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VICE World News

Los jefes del asesino de Virginia le habían exigido que buscara ayuda médica

Documentos internos conseguidos por el periódico The Guardian revelan que Vester Flanagan, también conocido como Bryce Williams, había protagonizado varios episodios violentos en la emisora WDBJ 17.
Imagen por Steve Helber/AP

El hombre que abatió y asesinó a sus dos antiguos colegas mientras presentaban un programa en directo tenía una larga historia de comportamientos conflictivos en el trabajo, tal y como se ha sabido hoy.

Vester Flanagan asesinó a la presentadora Alison Parker y a su cámara, Adam Ward, ayer por la mañana y más tarde se suicidó de un disparo. Según informaciones obtenidas por el periódico londinense The Guardian, los jefes del asesino suicida en la emisora de televisión WDBJ7 de Virginia, le habrían exigido que buscara ayuda médica tras discutirse con varios de sus compañeros.

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Flanagan había amenazado a sus colegas y había actuado de manera poco profesional en el transcurso de varias discusiones. Tal y como informa el periódico, Flanagan habría discutido con los cámaras de su equipo sobre cómo filmar los bloques informativos. Las situaciones provocaron que le fueran entregadas advertencias por escrito y, finalmente, su despido en febrero de 2013.

Un escrito con fecha de 31 de mayo de 2012 describe tres enfrentamientos distintos — dos en los que Flanagan se habría mostrado en desacuerdo con la manera de filmar de los cámaras de su equipo y se habría enfadado con ellos en presencia de entrevistados del programa. Y, una tercera, en que "perdió los nervios" en el interior de una furgoneta de la emisora, y provocó que sus colegas se sintieran "amenazados y extremadamente incómodos".

Una reportera y un cámara mueren tiroteados en una conexión en directo en Virginia. Leer más aquí.

En otro documento con fecha de 30 de julio de 2012, el entonces director de informativos de WDBJ17, Dan Dennison, le dijo a Flanagan que tenía que buscar ayuda profesional o que perdería su trabajo. Se desconoce si Flanagan cumplió o no con la orden.

Cuando finalmente Flanagan fue despedido por "desempeñar su trabajo de manera poco satisfactoria y por su incapacidad para trabajar en equipo", el asesino suicida montó en cólera y se puso agresivo, hasta el punto que tuvo que ser escoltado por la policía para que abandonara la redacción.

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A su vez, Flanagan, que utilizaba también el sobrenombre Bryce Williams como reportero, había denunciado a la emisora por racismo y por sexismo. En el año posterior a su despido, interpuso una demanda civil contra la emisora en que reivindicaba haber sido la víctima de un "plan cuidadosamente orquestado" por sus cámara para "echarle", en un caso que fue denegado por el tribunal de Virginia.

En los tuits publicados el miércoles después del asesinato, Flanagan alegó que Parker, la presentadora asesinada había hecho comentarios racistas y que Ward, el cámara, se había quejado oficialmente de él habiendo trabajado una única vez a su lado.

En un fax de 23 páginas enviado a ABC News en las horas posteriores al ataque, Flanagan también detallaba sus supuestas motivaciones. Según su relato, sus colegas le habrían discriminado por ser negro y homosexual, y alegaba que había actuado inspirado por asesinatos en serie, como las masacres de Virginia Tech de 2007, y la de la Escuela Secundaria de Columbine, en 1997. Flanagan también subrayó estar furioso con el asesinato racista de la iglesia de Charleston del pasado mes de junio. Él mismo compró su arma dos días después de la masacre.

En declaraciones en directo a WDBJ el mismo miércoles, el responsable de la emisora, Jeff Marks dijo que Flanagan era "un hombre infeliz" que "buscaba que la gente dijera cosas que le pudieran ofender. Finalmente, después de que muchos de sus enfados se repitieran, le despedimos. Y no se lo tomó bien".

La Casa Blanca y otros veteranos políticos, como Hilary Clinton y el gobernador de Virginia Terry McAuliffe, hicieron reiterados llamamientos a que se incremente el control de las armas en Estados Unidos.

Barack Obama declaró a la BBC el mes pasado que su fracaso a la hora de aprobar "leyes de sentido común sobre la seguridad de las armas" era su mayor frustración como presidente.