Imagen por Francisca Meza/EPA.
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La madrugada del 30 de junio de 2014, fueron asesinadas 22 personas en una bodega de Tlatlaya, una comunidad semirural ubicada a hora y media de la Ciudad de México. El ejército señaló que las abatió durante un enfrentamiento como respuesta a las agresiones con armas de fuego que realizaron contra los militares, y el gobierno federal los nombró "presuntos criminales".Sin embargo, versiones de testigos sobrevivientes de los hechos, apuntan a que los soldados abrieron fuego contra las personas que se encontraban sometidas y desarmadas.La Comisión Nacional de Derechos Humanos señaló que de las 22 personas muertas, por lo menos 12 fueron asesinadas extrajudicialmente. Por el caso, siete militares fueron detenidos, pero cuatro fueron liberados en octubre pasado y los otros tres la semana pasada, ya que el juez consideró que no había evidencia suficiente para mantenerlos en prisión.'El caso sigue sumido en la impunidad'.
Ravina Shamdasani hizo un llamado a las autoridades mexicanas para garantizar una investigación rigurosa, eficaz, imparcial, independiente y rápida del emblemático caso que llevó a la sociedad a cuestionar al gobierno por violar derechos humanos."Las pesquisas deben prolongarse para examinar a todos los que puedan ser responsables, incluidos militares de alto rango con responsabilidades de mando, así como aquellos que hayan manipulado u ordenado la manipulación de las evidencias en el escenario del crimen", advirtió la representante de Naciones Unidas desde Ginebra._Sigue a VICE News En Español en Twitter: @VICENewsEs_