación vía chat y en términos de expresión emocional, el emoticón se ha convertido en la moneda corriente. Como que ya no te digo "te quiero" sino que te mando la carita del besito. ¿Te inquieta este panorama?
No, no me inquieta realmente. Creo que hemos vivido la evolución natural de este fenómeno, soy parte de esta sociedad que es víctima de los emoticones y me encantan. Me gusta también cómo pueden usarse de manera ambigua y a veces prestarse para malinterpretaciones o simplemente para suavizar un insulto. Es más, a veces la falta de uso de ellos puede hacer que la comunicación vía texto y Facebook sea un poco seca. Es la forma de ponerle cara a esas palabras. Me pasa algo curioso y es que cuando las estoy enviando, en ocasiones me doy cuenta que yo mismo estoy hacienda la cara, es decir, si estoy enviando "carita triste", me doy cuenta de repente que estoy haciendo carita triste.

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¿Cuál es la pregunta detrás de la serie? ¿Hay pregunta?
Más que una pregunta, en principio me llama mucho la atención cómo estas caritas se han vuelto parte de nuestro día a día. Hoy en día no hay mensaje que no contenga una de estas, pues es la única manera de llenar de "emociones" algo tan impersonal como un mensaje de texto o email, etc. Me fascina cómo dependemos de ellos y cómo suavizan situaciones. Podríamos tener conversaciones limitándonos a usar solo caritas. Así mismo, me interesaba deshumanizar y sacar de contexto gestos de una cara real en función de recrear algo tan artificial y básico como un emoticon. Además de esto, en mis últimos trabajos he estado alterando mi imagen de manera extrema y me parecía un buen paso para seguir. Después de Supersonas, Famoustros y Peloquitas, Homoticones era una excusa perfecta para seguir desarticulando mi apariencia para convertirme esta vez en algo tan abstracto pero concreto como un emoticon.

¿Dónde se ha expuesto la serie?
La serie ha sido expuesta únicamente en La Feria Odeon, este mes, y anteriormente hice una instalación callejera con seis de ellos en Bogotá. Gracias a un patrocinio de Epson se reprodujeron en papel fotográfico resistente al sol y lluvia, y se instalaron el la 70 con 7, en la fachada del Gran Batel, esa casa abandonada cuyo muro vive invadido de todo tipo de cosas. Lo pintamos de blanco y los nichos de negro y ubicamos una carita por cada nicho. El 20 de noviembre viajo a México DF a instalarlos en el Centro Histórico, a manera de instalación pública y esta vez con autorización, no como en Bogotá que tocó hacerlo a escondidas porque la ignorancia de los dueños de ese muro no les dio para entender que era algo positivo, obligándonos a hacerlo clandestinamente.

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¿Cuál es tu emoticón favorito?
Hmm… difícil… mi favorito creo que es el que esta sonrojado y el que se escribe "dos puntos p" (lengua afuera), claro que después de haber hecho los míos no puedo realmente pensar en los originales. El de la cremallera me fascina y el que está en shock también me encanta. El que tiene cejas de duda sospechosa también me encanta y por supuesto el "nerd". El de la gafa cool va y viene, pero después de haberlo hecho lo amo. Mejor dicho, no puedo escoger.

¿Te llevó este ejercicio a reflexionar sobre emociones/sentimientos "nuevos" o inexplorados? Pienso por ejemplo en el emoticón con la boca/cremallera cerrada que significa algo como, ¿"enclosetamiento"?
Pues de alguna forma sí me hizo sobreanalizar los sentimientos. Hubo uno, que ahora que lo pienso es de mis favoritos, que no pude hacer pues era físicamente imposible, el que se escribe "dos puntos s", que tiene la boca como una S horizontal. Él me encantaba y creo que es de los que más uso. Traduce una sensación de entre insatisfacción y shock mezclado con algo de frustración. El de la cremallera simplemente tiene un secreto que no puede contar entonces los ojos están que se revientan por decirlo. Cuando los estaba haciendo tenía miedo de hacer este, pues pensé que la cremallera no se integraría jamás. Pero resultó muy bien.

¿Quisieras llevar esta serie a una colección de emoticones real?
La idea original era que se hiciera el app para poderlos enviar, pero al parecer es muy complicado; sin embargo me encuentro trabajando en eso para ver cómo se puede hacer. No lo descarto. Ya lo pudimos hacer para facebook, pero la gente tendría que "typear" códigos así que no funcionaría muy bien porque no veo a la gente recordando que "h672md" significa carita a punto de vomitar, de manera que toca seguir buscando opciones.

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El título de la obra insinúa un juego de palabras interesante, que por demás también está presente en otras obras tuyas como Mariconna o incluso en Miss Foto Japón. ¿Tiene algo que ver el hecho de ser gay con tu arte?
Me gustan los juegos de palabras. Me gusta sugerir cosas con los títulos. Este título en particular me ha costado mucho trabajo, puesto que estos emoticones no tienen nada de gay, quizás el hecho de que el que los hizo es gay es lo único que hay de gay en todo el asunto, de manera que aunque desde 2005, cuando los pensé inicialmente, ya sabía que se llamarían así, estaba un poco en negación pues era gratuita la cosa. Sin embargo, tras haberlos bautizado "Caritas" tan pronto los terminé, decidí cambiarles el nombre a última hora, buscando darles un poco más de esa identidad que tiene un Echeverri™. Lo interesante es que yo me refiero a ellos como "Caritas". Pero creo que Homoticones era un título un poco más "universal"…

Algo interesante es que cuando los estaba haciendo solía salir por centros comerciales con unas primeras impresiones a preguntarle a gente qué creía que eran, y la mayoría de la gente siempre decía de primer o segundo lugar "una mujer", lo cual me parece curioso, pues tiene que ver con mis ojos y boca. Yo siempre de chiquito tuve cara de niña, era igualito a Vada, la niña de Mi primer beso, y eso me costó muchísimo e hizo que mi vida creciendo en el maldito Colegio San Carlos fuera una desgracia. Y curioso que ahora termino aprovechando eso mismo que antes era una maldición como lo contrario, esos ojos ultra expresivos y con pestañas de Bambi y esa boca de negra con la que ahora he podido hacer realidad mi sueño de ser emoticon.

Respeto a lo tuyo, siento que no es tanto un artista creando una obra de arte a partir de preguntas muy profundas, sino un tipo creativo viviendo a su manera y ya.
Estoy acá solamente para señalar cosas que veo en el mundo que me interesan y que me parece que tienen que ver con todos nosotros, los habitantes de la Tierra. No estoy acá para hacer discursos de ningún tipo ladrillo, para hacer reflexionar a la humanidad o para salvar a nadie de nada. Me divierto muchísimo observando el mundo y haciendo lo que hago, no lo hago por ni para nadie. Así no fuera considerado arte ni me diera el pan de cada día, lo seguiría haciendo. Creo que si los "artistas" dejaran a un lado tanta pretensión lo pasarían mejor y dejarían el esnobismo en que se han sumergido. Una exposición de arte hoy en día puede resultar más densa que un funeral, y la vida ya es suficientemente dura como para densificarla aún más.

Es inevitable no pensar en el concepto de "identidad" y cómo se problematiza cuando uno se acerca a tu trabajo. ¿Para ti que significa la palabra?
Identidad. Muchos piensan que es algo con lo que nacemos, igual que la "personalidad". Mientras más pienso al respecto más me concientizo de que es algo que cada uno de nosotros construimos a nuestro gusto. Claro, también se define a medida que crecemos. Somos producto de nuestro entorno al fin de cuentas, y quizás si a mi no me hubieran dicho "marica" durante 12 años en un colegio como el San Carlos y me hubieran "bulleado" toda la vida, sería un imbécil más de esos encorbatados panzones y calvos con esposas feas teticaidas y llenas de estrías producto de sus dos hijos quitatiempo y sacacanas sentado en una oficina from 9 to 5 pretendiendo estar haciendo "lo correcto" y dando lo mejor de mí mismo. Sin embargo tenemos el poder para construirnos a nuestro propio gusto. Creo que soy quien siempre he querido ser y me siento a gusto con eso.

;)

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