Ilustración de un cráneo de rayos X rodeado de hongos psicodélicos, manos en oración y rayos de sol
Collage por Cathryn Virginia. Imágenes de Getty.
Tecnología

La terapia psicodélica necesita confrontar las experiencias místicas

Mucha gente tiene una experiencia espiritual con los psicodélicos. La forma en que le dan significado podría estar influenciada por las creencias metafísicas de sus terapeutas.
ÁG
traducido por Álvaro García
LC
traducido por Laura Castro
DS
traducido por Daniela Silva

Artículo publicado originalmente por VICE en inglés.

Kevin tenía los ojos cerrados, pero en lugar de la oscuridad habitual en la parte posterior de los párpados, estaba mirando a través de un marco hacia el espacio exterior. El cosmos se extendía ante sus ojos. Comenzó a pensar en la teoría de la relatividad de Einstein. Apareció la ecuación E = mc2 e intuitivamente entendió lo que significaba, más que nunca.

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Era el año 2011 y Kevin estaba acostado en una cama en una clínica de ibogaína en Baja California. Kevin, que usa solo su primer nombre para proteger su privacidad, estaba participando en una prueba de observación sobre cómo la droga psicodélica podría ayudar a las personas con adicciones.

Kevin había estado anteriormente en un programa de 12 pasos por su adicción a los opiáceos, pero el ángulo religioso no le había atraído. “Cuando estaba en rehabilitación, me incomodaba esta estructura judeocristiana protestante de Dios”, dijo Kevin.

Tenía la firme convicción de que no quería ningún elemento espiritual en su próximo tratamiento. La clínica de ibogaína en México, que VICE visitó en 2014, encajaba a la perfección. La preparación incluyó solo un examen físico y un electrocardiograma. Su habitación estaba amueblada como un típico cuarto de hotel en un resort junto a la playa. Una enfermera lo acompañó toda la noche para controlar sus signos vitales. Esta experiencia con la ibogaína lo encaminó hacia la recuperación; ahora es un asesor sobre adicciones.

Sin embargo, no significa que no tuviera una experiencia espiritual. “Para mí, el poder superior que tuve que confrontar fue el de los procesos evolutivos, la naturaleza del cosmos, en un marco puramente determinista, un planteamiento de leyes matemáticas, nada sobrenatural”, dijo Kevin.

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Su viaje reveló cómo las experiencias psicodélicas, incluso aquellas que tratan un tema específico como la adicción, pueden tener un componente espiritual inefable, pero que es único para la persona que lo experimenta, como el encuentro de Kevin con E = mc2. Cuando recuerda su estancia en la clínica, “es difícil transmitir el significado de la experiencia sin entrar en territorio espiritual”, señaló.

La terapia psicodélica está en camino. La legislación se está flexibilizando, se están realizando pruebas clínicas y se están registrando patentes. El Consejo Asesor de Psilocibina de Oregón se anunciará en marzo, lo que conducirá potencialmente al primer experimento nacional en el que los terapeutas podrían obtener licencias para practicar terapia con psilocibina, el ingrediente alucinógeno de los hongos mágicos. Teniendo en cuenta los resultados prometedores de la investigación, la terapia psicodélica podría ser una nueva y necesaria opción para las personas con depresión, adicciones, trauma, trastornos alimentarios y otros padecimientos. Pero a medida que se consolida el campo, se enfrenta continuamente a problemas potenciales, uno de los cuales es la espiritualidad y cómo encaja en un entorno médico y terapéutico. 

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El director asociado del Centro de Investigación Psicodélica y de la Conciencia de la Universidad Johns Hopkins, Matthew Johnson, publicó recientemente un artículo de opinión que describió en Twitter como sus “95 Tesis”. En el documento, Johnson describió áreas clave a las que cree que el campo de la terapia psicodélica debería prestar atención, para no dejarse llevar por la emoción del momento. Una sección del artículo se enfoca específicamente en la presentación de creencias religiosas o espirituales por parte de investigadores o médicos.

“Para los científicos y clínicos psicodélicos de hoy, los paradigmas probablemente estén formados por una colección ecléctica de diversas creencias extraídas de manera fragmentaria de las tradiciones místicas, religiones orientales y culturas indígenas, quizás mejor descritas por el término new age (nueva era), aunque podrían provenir de cualquier sistema de creencias religiosas o espirituales ”, escribió Johnson.

Existen algunas razones por las que este tema requiere atención especial. Los enfoques religiosos o relacionados al new age podrían alejar a ciertas personas de probar la terapia psicodélica. La gente también se vuelve muy sugestionable cuando toma psicodélicos, así que la imposición de una cosmovisión espiritual podría influir de formas poco éticas. Es parte de lo que comprometió la investigación en el pasado: las personas que tomaron y estudiaron los narcóticos tuvieron experiencias increíblemente significativas, se sintieron capaces de entender el significado del universo de nuevas maneras y luego pudieron imponer esos sistemas de creencias a los demás. Para evitarlo, Johnson argumentó que esta vez los médicos deberían operar desde un “marco secular”.

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Pero otros en la comunidad alegan que no es tan fácil como decir: “Los psicodélicos son seculares ahora”. Muchas personas tendrán experiencias místicas al tomar psicodélicos y aún se está explorando en qué grado resultan necesarias para la curación. Estas experiencias pueden plantear preguntas que son difíciles de responder si un terapeuta no ha dedicado algún tiempo para su reflexión, aunque pueden dejar atrás los confines seguros de lo “secular”: ¿Cuál es la naturaleza de los seres que conoces? ¿Qué tan confiables son las visiones que ves de ti mismo o de tu pasado? ¿Hay vida o conciencia después de la muerte?

Sin embargo, cualquier intento superficial de mantener un enfoque “secular” podría correr el riesgo de ignorar que la forma en que los psicodélicos se experimentan espiritualmente en Occidente en la actualidad ya está influenciada por los antepasados ​​del movimiento psicodélico, como Aldous Huxley. Los terapeutas psicodélicos requerirán un nivel sin precedentes de autoconciencia existencial, y la voluntad y capacidad para indagar en sus propios pensamientos sobre la naturaleza de la realidad, la mente, el universo, o la metafísica, para tomar prestado un término de la filosofía.

“Este tipo de preguntas teológicas aparentemente surgen durante las experiencias psicodélicas y un terapeuta o un centro clínico podrían rechazar estas cuestiones teológicas”, dijo Jules Evans, filósofo e investigador del Centro para la Historia de las Emociones en La Universidad Queen Mary de Londres. “Sería válido preguntar hasta qué punto debe imponer una clínica o un centro de retiro su propia teología a los participantes”.

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A diferencia de una visita al dentista, al médico o incluso al psicoterapeuta, a menudo surgen experiencias inexplicables durante un viaje psicodélico. Las personas experimentan lo que describen como encuentros personales con Dios. Cuando las personas toman DMT, a menudo reportan un contacto con entidades que Terence McKenna describió como “máquinas élficas capaces de transformarse”. No todas las personas que consumen DMT ven elfos, pero muchas encuentran “seres” o “guías”. En una encuesta a más de 2.500 personas sobre su encuentro más memorable con una entidad, más de la mitad de quienes se identificaron como ateos antes de su experiencia dejaron de hacerlo después.

Aquellos que desconfían del papel de la espiritualidad en la terapia psicodélica no desean que la gente se abstenga de tener estas experiencias místicas o religiosas. En cambio, abogan por una mayor atención de los terapeutas en cuanto a la interpretación de las experiencias. La forma en que una persona recibe ayuda para integrarse y dar sentido a la experiencia podría verse influida por las creencias metafísicas de su guía. No significa que siempre será una influencia nefasta, pero podría llegar a serlo.

“Los laboratorios, clínicas y centros psicodélicos necesitan pensar no solo en la metodología terapéutica, sino también en la teología y la metafísica”, dijo Evans.

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Los terapeutas tienen que responder continuamente preguntas difíciles relacionadas con el significado de las experiencias psicodélicas, y la forma en que responden a tales preguntas puede afectar las condiciones que las personas están tratando de aliviar.

Un ejemplo de un artículo reciente de los investigadores psicodélicos Christopher Timmermann, Rosalind Watts y David Dupuis: un hombre en una prueba de psilocibina para curar la depresión se enfrentó a una “criatura cruel que el participante interpretó como uno de sus padres. Cuando la batalla con el monstruo culminó, el participante tuvo una experiencia en la que se sintió como un bebé cuyo padre intentaba asfixiarlo con una almohada”.

Aunque en un inicio reportó una mejoría en su depresión, seis meses después de su sesión había vuelto a deprimirse y estaba confundido sobre su experiencia. Dijo: “Está muy bien que la gente diga que ‘todo es totalmente simbólico’, pero no creo que lo sea. Cuando sucedió, se sintió más real que el aquí y ahora... Creo que algo debe haber sucedido. Algo bastante severo en mi niñez para que este tratamiento me llevara de regreso allí… ¿Pero qué se supone que debo hacer con eso? ¿Simplemente enfrentarme a ello?”.

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“Cómo mantener este espacio gentil de respeto agnóstico por los mensajes que surgen es uno de los desafíos de la terapia psicodélica”, escribieron los autores. 

En 2018, un participante del estudio que había consumido DMT señaló que “cada cuerpo humano está en un solo estante y hay otro humano en otro estante. Esa es la realidad. La razón por la que no sufrimos es porque las máquinas están generando esta hermosa realidad para nosotros”. Cuando las personas toman psicodélicos, pueden tener experiencias “noéticas” como esta, en las que sienten que han tenido una intensa revelación “verdadera” relacionada con su propia vida o la naturaleza del universo.

“Noéticas” es una de las cualidades que utilizó el psicólogo estadounidense William James para definir las experiencias místicas en Las variedades de la experiencia religiosa. Tener una experiencia “noética” también es un obstáculo difícil de superar para un terapeuta porque las “verdades” metafísicas de su propia experiencia con psicodélicos también están intrínsecamente imbuidas de esta cualidad noética.

“El peligro es que las personas proyecten sus propias ideas y aporten sus propios elementos a la sesión”, dijo Rachel Yehuda, profesora de psiquiatría y neurociencia y directora de la Escuela de Medicina Icahn en el nuevo Centro de Investigación de Psicoterapia Psicodélica y Trauma de Mount Sinai.

Las personas pueden ser muy sugestionables cuando toman psicodélicos; hay una razón por la que la CIA seleccionó el LSD para sus estudios sobre el control mental. El psiquiatra Stanislav Grof, un pionero de la terapia psicodélica, llamó a estas drogas “amplificadores inespecíficos”, lo que significa que pueden acentuar la cultura en la que una persona las toma.

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A finales de la década de 1960, el sociólogo Richard Bunce descubrió que había un aumento de los “viajes negativos” al mismo tiempo que el gobierno difundía mensajes negativos sobre el LSD, como la afirmación de que te puede “freír el cerebro”. En entornos de investigación, podría significar que la cultura presente en diferentes instituciones académicas genera distintos tipos de experiencias. En su libro Neuropsicodelia: el resurgimiento de la investigación sobre alucinógenos desde la década del cerebro, el profesor de antropología Nicolas Langlitz escribió que las personas en las pruebas psicodélicas europeas reportaron menos experiencias místicas que en las pruebas estadounidenses. Evans dijo que también ha observado este fenómeno: centros de investigación como Johns Hopkins a menudo reportan y miden experiencias místicas, mientras que en el Imperial College de Londres, Evans dijo que hay más reportes de experiencias de “disolución del ego”.

Todo esto nos remite a la espiritualidad, porque revela cómo una persona puede ser influenciada por sutiles ideas espirituales, sistemas o algo aparentemente insignificante como la decoración de la habitación o un cuestionario que uno deber llenar. (“Por desgracia, se ha puesto de moda y es un lugar común que las estatuas de Buda estén presentes en las salas de tratamiento de las sesiones psicodélicas”, escribió Johnson en su artículo). Estos factores pueden llevar a una persona a pensar en su experiencia de cierta manera, o tener un tipo diferente de experiencia.

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“Los efectos del LSD se transforman tan radicalmente en relación con la mentalidad y el escenario en el que se encuentra el usuario que podría argumentarse que el LSD, como un artefacto tecnológico, se recrea cada vez que se consume”, escribió Ido Hartogsohn, profesor asistente en la Universidad de Bar Ilán, quien estudia las dimensiones históricas, sociológicas y culturales de la experiencia psicodélica.

De nuevo, el punto no es evitar que las personas tengan experiencias místicas. Johnson cree que es apropiado que los investigadores midan tales experiencias. “Hay una gran diferencia entre medir algo y presionar a los participantes para aceptarlo o convertirlo en el valor predeterminado”, aclaró. 

Aún hay muchas incógnitas sobre las experiencias místicas o religiosas bajo el efecto de los psicodélicos que las próximas investigaciones podrían dilucidar. Si los científicos están interesados ​​en la naturaleza de las experiencias religiosas o espirituales mediante el consumo de psicodélicos —cómo caracterizarlas y cómo afectan los resultados—, Johnson cree que será un área de estudio más convincente si se realizan esfuerzos para evitar presentar esos elementos desde el lado de la investigación.

También podría ayudar a evitar una falacia jingle-jangle, cuando se le da el mismo término a diferentes fenómenos, o cuando se usan diferentes términos para describir el mismo fenómeno. Tomemos “experiencia mística” y “disolución del ego”. ¿Son las mismas experiencias con nombres diferentes? ¿Hay otras experiencias espirituales a las que se hace referencia con un término, que en realidad no son lo mismo (como los elfos mecánicos)? Las experiencias místicas se comprenderán mejor si los investigadores hacen todo lo posible por minimizar las expectativas.

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“Tenemos que concluir que el potencial está ahí en términos de colorear la naturaleza de la experiencia”, dijo Johnson. 

Si tan solo fuera tan simple como sacar una estatua de Buda de la habitación. Las creencias cuasi- o metarreligiosas también pueden filtrarse en los psicodélicos, dijo Evans. La terapia psicodélica necesita dedicar tiempo a pensar no solo en religiones definidas, sino en formas más amplias de espiritualidad sin denominación. Por ejemplo, es casi imposible tener una experiencia psicodélica en la actualidad que esté completamente separada de la interpretación de Aldous Huxley.

En 1953, Aldous Huxley tomó mescalina psicodélica, tuvo una experiencia mística y escribió sobre ella en Las puertas de la percepción. Casi una década antes, publicó La filosofía perenne. Estas obras establecieron un marco que ha cimentado la cultura de los psicodélicos en Occidente: que los psicodélicos pueden ser un puente hacia las experiencias místicas y que estas experiencias místicas revelan el hilo unificador detrás de todos los sistemas de creencias. Esto es lo que afirma la filosofía perenne, o el perennialismo: que todas las religiones comparten un núcleo de sabiduría.

“Es sólo un pequeño paso para darnos cuenta de que todas las formas de vida y ser son simplemente variaciones de un solo tema: de hecho, todos somos un ser haciendo lo mismo en todas las diferentes formas posibles”, como escribió en 1968 el reconocido defensor de los psicodélicos Alan Watts. 

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Pero el perennialismo puede no sonar cierto para todos. En 1978, el filósofo Steven Katz argumentó que las distintas religiones son, de hecho, bastante diferentes entre sí. “Están enraizadas en las diferencias de idioma, simbolismo y cultura; si intentas separar las ‘experiencias místicas’ de ese origen local y crear una síntesis global, terminas con algo despojado de gran parte de su significado”, escribió Evans en la revista Aeon.

Si bien una creencia como el perennialismo puede no parecer algo malo superficialmente, unir a todas las religiones bajo una “verdad” nuclear sigue siendo un tipo de creencia, la cual podría ser alienante. Entre los perennialistas hay una tendencia a ser personas occidentales y que han rechazado su formación judeocristiana.

Evans señala que es el caso de los escritos de Huxley, que sugieren que aunque todas las religiones comparten un núcleo común, algunas son “más verdaderas que otras”, como las religiones orientales, y que el “mejor” tipo de experiencia mística es aquel en el que el yo y el ego desaparecen. La investigación moderna también ha hecho eco de este tema.

“El artículo que sirvió de base para el renacimiento psicodélico fue el de Johns Hopkins de 2006”, dijo Evans. “Decía que la experiencia psicodélica conduce a una experiencia similar a la mística. Básicamente estaba reciclando el perennialismo ácido de Huxley. Todo el fundamento del ‘renacimiento psicodélico’ está en cierta medida influenciado por Huxley”.

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Johnson dijo que en una prueba actual con psilocibina dirigida por su colega Peter Hendricks en el sur de Estados Unidos, muchos de los participantes son negros con creencias cristianas. Sus experiencias místicas no incluyen elementos de las religiones orientales o el perennialismo, sino a Jesucristo. Si un terapeuta introduce ideas orientales o new age a una sesión, corre el riesgo de que resulte discordante, alienante o perturbador para la experiencia de una persona. “El daño no se encuentra solo en abusos atroces”, dijo Johnson. “Hay personas a las que ni siquiera vemos porque no se presentan para participar en nuestros estudios al ver que hay estatuas de Buda en el lugar”.

Es otra razón crucial para tratar de ser “seculares”, según Johnson: los investigadores y psicólogos deben tener cuidado de no hacer parecer que la terapia psicodélica es un tratamiento solo para cierto tipo de persona. “Algo para los hippies, algo para la gente del new age, algo para las personas que profesan las religiones orientales, algo para los amantes de los árboles o los que tienen ideas políticas liberales”, dijo. “Si tienes un Buda o un dios hindú o un crucifijo o banderas de oración tibetanas, enviará el mensaje de ‘esto no es para mí’ a una gran cantidad de personas”.

Lo anterior también conduce a consideraciones pragmáticas que preocupan a Johnson. ¿Los servicios de salud pública algún día cubrirán la terapia con psicodélicos? ¿Lo harán las compañías de seguros privadas? “En última instancia, queremos que cubran esta terapia”, dijo. “Y surgirá un problema con la cobertura de un tipo de terapia religioso. El punto es que alguien podría presentar buenos argumentos en su contra”.

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James Rucker, un psiquiatra que dirige el Grupo de Pruebas Psicodélicas del King’s College de Londres, dijo que decidió no utilizar la Escala de misticismo de Hood —la cual fue usada por Johns Hopkins en su estudio de 2006—, porque crea una narrativa muy específica en torno a las experiencias místicas que intenta evitar.

A Rucker le preocupaba tanto cómo podrían influir en las personas los cuestionarios y las escalas que evalúan sus experiencias, que eliminó todas esas actividades del día de la administración de la dosis. “Además de algunos elementos de seguridad básicos, eliminé todas las escalas simplemente porque no quiero infundir algún tipo de sesgo en las personas”, dijo Rucker.

También puede resultar problemático que los pacientes no tengan experiencias místicas asombrosas. Liam Modlin, un terapeuta psicológico que trabaja con Rucker y con los pacientes de su prueba, dijo que descubrió que a medida que los psicodélicos se vuelven más populares, las personas generan cada vez más expectativas cuando ingresan al estudio.

“¿Qué significa para un paciente participar en el estudio después de leer sobre una experiencia religiosa mística que ha cambiado la vida de otra persona por completo?”, dijo Modlin. “¿Qué efecto causa en términos de sus propias expectativas y cómo manejarlo en el caso de algo tan subjetivo e inefable? ¿Cómo trabajamos con las propias experiencias de decepción de los pacientes o con su sensación de que tal vez no obtuvieron lo que deberían haber obtenido? Aparecen sentimientos de culpa, vergüenza o desesperación”.

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Sin embargo, ser “secular” no es necesariamente sinónimo de ser neutral, ni es sinónimo de una solución fácil. Pieter Stokkink, filósofo y cofundador de la organización psicodélica holandesa Open Foundation, dijo: “Tengo mis dudas sobre si se puede decir simplemente: ‘Está bien, soy secular’ o ‘Este es un entorno secular’”.

“Hay muchas interpretaciones diferentes de lo que significa ser secular”, dijo Langlitz. “Podría significar exhibir moderación en lugar de ofrecer una interpretación basada en tu propio punto de vista. Es diferente de una definición de secular que podría interpretarse como explícitamente antirreligiosa”.

Ser un “materialista” o explicar la experiencia psicodélica únicamente a través de la fisiología, los receptores en el cerebro y la neuroplasticidad tampoco es ser neutral; sino una forma alternativa de dar sentido a las experiencias de una persona. En experimentos con psicodélicos para ayudar a los enfermos de cáncer terminal con su ansiedad hacia la muerte, algunas personas reportaron que sentían que había conciencia más allá del cuerpo y que había más después de la muerte. “Para mí, simplemente descartar o desacreditar su experiencia sería inapropiado”, dijo Evans.

Elizabeth Nielson, psicóloga e investigadora de psicodélicos, considera que se trata de una cuestión de formación. La terapia psicodélica convencional es tan nueva que los terapeutas necesitan estar adecuadamente preparados para ese tipo de problemas metafísicos. Nielson también es cofundadora de Fluence, que brinda capacitación a los médicos para realizar la integración psicodélica y la psicoterapia asistida por psicodélicos.

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“Si se aprueba que las drogas psicodélicas que están en desarrollo se usen fuera del ámbito exclusivamente investigativo, y cada vez más terapeutas pueden encontrarse en esa situación y proporcionar ese tipo de terapias, será potencialmente un punto clave en su entrenamiento”, dijo Nielson.

A menudo, los terapeutas están ansiosos por conocer las características concretas de una sesión psicodélica y cómo apoyar a una persona que está tomando esas sustancias. Pero Nielson cree que estos metatemas de integración, interpretación y creación de significado deben enfatizarse en igual medida.

El objetivo es similar al de la terapia tradicional: no imponer una explicación o un sistema de creencias en particular para explicar sus experiencias a las personas. Sin embargo, es útil estar familiarizado con la variedad de formas de comprender y explicar las experiencias de los estados de conciencia no ordinarios. De esa manera, si las personas tienen dificultades para encontrar un significado a partir de su propia experiencia, el terapeuta no solo dirá: “No sé”.

También hay un elemento de educación pública que es crítico: la gente debe entender que algunos proveedores de terapia psicodélica podrían provenir de entornos espirituales particulares y enmarcar la experiencia en términos de ese contexto. Si un paciente no se siente cómodo con eso, no tiene por qué ajustarse al sistema de creencias de otra persona.

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“La conclusión es que si alguien tiene una experiencia mística, proviene de su propio ser”, dijo Yehuda. “Tienes que estar ahí para captar lo que les llega sin imponer tus creencias, y más bien ayudarles a expresar las suyas. Es como ser una partera. No estás ahí para crear al bebé. Estás para apoyar en el proceso de parto”.

Cuando Rosalind Watts era la líder clínica del estudio sobre la psilocibina para la depresión en el Imperial College de Londres, uno de sus pacientes carecía de creencias espirituales o religiosas preexistentes. Sin embargo, el paciente encarnó a su abuelo cuando éste se estaba ahogando, algo que había sucedido cuando él era aún un bebé.

“Le costó mucho trabajo asimilar esta experiencia y, para ser honesta, a mí también se me dificultó ayudarle a asimilarla”, dijo. En el Imperial College, dijo Watts, tenían una perspectiva muy “secular”. “Creo que hay límites para esa postura con la que chocábamos en ese momento. Había experiencias que nuestro marco de referencia no podía explicar”.

Watts ahora es la directora clínica de Synthesis, un centro de retiro psicodélico cerca de Ámsterdam, que tiene un programa para personas con depresión. Anteriormente, Synthesis era solo un retiro para las llamadas “personas sanas normales”. (Fui a Synthesis en 2019 y escribí sobre mi experiencia).

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Watts cree que ignorar las partes inefables y “sagradas” del tratamiento psicodélico, solo porque no son seculares, sería una pérdida para los participantes. En el caso de la persona que se convirtió en su abuelo, por ejemplo, Watts cree que no hubiera sido de mucha ayuda sólo decirle: “Soy toda oídos. ¿Qué significa la experiencia para ti?”.

Daan Keiman, coordinador de Synthesis, dijo que están tratando de alejarse de ese enfoque binario de lo “secular” contra lo “religioso” cuando se trata de psicodélicos porque no le parece una dicotomía útil. “Creo que lo secular es una salida fácil”, dijo. “Creo que tenemos que hacer un trabajo mucho más profundo y complicado”.

En cambio, quiere centrarse en la creación de un significado ético: ¿cómo podría ayudar a las personas a darle sentido a su experiencia de una manera ética? “En lugar de esconderme detrás de lo secular, abogaría por lo que en antropología llaman posicionalidad”, dijo Keiman. Básicamente, significa ser transparente con tu perspectiva. Keiman dijo que las personas que trabajan en este espacio deben reconocer que nuestra cosmovisión no es simple, incluso más allá de la espiritualidad. También es la acumulación de nuestra experiencia vivida. “Por ejemplo, entra en juego la raza, el género y la orientación sexual”, aclaró.

Watts cree que algunas partes del campo se están moviendo en esta dirección. “Si alguien me hubiera preguntado: ‘¿Cuáles son tus creencias? ¿Cuál será tu contribución?’ cuando me estaba formando como psicóloga clínica, yo habría dicho: ‘No sé. Soy psicóloga clínica’”. Dijo que a través de este trabajo, aprendió sobre nuevos sistemas de creencias con los que se identifica.

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Pedir a otros que hagan lo mismo no es una tarea sencilla. Watts dijo que recomienda que antes de que alguien piense en convertirse en un guía psicodélico, o en sentarse en una habitación con alguien que se encuentra en ese estado vulnerable, deben cuestionarse sus propios problemas en torno al sexo, el poder, el dinero, la religión y la muerte.

“En cuanto al tema del gurú, lo que más me preocupa es que la espiritualidad, el poder y el sexo se fusionen”, dijo Watts. “Hemos visto a muchos gurús que abusan sexualmente [de sus pacientes], que usan su espiritualidad como una forma de poder y eso es lo más peligroso que puede pasar”.

Evans está de acuerdo con Watts en que podría ser una buena práctica en ciertos contextos que los terapeutas psicodélicos sean francos sobre sus sistemas de creencias, especialmente a medida que estos tratamientos se amplían más allá de los límites de la investigación académica. No significa que una persona necesariamente tenga que encontrar un terapeuta que coincida por completo con su sistema de creencias; hay otros aspectos importantes en juego, como la relación terapéutica.

“Por ejemplo, no comparto todas las creencias metafísicas de mi terapeuta”, dijo Evans. “Sigo creyendo que es una gran terapeuta porque me cae bien y sabe escuchar y se da cuenta de las cosas. Usa su metafísica relativamente a la ligera”.

La pregunta sobre el papel y la presencia de la espiritualidad también suscita mayores indagaciones sobre el detalle con el que debemos estudiar todos los componentes del entorno y la situación, y qué tan importante es la fachada de la experiencia psicodélica.

Pensar que el entorno y la situación no importan es otro tipo de sistema de creencias, uno que el autor Richard DeGrandpre llamó farmacologismo: la idea de que los efectos de una droga solo se definen por sus cualidades farmacológicas inherentes. No es así como funcionan las drogas, incluso fuera de los psicodélicos. Si bien se pone mucho énfasis en los compuestos psicodélicos, es probable que el comportamiento y la actitud de los terapeutas mismos jueguen un papel igual de importante en el viaje de una persona.

Nada de esto está sistematizado de manera formal, porque aún no existe una fórmula coherente para el lado terapéutico de la terapia psicodélica. La mayoría de las minucias de la terapia psicodélica se han dado por sentado, o se han tomado prestadas de la era psicodélica del pasado, sin una investigación profunda de por qué la estamos usando. Quizás lo más importante sea sentirse seguro o tener una buena relación con un terapeuta. Pero vale la pena no hacer suposiciones en ningún sentido.

Tomemos la música como ejemplo: hace poco, Johnson y sus colegas, Justin Strickland y Albert García-Romeu, publicaron un artículo que estudia dos tipos diferentes de música: clásica occidental o una lista de reproducción que incluía sonidos de cuencos tibetanos, gongs, didgeridoos, cítaras y otros instrumentos que no siempre tenía una melodía identificable. Descubrieron que había un pequeño beneficio en la lista de reproducción basada en armónicos. (Sin embargo, “Aldous Huxley fue muy específico sobre qué tipo de música debería escuchar la gente”, dijo Evans. “Por favor, eviten el Réquiem de Mozart, pero Bach está más que bien”).

Aunque los centros académicos siguen protocolos similares en lo que respecta al apoyo, todavía se están discutiendo algunos detalles. No se ha estudiado ni investigado por completo cómo se capacita a los terapeutas para este trabajo. Este año, algunos  investigadores, en colaboración con Compass Pathways, publicaron un programa sistemático de capacitación para terapeutas de apoyo psicológico que están desarrollando junto con su prueba de fase IIb de terapia con psilocibina para la depresión resistente al tratamiento.

Sobre el tema de la espiritualidad, los autores de ese artículo escribieron que, “Asegurar un comportamiento ético consistente de los terapeutas es de vital importancia en la terapia e investigación psicodélica. Los participantes pueden ser más sugestionables y, por lo tanto, más vulnerables durante una sesión de terapia psicodélica. Les pedimos a todos los terapeutas del estudio que se comprometan con el código de ética de un terapeuta, poniendo el bienestar del participante por encima de todo y dejando de lado las convicciones personales, ideológicas, religiosas o espirituales”.

Es algo que otras ramas de la medicina no han tenido que hacer. No realizamos pruebas clínicas que verifiquen si un medicamento funciona mejor o no en un paciente que lo toma con o sin una estatua de Buda presente, o mientras escucha a Mozart versus Bach.

Pero tal vez deberíamos. Estas discusiones muestran cómo las expectativas, los rituales y las creencias influyen en todas las áreas de la medicina: son los actores en el teatro de la medicina. Simplemente lo llamamos efecto placebo o nocebo; sabemos que algunos factores como la vestimenta de un médico o el color de una pastilla pueden influir en la eficacia de un medicamento.

“En la medicina occidental se presta muy poca atención a este tipo de cosas porque se ha formado bajo un modelo sumamente materialista”, dijo Evans.

Aunque no podamos controlar todos los factores, debemos tratar de reconocer lo que hay y la posible influencia que podría tener, incluida la espiritualidad. Aunque Kevin eligió intencionalmente un lugar “neutral” y no religioso, los elementos de su entorno pudieron haber tenido un impacto. Otro momento profundo mientras tomaba ibogaína fue cuando sus pensamientos se desviaron hacia la polinización y las abejas volando para polinizar los macizos de flores. “No podía dejar de pensar que es uno de los procesos biológicos más importantes que hay”, dijo Kevin.

Después de su experiencia, se dio cuenta de que había una pintura en la pared de abejas volando de un lado a otro entre las flores. 

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