Este artículo apareció en el número "A través del espejo" de la revista VICE. Puedes leerla completa AQUÍ.En el Círculo Polar Ártico, a unos 1,287 kilómetros del Polo Norte, en la isla noruega de Spitsbergen, se encuentra la Bóveda Global de Semillas de Svalbard. Al ser un depósito para las semillas de la tierra, Svalbard es un congelador a prueba de errores construido dentro del permafrost para resistir el paso del tiempo, así como los desastres naturales o causados por el hombre. También sirve como un respaldo para los otros cientos de bancos de genes más vulnerables en todo el mundo. La amenaza del cambio climático, de la disminución de la diversidad agrícola, de las extinciones o de un evento catastrófico ha dado lugar a la necesidad de tal custodia, si llega a ser necesaria la reinserción de especies en el futuro.
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Con Svalbard como punto de partida, Dornith Doherty, miembro de la Fundación Guggenheim y profesora de investigación, ha estado documentando los bancos de semillas del mundo desde 2008. Su proyecto, Almacenar el Edén, realizado en más de cuatro continentes —desde el Kings Park & Botanic Gardens de Australia hasta el Instituto de Investigación de la Industria de las Plantas N.I. Vavilov en Rusia—, documenta los lugares y los procesos detrás de la voluntad internacional para catalogar y proteger la frágil vida vegetal de la Tierra.Almacenar el Edén (Archiving Eden), de Dornith Doherty se publicó en mayo de 2017 por Schilt Publishing.