Ilustración por @sinmuchasfotos.
Este artículo fue publicado por VICE México.Desde que a algún ser humano más elevado que el resto se le ocurrió la opción de poder mensajear por privado a todas las personas que seguimos —y no— en Instagram, el planeta giró distinto, el aire cambió de sabor, incluso, la textura del camarón capeado tomó otro color. Las relaciones cambiaron para siempre sin vuelta atrás. Ahí, justo a un dedazo de distancia, estaba un buzón de mensajes para enviar cualquier frase, saludo o intento de ligue a cualquier persona que despertase algún tipo de interés en nuestros cuerpos.Todas mis relaciones han comenzado con mensajes directos en alguna red social, y esto habla de la terrible persona que soy: alguien que prefiere intentar algo con alguien de carne y hueso a través de internet, que hablarle a su carita y tratar de que no se vaya a los dos minutos. Nunca habíamos estado tan cerca de poder tener contacto con cualquier persona en redes sociales, y esto, por la calidad de personas que somos, tiene algo increíblemente bueno pero también algo extremadamente culero. Que cualquiera te pueda contactar —así tengas una especie de filtro para mensajes de personas que no te siguen—, termina siendo molesto.Le pedimos a algunas mujeres que nos pasaran screenshots de los peores mensajes directos que han recibido en Instagram. Para que veas lo mal que te ves haciendo esto. No lo vuelvas a hacer más nunca.Puedes seguir a Diego en Instagram.
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