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Comida

Básicamente toda la carne cruda de hamburguesa está contaminada con materia fecal

Un estudio de Consumer Reports mencionó que hay una gran cantidad de carne y productos de origen animal, en general, están contaminados con materia fecal.

No es ningún secreto que no puedes simplemente comerte un trozo de carne de hamburguesa cruda, recién llegada de su lecho de film transparente y espuma de poliestireno, con un tenedor. Al igual que con nuestro enfoque del pescado para "sushi de calidad" –que, por cierto, es un término no regulado– hemos decidido que está en nuestros mejores intereses cocinar nuestra masa de carne molida en lugar de comerla tártara. Y hay una muy buena razón para ello, como revela un reciente estudio de Consumer Reports.

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A algunos de nosotros nos gustan nuestras hamburguesas jugosas y sangrientas, mientras que otros optan por la versión más grisácea de la hamburguesa bien cocida. Y aunque también puede haber desventajas de comer hamburguesas que se cuecen a un estado de dureza café (carcinógenos y deterioro cognitivo, por ejemplo), puede ser un poco más sabio de lo que habíamos pensado previamente.

He aquí un hecho irrefutable en el que no nos gusta pensar: una gran cantidad de carne y productos de origen animal, en general, están contaminados con materia fecal. Cerdo, res, pollo, lo que sea. Claro, lo simplificamos al referirnos a las bacterias específicas que nos pueden hacer mal –E. coli– pero de ahí es de donde llegan las bacterias.

Y está por todas partes.

Consumer Reports compró y probó 300 muestras de carne molida –un total de 207 kilogramos– de más de 100 tiendas diferentes en 26 ciudades de Estados Unidos. Y aquí está la parte un tanto repulsiva: todas las muestras de carne tenían E. coli u otras bacterias asociadas con… bueno… la mierda, como el enterococos.

Aún más alarmante: Casi una quinta parte de las muestras de carne molida de res estaba contaminada con "superbacterias": bacteria resistentes a tres o más tipos de antibióticos. Un hallazgo notable, y posiblemente portador de esperanza, del estudio: la carne de ganado "producido sustentablemente" y alimentado con pasto tenía una incidencia significativamente más baja de este tipo de bacterias.

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Y bien, ¿de dónde viene toda esta caca? Bueno, para ser un poco obvio, del sistema digestivo de las vacas sacrificadas para nuestro abastecimiento de carne. Los animales tienen tripas, y esas tripas se mueven durante el procesamiento. Y cuando estás haciendo hamburguesas puede haber –y generalmente hay– carne de muchos animales diferentes en un solo pedazo de carne. Una vaca particular plagada de bacterias puede entrar en muchas, muchas hamburguesas.

Luego está también la dieta cuestionable que muchas vacas cultivadas comen convencionalmente, que puede incluir cualquier cosa, desde dulces hasta gránulos de plástico hasta estiércol de pollo y subproductos cárnicos, así como dosis estables de antibióticos generalmente administrados al ganado para promover el crecimiento y prevenir infecciones cuando muchos animales están en cuartos cercanos.

¿Entonces, qué deberías hacer?

Consumer Reports recomienda comprar tu carne de granjas sustentables y desde luego cocerla hasta por lo menos 71 grados Celsius. Eso es un poco pasado del termino medio-cocido en la mayoría de los casos.

Según los Centers for Disease Control and Prevention, hasta un 28 por ciento de los estadounidenses comen regularmente carne molida cruda o poco cocida. Ahora considera que cerca del 57 por ciento de los estadounidenses comen al menos una hamburguesa a la semana, y estás hablando de una gran cantidad de posibles casos de E. coli.

Ya tenemos suficiente mierda diferente con la cual lidiar en esta vida. Al menos debes reducir al mínimo la cantidad en tu hamburguesa doble con queso.