Famke
TODAS LAS FOTOS DE MARTINE KAMARA 
Identidad

Por qué acompaño a gente a la clínica de aborto

Famke te acompaña a la clínica y se enfrenta a los manifestantes para que no tengas que hacerlo tú sola.
Lisa Lotens
Amsterdam, NL

Artículo publicado originalmente por VICE en neerlandés.

Ir a una clínica de aborto puede ser una experiencia dura, sin contar con la gente antiaborto que protesta en la entrada, llamando asesino y condenando al infierno a todo aquel que pase.

El año pasado, Eva de Goeij se encontró con estos manifestantes cuando fue a una clínica en La Haya. Entonces, decidió comenzar el proyecto Compañeros de Aborto, en colaboración con la organización feminista De Bovengrondse, para ofrecer seguridad y apoyo a cualquier persona que necesitase ir a una clínica en los Países Bajos.

Publicidad

El año pasado, 11 clínicas de abortos neerlandesas informaron de un aumento en el número de manifestantes a las puertas de los centros. Las autoridades locales han intentado establecer zonas de colchón para separar a los pacientes de los manifestantes, pero estos últimos a menudo las ignoran. “Están justo en la puerta y la policía no hace nada”, dice Gerrit Zomerdijk, director de una clínica en Róterdam.

El proyecto Compañeros de Aborto tiene ya 22 voluntarios disponibles y los pacientes pueden elegir a su compañero desde el sitio web o pedirlo a través de la clínica. Famke, de 27 años, forma parte del proyecto. Hemos hablado con ella sobre su papel, cómo se enfrenta a los manifestantes y por qué cree que su labor es importante.

VICE: ¿Por qué decidiste unirte al proyecto?
Famke: Lo primero, creo que nadie debería estar sola en una situación tan vulnerable. Hay muchas razones por las que alguien decide no contar a nadie que va a abortar, o por las que no tienen a nadie que las apoye. Pero yo voy contigo. A mí me lo puedes contar y no te voy a juzgar.

También me di cuenta de que quería defenderlas ante los manifestantes antiabortos. Eso fue lo que me motivó al principio. Pero después, descubrí que es mucho más importante que no estén solas durante el proceso.

Conozco el camino dentro de la clínica: primero al mostrador de la entrada, después a la planta de arriba; eso les da tranquilidad. Luego, espero a que salgan de la primera consulta o hasta que acabe el procedimiento. Ahora espero afuera a causa del coronavirus.

Publicidad

¿Cómo son los manifestantes antiabortos en Róterdam?
En Róterdam hay normalmente una persona o una familia que viene en una furgoneta. Que yo sepa, ningún voluntario ha tenido que enfrentarse a ellos. Antes de ir a la cita, paso con mi bicicleta para ver si están ahí y saber a qué tenemos que atenernos la persona a la que acompaño y yo.

¿Te han preparado para posibles enfrentamientos?
Tuvimos un par de sesiones preparatorias con actores profesionales que hacían de manifestantes. Estuvimos probando para ver qué palabras o comportamientos creaban un espacio en el que los manifestantes podrían decir algo o acercarse.

Aprendimos que es mejor siempre permanecer en calma y decir: “Vale, te estás acercando demasiado, quiero que des un paso atrás”. También hablamos con los empleados y ginecólogos de la clínica, que nos enseñaron a tener interacciones neutrales. Siempre tenemos que mantenernos neutrales.

FAMKE EN FRENTE DE UNA CLÍNICA DE ABORTO EN RÓTERDAM

FAMKE EN FRENTE DE UNA CLÍNICA DE ABORTO EN RÓTERDAM

Me puedo imaginar lo difícil que es que un manifestante se acerque a ti de repente.
En la preparación, me di cuenta de que cuando un actor-manifestante empezaba a gritar, me estresaba de verdad. Quería discutir con todo mi ser. Pensaba: “Es importante ser consciente de ello porque tengo que dejar las emociones a un lado si quiero acompañar a alguien a la clínica sin percances”. Un día así puede ser de por sí muy emocional.

¿Qué se supone que tienes que hacer si un manifestante te dice cosas horribles?
Se supone que tengo que parecer y estar tranquila. Hay muchos trucos de ayuda, como agarrarse del brazo para sentirnos fuertes juntas, aunque ahora tampoco es posible por el coronavirus. En las sesiones de preparación, los gritos eran bastante amedrentadores, pero al mismo tiempo todos sentimos una especie de poder primal saliendo de nosotros porque éramos conscientes de lo que hacíamos y por quién lo hacíamos. En un momento así, solo piensas: “Quiero que entre lo más rápido posible”, así que no prestas tanta atención.

Publicidad
FAMKE EN FRENTE DE LA CLÍNICA, CON MANIFESTANTES ANTIABORTO DE FONDO

FAMKE EN FRENTE DE LA CLÍNICA, CON MANIFESTANTES ANTIABORTO DE FONDO

¿Qué ocurre después del procedimiento?
Cuando sale de la clínica, hablamos un poco. ¿Cómo ha ido? ¿Fueron amables? Hablo de “ella”, pero cualquier persona con útero puede quedarse embarazada. También nos ponemos en contacto con un servicio de transporte, por si alguien no se siente bien físicamente y quiere pedir un taxi para ir a casa o, si se siente muy tensa, podemos ir y sentarnos en algún lugar y tomar algo.

¿Seguís en contacto después?
Depende de si piden otra cita después de la primera consulta. Que vaya con alguien a una consulta no significa que vaya a haber un aborto de verdad. Siempre depende de ellas y solo de ellas. A veces van, piden información y deciden que no quieren hacerlo. También está bien.

Si no hay una segunda cita programada, es la última vez que las veo. Por cuestiones de privacidad, borro las conversaciones y el número de teléfono, pero me aseguro de decirles que no lo hago inmediatamente, así que si quieren seguir en contacto, no pasa nada.

Todas las conexiones que he hecho hasta ahora han sido muy positivas. La gente es muy agradecida y te dice cosas como: “No sé qué haría si estuviera sola”. En esos momentos, tengo claro por qué lo hago.

¿Les importa a las clínicas que estés allí?
Mi experiencia es que los empleados están contentos con nosotros porque saben que lo que hacemos es importante, pero también porque no interferimos. Algunas organizaciones envían a la gente a las salas de tratamientos. A los médicos no les gusta.

¿Cómo ha afectado el COVID-19 al proyecto?
Cuando empezamos, recibimos bastantes peticiones, pero creo que la pandemia ha afectado al número de personas que acompañamos. Ya no podemos entrar en la clínica, así que la gente cancela las solicitudes porque les da pena que tengamos que esperar fuera. Lo cual es absurdo, obviamente. Aun así, en algunas ocasiones, ha sido algo positivo porque han decidido confiar en un amigo.