FYI.

This story is over 5 years old.

Música

¿El fin del guayabo?

Un científico británico está trabajando en un fármaco que simule una borrachera pero sin los detestables efectos del día después.
Phoebe Hurst
London, GB

Este artículo se publicó originalmente en Vice.

Así como todo lo que sube tiene que bajar, el guayabo del sábado por la mañana se presenta con la misma triste e injusta inevitabilidad, como una sucesión de eventos natural y lógica que se repite ad infinitum y castiga a la humanidad desde tiempos inmemoriales. Es el ciclo de la vida o algo así, yo que sé…

Este evento que nos hace desear la muerte en las mañanas después de la fiesta o algún festival seguirá ocurriendo a menos que David Nutt, catedrático de neuropsicofarmacología del Imperial College de Londres y exasesor en materia de drogas del Gobierno británico, haga algo para evitarlo. A comienzos del 2015 el científico presentó dos nuevos fármacos que simulan la sensación de la borrachera sin los efectos que la acompañan y que además reducen el impacto del alcohol en el cuerpo. La eterna pregunta de si tomarte o no otra cerveza aunque sea domingo por la noche y no hayas preparado la comida ni los trabajos para el día siguiente, ha sido resuelta.

Publicidad

El primero de los fármacos milagrosos es el "Alcosynth", una sustancia embriagante no tóxica que causa el mismo tipo de borrachera feliz –exaltación de la amistad incluida− que provoca el alcohol, pero sin ser acompañada del guayabo, la pérdida del control, la agresividad o cualquier otro efecto secundario indeseado derivado de machacar tu hígado con un compuesto tóxico.

"Actúa en las partes del cerebro que producen los efectos agradables, pero no en aquellas asociadas a los malos", explica Nutt, que espera que este sustituto del alcohol sea comercializado como acompañante de las bebidas alcohólicas normales y sea relativamente barato.

Sin embargo, existe cierta controversia acerca de los riesgos del Alcosynth, un derivado de la benzodiacepina perteneciente a la familia del Valium de la que, según algunos expertos, sería más difícil desengancharse que de la heroína.

Nutt mantiene que el Alcosynth no genera el mismo síndrome de abstinencia que el Valium y argumenta que "no interactúa con los receptores que causan la adicción a las benzodiacepinas".

Cuando le preguntamos a un portavoz de la Real Sociedad Farmacéutica de Reino Unido sobre los riesgos del Alcosynth si fuera comercializado al público general, nos comentó que "no cuentan con la suficiente información como para ofrecer información contrastada".

No es la primera vez que se cuestiona el trabajo de Nutt. En 2009, el neuropsicofarmacólogo fue criticado por sugerir que el éxtasis no es más peligroso que montar a caballo.

Publicidad

El segundo fármaco de Nutt se conoce como "Chaperone", (acompañante) y parece que puede reducir los efectos del alcohol en el cuerpo. Si se toma la pastilla antes de beber, es imposible emborracharse "hasta el punto de la incapacitación".

Si se comercializa, la pastilla podría usarse para que se te pase rápidamente la borrachera de la noche anterior y podría incluso reducir el riesgo de conducir ebrio. De cualquier manera, Nutt advierte que el precio debería ser elevado para evitar el abuso.

Los fármacos de Nutt no deberían ser vistos tan solo como una tentadora incitación a las fiestas entre semana, el catedrático señala el potencial del Alcosynth como tratamiento para la adicción al alcohol. "Espero que el alcoholismo desaparezca en cuanto la gente deje de usar el alcohol", afirma. "Sin embargo, antes de eso, los alcohólicos pueden usar el Alcosynth para reducir su consumo".

Aunque el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS) aprueba el uso de medicamentos como el acomprosato −una droga que afecta los niveles de ácido gamma-aminobutírico (GABA) en el cerebro− para prevenir la recaída de personas que han superado su adicción al alcohol, existe una gran polémica alrededor del uso de medicamentos para el tratamiento del alcoholismo.

"Los medicamentos cumplen una función importante para ayudar a alcohólicos o bebedores compulsivos", afirma Jackye Ballard, presidente ejecutivo de Alcohol Concern. "Sin embargo, el mayor problema al que se enfrenta el Reino Unido y otros países es que la propia cultura incita a la borrachera en todo momento y lugar, de manera que es difícil resistirse a la presión mediática que lleva a consumir alcohol". De hecho, muchos creen que la única manera de reducir el abuso es mediante leyes más estrictas en la venta y promoción del alcohol y no mediante medicación.

Fármaco milagroso o no, lo cierto es que aún es pronto para determinar el futuro de estas sustancias. Mientras tanto Nutt ha pedido la patente para 85 nuevos compuestos químicos de la familia del Alcosynth y el Chaperone que esperan la aprobación. Se estima que los gastos legales y de los ensayos clínicos de los productos ascenderían a un millón de libras y Nutt aún tiene que encontrar patrocinadores.

Pero en el fondo, ¿será quizá algo positivo? ¿De verdad queremos experimentar un estado de pseudoborrachera sintética? ¿Será positivo poder continuar con nuestro estilo de vida hedonista y alcohólico sin sufrir consecuencias a causa del mismo?

***

Mientras se define el futuro de estos fármacos, puedes seguir las sugerencias de este experto para no emborracharte.