Este artículo hace parte de la edición de junio de VICE.Aunque la mayoría de pueblos y ciudades de Madagascar ha contenido el brote de una peste que comenzó en el país en agosto de 2015, alrededor de 3.000 personas que viven en un botadero de basura ubicado en las afueras de Antananarivo, la capital, siguen en riesgo de contraer la enfermedad. Los habitantes de "Ralalitra" (La ciudad de las moscas) pasan los días buscando comida entre escombros, ratas y cadáveres. SAMVA, la compañía privada que contrató el Gobierno para que administrara la instalación, niega la existencia de estos asentamientos y ha amenazado a los fotógrafos y periodistas que han intentado documentar la vida en el lugar.
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