FYI.

This story is over 5 years old.

Puerto Rico

Crisis y recortes en Puerto Rico: así vive la isla el primer impago de la deuda

Tras el primer impago de 58 millones de dólares en bonos del lunes 3 de agosto, el gobierno isleño estudia nuevos recortes públicos en educación y sanidad. VICE News ha hablado con expertos y ciudadanos puertorriqueños para ver cómo afrontan la...
Imagen por Ricardo Arduengo/AP

Puerto Rico acaba de incumplir un pago de 58 millones de dólares que debía en bonos. Fue una forma de presionar a sus acreedores a que acepten una negociación de la deuda de 72 mil millones de dólares que el gobernador Alejandro García Padilla ya había declarado impagable.

Las opciones del manejo de la deuda para Puerto Rico son limitadas. Al no ser un país independiente, sino un territorio, carece de los instrumentos jurídicos para atender la crisis y a diferencia de países como Grecia, no cuenta con el Banco Monetario Internacional o una entidad regional como es la Unión Europea.

Publicidad

Al no ser un estado de Estados Unidos [es un estado asociado], los municipios de Puerto Rico y sus agencias gubernamentales tampoco disfrutan de la posibilidad de declararse en bancarrota, como lo pueden hacer en los 50 estados.

La decisión de permitirle esa posibilidad a la isla, está en las manos del Congreso de los Estados Unidos donde Puerto Rico no tiene voz y literalmente, tampoco voto.

Una voz puertorriqueña en el Congreso se atrevió a abogar por la isla. A pesar de ser un representante del estado de Illinois y no de Puerto Rico, el representante demócrata Luis Gutiérrez explicó al Congreso por qué la crisis en Puerto Rico no es solamente su problema, sino uno de su propia creación.

Puerto Rico estudia nuevos recortes en educación y sanidad para no volver a impagar la deuda. Leer más aquí. 

"El Congreso crea un paraíso de bonos libre de impuestos y Wall Street se lanza con todo lo que tiene a comprar deuda puertorriqueña, década tras década. La Constitución de Puerto Rico exige pagar a los dueños de esos bonos por encima de cualquier otra cosa". Una noción que ha resonado en la isla es que "en Puerto Rico se le paga a los billonarios antes que a los maestros".

El representante continuó sugiriendo a los acreedores de Wall Street, que "si compran bonos a descuento que también acepten cobrarlos con descuento". En otras palabras, que los acreedores compartan responsabilidad y acepten negociar una reestructuración con sus deudores.

Publicidad

Medidas de austeridad contra la crisis

Puerto Rico lleva años implementando medidas de austeridad. El gobierno ha reducido pensionesaumentado impuestos, eliminado decenas de miles de empleos, aumentado a la edad de retiro e incrementado el costo de la matrículas universitarias. Aún así, un estudio financiado por los propios bonistas, recomienda a la isla más recortes en programas salud y educación, entre otros.

En conversación con VICE News, el ex-presidente del Banco Gubernamental de fomento bajo la administración anterior, Juan Carlos Batllé, atribuye el déficit a lo que llama "un gobierno sumamente grande".

"Se trató de reducir la deuda, pero son reducciones que no se pueden hacer de la noche a la mañana. Lamentablemente tuvimos que recurrir a prácticas de refinanciamiento", indica.

También atribuye el aumento de la deuda pública a las condiciones que impone el gobierno estadounidense en programas de asistencia federal. "Como territorio, Puerto Rico no recibe la misma cantidad de asistencia en salud y seguro social que reciben los estados, sin embargo paga la misma cantidad que pagan los residentes de otros estados. Eso requiere que el gobierno recurra a subsidiar parte de esos programas. Para continuar operando hubo que financiar [la diferencia] con deuda", remarca.

"Esta deuda es injusta, tiene que renegociarse y es insostenible… seguir pagándola hace que el gobierno empiece a sacrificar servicios importantes a la población", destaca Juan Carlos Batllé.

Publicidad

Protestas de profesores y distintos colectivos universitarios contra los recortes y las medidas de austeridad el mayo de 2015. (Imagen por Alexander Díaz)

En un vídeo de YouTube, el líder del Partido del Pueblo Trabajador, Rafael Bernabe, sugiere a diferencia de Batllé, que la razón detrás del impago "no es que nosotros hayamos derrochado en servicios públicos en Puerto Rico, sino tiene que ver con una estructura en la cual las grandes empresas no tributan y no han tributado por mucho tiempo lo que debieran tributar… aportan mucho menos de lo que pagan los individuos".

Es la misma queja que tienen muchos pequeños empresarios. "Hay mucha energía y posibilidades para lograr el éxito. Desde los pies sentimos una gran pasión y hasta responsabilidad por el cambio que queremos lograr en la isla. Sin embargo, desde 'arriba' nos cae un peso en los hombros que no nos permite lograrlo", cuenta a VICE News Tara Rodríguez, fundadora de El Departamento de la Comida, un proyecto que promueve la agricultura local y procura aliviar la alta dependencia de importaciones que tiene la isla.

"Nosotros pagamos impuestos, agua y luz a un costo muy alto, pero ahí no termina. El peso se hace más cuando hay leyes que dejan compañías no locales exentas del pago de impuestos, les dan incentivos y hasta invitación 'carta blanca' a la isla".

Rodríguez también expresa su frustración ante otra clase que genera altos ingresos libre de impuestos, el narcotráfico. "¿Cómo echar para delante cuando otros se lucran del peso que cargamos en nuestros hombros?".

Hoy día hay más puertorriqueños viviendo "allá afuera" que en Puerto Rico. Eso que los estadounidenses erróneamente llaman inmigración, porque moverse dentro del propio país no se puede llamar así, se ha convertido en resultado y catalítico de la crisis económica de la isla.

Publicidad

Aunque el gobierno no cuente con muchas opciones para salir de la crisis, el individuo sí tiene salida. No es sorprendente que masas de puertorriqueños se libren del yugo de la austeridad comprando un vuelo de ida a Miami, Orlando o Nueva York, sin necesidad de pasaporte y sin mirar atrás.

En imágenes: Protestas masivas en Puerto Rico contra los recortes del Gobierno en la enseñanza universitaria. Leer más aquí. 

La relación con Estados Unidos

En su libro "War Against All Puerto Ricans", Nelson A. Denis detalla la historia de la relación entre Estados Unidos y Puerto Rico desde el inicio de la colonia. En sus páginas, es imposible ignorar una serie de similitudes históricas entre esta y otras crisis, que de alguna manera siempre terminaban otorgando mayor autoridad, poder y tierra a Estados Unidos, generando olas de desplazamiento hacia la gran nación.

"Es un patrón continuo…", Denis explica a VICE News cómo el primero de estos intercambios sucedió en 1899, luego del huracán "San Ciriaco" el cual destrozó la mayoría de plantaciones de café en la isla. "Dejó a miles de personas sin casa. Estados Unidos no envió asistencia, por el contrario, al año siguiente devaluó la moneda local un 40 por ciento", comenta.

"Entre el huracán, la devaluación de la moneda y un nuevo impuesto a las propiedades rurales, Estados Unidos generó una crisis que llevó a los locales afligidos a buscar préstamos desesperados con intereses abusivos en el Banco Colonial Americano", detalla el autor.

Publicidad

Denis explica que 20 a 30 años más tarde, la mayoría de la tierra de Puerto Rico le pertenecía a bancos americanos. "No solo a nivel político, sino a nivel económico, la banca privada de Estados Unidos era dueño y señor de la propia tierra donde caminaban los puertorriqueños".

"En Puerto Rico se le paga a los billonarios antes que a los maestros".

Esos patrones continuaron en la época de la caña de azúcar y durante la lucha de los puertorriqueños por el derecho al salario mínimo nacional. "Históricamente los puertorriqueños han sido acorralados", señala.

Ante la crisis actual, aquellas heridas se vuelven a abrir para los que abogan por una relación política diferente con Estados Unidos. Por décadas el debate político en la isla se ha centrado en el estatus: independencia, el modelo actual de un Estado Libre Asociado o ser un Estado de los EEUU.

Aunque son extremos ideológicos opuestos, ante la crisis los independentistas y los que abogan por un estado, se han unido para denunciar lo que llaman el "sistema colonial". Una mala palabra, cargada de emociones para los que defienden el sistema actual.

"En lo único que creo que todo el mundo esta de acuerdo, o la gran mayoría… es que la situación en la que estamos no es una solución permanente", puntualiza Denis.

Batllé propone que si el pueblo de Puerto Rico así lo decide, Estados Unidos debe incorporar a la isla como su estado número 51 al estilo Hawaii. "Hay que dejar que la población decida… si Estados Unidos es lo que dice que es, debe respetar lo que la población de Puerto Rico diga".

Publicidad

Esa decisión, como tantas otras en la historia de Puerto Rico, queda en manos del congreso de Estados Unidos. Un congreso, que según explica Denis, tendría que sacrificar por lo menos cinco sillas para dejar sentar a cinco puertorriqueños. "Además, ante un congreso mayormente republicano como el actual, el hecho de que esos congresistas probablemente sean demócratas, genera aún otro nivel de resistencia".

Puerto Rico registra el doble de pobreza que el estado más pobre de la nación, el ingreso per cápita esta por debajo de la mitad de la cifra nacional y a penas una mínima fracción de la población es bilingüe… digamos que no sufriría de favoritismo en un congreso republicano. Si las opciones se limitaran a ser un estado de los EEUU o la independencia, podemos asumir qué la isla escogería la primer opción.

Puerto Rico desea declararse en bancarrota — pero no puede. Leer más aquí. 

¿Y los puertorriqueños?

Puerto Rico le tiene al menos pavor, sino pánico, a la independencia. En plebiscitos de estatus, no llega ni a un 6 por ciento de los votos.

Al igual que la crisis, no es su culpa, sino el resultado de décadas de condicionamiento hacia la dependencia. Medio siglo de persecuciones políticas y estrangulaciones económicas generaron un consciente colectivo que algunos describen como de obediencia "a la mano que le alimenta" y de rechazo a un concepto de autonomía.

Mientras Puerto Rico no cuente con los instrumentos con los que cuentan los países independientes y los estados de la nación americana, seguirá a la merced de un congreso en el que no tiene representación.

Por el momento, Washington esta atento a ver cómo Puerto Rico maneja la crisis, sin ofrecer soluciones. Pero en cuanto este apuro pase y nuevas dificultades lleguen, lo más seguro es que los ojos de la nación vuelvan a obviar a Puerto Rico.

Es dudoso que el estatus se vaya a definir ahora, pero la conversación queda pendiente.

Citando a la figura más célebre del movimiento nacionalista puertorriqueño, Pedro Albizu Campos, el escritor Denis explica que "Puerto Rico sólo se registrará en la conciencia estadounidense cuando se convierta en un verdadero problema".

Mientras tanto que siga la inercia.

Sigue a Lilia Luciano en Twitter: @lilialuciano