Sí hay riesgo de recesión en México... y no todo es culpa de Donald Trump

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En medio de la incertidumbre que permea en la sociedad mexicana por el futuro económico que tendrá el país, producto de las tensiones diplomáticas entre México y Estados Unidos, y las acciones antiinmigrantes del presidente Donald Trump, economistas advirtieron que existe un 40 por ciento de probabilidades que la economía mexicana entre en una recesión.

El día de ayer, en una conferencia de prensa, Raúl Feliz y Fausto Hernandez, economistas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), presentaron sus perspectivas económicas para México en 2017, y no hay buenas noticias para los mexicanos en un futuro cercano.

Feliz dijo que tres factores están poniendo en riesgo a la economía del país: el bajo nivel de inversiones, el poco consumo interno y el limitado gasto público. "La gente tiene miedo de comprar a largo plazo, las empresas no invierten y el gobierno cada vez gasta menos, eso podría provocar, eventualmente, una recesión. Es un escenario posible".

En materia económica una recesión se produce cuando la población deja de consumir por diferentes motivos, entre ellos la inestabilidad de la economía: la gente teme quedarse sin dinero en un futuro próximo, no compra productos a crédito y gasta lo mínimo. El poco consumo provoca una baja producción y obliga a las empresas a despedir trabajadores para tener las menores pérdidas posibles. Esto es algo que, según los economistas del CIDE, podría suceder en México.

"El año pasado el consumo tuvo un crecimiento del 3 por ciento, pero ahora va a la baja porque la economía se ha desacelerado, las tasas de interés han aumentado y eso provoca que los bancos tengan menor disponibilidad de crédito y el que ofrecen es más caro para las empresas y las familias. La gente está asustada, y la gente asustada corta su gasto y eso genera un shock en el consumo que puede llevar a la economía mexicana a una recesión", afirma Raúl Feliz.

En los datos presentados por el CIDE -una de las instituciones académicas con más prestigio del país- se muestra que entre julio de 2016 y enero de este año la confianza del consumidor mexicano respecto a la economía bajó más de 20 por ciento, y la intención de compra de bienes de los ciudadanos disminuyó casi el 30 por ciento en ese mismo periodo.

Pero no todo es culpa de Trump en este gris escenario. Fausto Hernández, explica que desde antes de la llegada del magnate republicano a la Casa Blanca, la economía mexicana ya iba por mal camino. "Entre agosto y octubre de 2014 el dólar se ubicaba en 13 pesos por unidad, en mayo de 2016 la moneda estadounidense había subido a 19 pesos; es decir, en ese periodo subió 6 pesos, estamos hablando de un 45 por ciento de depreciación del peso mexicano, cuando aún no se definía que Trump iba a ser el candidato republicano a la presidencia".

Esta depreciación es un efecto doméstico, dice Hernández, es algo hecho en casa. Algo que ha afectado a la economía es que "desde hace 10 años el gobierno no cumple con el gasto que anualmente le asigna el Congreso, cada año se gasta más de lo que aprueban los legisladores".

El economista también señala que la Reforma Energética que lanzó la administración del presidente Enrique Peña Nieto, no ha tenido los resultados esperados. En la página oficial de la Reforma se explica que entre sus objetivos primordiales están la generación de "un punto porcentual más de crecimiento económico en 2018 y aproximadamente dos puntos porcentuales más para 2025", mediante el ahorro a largo plazo y "las inversiones en el sector energético que impulsan el desarrollo del país". No obstante, explica Hernández, los precios bajos del petróleo a nivel internacional no son la mejor señal y de hecho han impedido que la Reforma Energética cumpla con lo que prometió.

Respecto a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) —el acuerdo económico más importante para México— que busca Trump, por considerar que no es provechosos para su país, los economistas del CIDE auguran que ese asunto no se resolverá pronto. "Las negociaciones formales iniciarán a mitad del año y quizá tengamos a finales de 2017 un primer esquema de cómo va el asunto. Eso es un tema que no se resolverá por completo este año", explican, por lo cual la incertidumbre continuará.

Finalmente, respecto a la promesa de Trump de expulsar a cerca de tres millones de mexicanos indocumentados de Estados Unidos, Raul Feliz dice que eso no es tan sencillo, ya que esa cantidad de personas representan un gran aporte para la economía estadounidense. "A menos que Trump quiera contratar robots que los suplan, podría expulsar a esa cantidad de inmigrantes", menciona sarcásticamente. "Es algo que no le conviene en estos momentos a Estados Unidos".

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