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¿Qué hay de malo con un papa hecho de condones?

"Eggs Benedict", un retrato del Papa creado con 17.000 condones, se une al legado de arte con iconografía religiosa que crean controversia.
Todas las imágenes cortesía de la artista

La artista Niki Johnson ha pasado cuatro años juntando 17.000 condones de látex de colores para crear un colorido y poco convencional retrato del Papa Benedicto XVI. La obra titulada Eggs Benedict ha generado controversia entre los líderes católicos de los EE UU que se oponen a la inclusión de la obra en la colección permanente del Museo de Arte de Milwaukee.

The Creators Project habló con Johnson sobre la política de la obra. Johnson explica que la idea se le ocurrió tras escuchar al Papa Benedicto XVI hablando en la radio sobre su opinión del uso de condones. Johnson dice que Eggs Benedict trata sobre “el papel de los líderes mundiales y su responsabilidad ante la salud pública. La obra del papa la hice en señal de protesta”.

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La utilización de iconografía religiosa en el arte no es nada nuevo. El artista Maurizio Cattelan representó un papa impactado por un meteorito bajo el título de La nona hora en el 2001. El artista Andres Serrano recibió numerosas amenazas durante años por su fotografía Immersion (Piss Christ) del 1987. Igualmente, son muchos los que muestran su descontento con la inclusión de la obra de Johnson en el Museo de Arte de Milwaukee, calificándola de una "obra de fanatismo anticatólico e incitación al odio hacia esta religión", según informó Milwaukee Wisconsin Journal Sentinel, los letrados locales Michael Bowen y Sara Armbruster Bowen renunciaron a su membresía al museo.

Johnson afirma que era consciente de las críticas que podría suscitar su trabajo: “Había algunos aspectos del proyecto que me hacían dudar. Quería asegurarme de que la intención era válida y que valía la pena hacer frente a la posible controversia”.

Tampoco es la primera vez que la artista contempla las ramificaciones políticas de su obra y su atracción para los medios. La obra de Johnson como artista trata temas de identidad y cuestiona “quiénes somos como Americanos”. En el pasado, creó un lienzo bordado con la cara de Paris Hilton, un retrato de Amy Winehouse hecho con bolsas de plástico titulado Corner Drug y una escultura de los brazos de Michelle Obama titulada A Vision in White que trata sobre “la mirada blanca sobre un cuerpo negro”.

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Aunque, a pesar de la controversia, Johnson espera que Eggs Benedict pueda ayudar a educar a la gente para que tomen decisiones para vivir de forma más sana y tengan unas vidas más productivas. Según dice: “La idea de negar aspectos relativos al a planificación familiar o a la prevención de enfermedades o, aún más, de estigmatizar un material que ya carga con un tabú, me parecía algo irresponsable. Una cosa es tener una doctrina dentro de una religión, y otra distinta hacer afirmaciones inciertas sobre los condones”.

El proceso de Johnson como artista está ligado al a exploración de materiales y la extensión de la noción del lienzo. Johnson necesitó 300 horas para extraer y desenrollar todos los condones. Después, colocó una retícula sobre una foto del Papa sonriendo. “Quería tomar un objeto sagrado que la iglesia hubiera financiado durante largo tiempo y quería crear algo hermoso y casi exquisito de ver en persona. Además de las 300 horas que necesité para extraer y desenrollar los condones, me llevó otras 300 más doblarlos para poder entrelazarlos a través de la malla con agujeros de poco más de un centímetro”.

La obra fue comprada por Joseph Pabst, un fundador de LGBT y activista que desembolsó 18.000 euros por ella y la donó al Museo de Arte de Milwaukee.

Niki Johnson es artista y comisaria de arte. Su exposición en grupo más reciente se titula Preservatif.

Traducción de Rosa Gregori.