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Música

¿En qué se parece el alumbrado público de Londres en 1899 a la música electrónica?

Así fue como los sonidos electrónicos alguna vez surgieron de lámparas.

Las calles de Londres comenzaron a zumbar en 1878. Una vez que se instaló el alumbrado público con energía de proveniente de tuberías con gas, existieron las primeras "velas eléctricas", lámparas bastante primitivas que producían una luz tan intensa como los arcos eléctricos entre dos electrodos. Eran incómodamente brillantes y duras comparadas con los focos incandescentes que pronto los reemplazarían; pero además, estas lámparas tenían un indeseable efecto secundario: el ruido.

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Estas lámparas producían un continuo y fuerte sonido mientras que la corriente pasaba de electrodo a electrodo. Una mezcla de zumbidos y aullidos que como resultado nos da lo que podemos imaginar que es el sonido de la electricidad en bruto:

En 1899, un físico Inglés llamado William Duddell, un pensador que ya era responsable de varias invenciones en los primeros días de la ingeniería eléctrica, se propuso resolver el problema de las lámparas ruidosas, en vano. En su lugar, terminó inventando el primer instrumento musical completamente eléctrico, el cuál describió en un reporte publicado en Nature en Diciembre 20 de 1900. Otros instrumentos desde entonces han usado la electricidad, pero Duddell creó un instrumento que es electricidad. De acuerdo a Nature, el resultado fue "de extrema belleza".

Se había notado antes del trabajo de Duddell que cambiar el voltaje de una lámpara cambiaba el tono de su zumbido, pero el fue un paso más adelante y ligó eso a un teclado. El podía no solo modular pitches, sino también reproducir notas musicales. La invención se llamó el "Singing Arc".

El Signing Arc tenía un peculiar efecto secundario. Mientas que Duddell modulaba el voltage de uno con su teclado, otro instrumento cercano también respondió, como resultado tuvo un coro eléctrico de varios instrumentos.

Este fue un descubrimiento inadvertido. Mientras que Duddell presentaba sus descubrimientos y su nuevo instrumento en el London Institution of Electrical Engineers, dos laboratorios cercanos en ese mismo momento trabajaban en sus propias investigaciones en estas lámparas que zumbaban. Mientras que Duddell mostraba su teclado, todas las lamparas que estaban siendo investigadas en la cercanía empezaron a cantar en un coro. Para esos tiempos, esta repentina conducta musical era inexplicable.

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"Todas las lámparas funcionaban con la corriente de las calles, y era claro que esta corriente estaba sufriendo variaciones de cierto modo por el teclado de Duddell ya que se reprodujo en los otros dos laboratorios justo lo que supone que estaba tocando solamente para su audiencia en el aula donde presentaba su invento", el New York Times reportó en 1901. "Esto obviamente significa que tocar en un teclado debidamente ajustado se puede reproducir en otros dispositivos aunque estén a distancia del músico".

El Times incluso llegó a sugerir que "se usaran estas luminarias para el entretenimiento público" un nuevo instrumento musical que pudiera utilizarse en las estaciones de trenes, o en las calles de la ciudad y en plazas públicas. Los servidores públicos podrían ofrecer conciertos completamente utilizando el servicio eléctrico.

"La posibles aplicaciones de un instrumento como éste serían obviamente muy numerosas y si se prueba una harmonía razonable, seguramente encontrará muchos usos novedosos", dijo el Times. "Un servicio musical de casa a casa, en el mismo plan que el periódico telefónico, que se dice que es muy popular y exitoso en Budapest hoy en día"

Spotify nunca llegó a nosotros a través de luminarias, pero lo que Duddell realmente había construído fue uno de los primeros osciladores electrónicos. Él estaba limitado a frecuencias de audio, pero no tomó mucho antes de que los ingenieros lo hubieran modificado a frecuencias de radio. En 1902, el físico danés Valdemar Poulsen produjo un generador que hacía oscilaciones en un rango de megahertz y para 1907 estas ondas eran usadas en telégrafos inalámbricos y teléfonos.

Fue Poulsen el que terminó patentando esta invención, pero Duddell se queda el crédito por básicamente predecir un nuevo universo entero para la música.