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Consumimos más azúcar en alcohol que en refrescos

Un nuevo estudio realizado por la consultora Euromonitor demuestra que los adultos en todo el mundo consumen más azúcar gracias a las bebidas alcohólicas que debido a las bebidas carbonatadas.

Todo el mundo, desde Jamie Oliver hasta la Organización Mundial de la Salud ha estado profundamente trastornado por la introducción oficial del impuesto sobre las bebidas azucaradas como una forma de evitar que el mundo siga expandiendo su cintura. Pero cuando estás en el bar, terminando la tercera copa de Chardonnay, mientras tu compañero débil bebe Coca-Cola, una nueva investigación sugiere que podrías ser tú quien está en riesgo de sufrir las consecuencias por un exceso de calorías en el corto y el largo plazo.

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El estudio, publicado la semana pasada por la compañía de análisis de mercado Euromonitor, demuestra que los adultos en todo el mundo consumen más calorías por el alcohol que consumen que por las bebidas suaves.

Por si no fuera poco padecer una cruda mortal luego de una noche de farra, ahora tienes que añadir aumento de peso a la lista de cosas por las cuales puedes arrepentirte después de una borrachera.

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El estudio realizado en 24 países, incluyendo potencias como Reino Unido, China y Rusia, descubrió que en 2015, todos los países analizados (excepto Taiwán) presentaron un consumo mayor de calorías diario debido a la ingesta de alcohol. El nada honroso primer lugar se lo lleva Corea del Sur , con una diferencia de 74 kcal per cápita al día, seguido de Polonia y Alemania.

Esto nos lleva a la conclusión de que las bebidas alcohólicas podrían ser el objetivo de las iniciativas en reducción de calorías tanto como las bebidas suaves (si no es que más). Sara Petersson, analista nutricional en Euromonitor, dijo en una declaración de prensa: "Mientras el enfoque de la reducción de calorías ha sido principalmente las bebidas suaves, la investigación ha demostrado que las bebidas alcohólicas no distan mucho en términos de las consecuencias energéticas que producen e incluso sobrepasan las bebidas suaves en algunos casos".

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No es ninguna novedad que el alcohol está relacionado con el sobrepeso y la obesidad (después de todo, una copa grande de vino con 13 por ciento de alcohol tiene alrededor de 228 calorías), pero el estudio de Euromonitor sirve para avivar el fuego bajo el que se encuentra actualmente el Gobierno de Reino Unido debido a la supuesta reforma de lineamientos para consumo de alcohol, así como también por su muy esperada estrategia contra la obesidad.

En cuanto a México, por ejemplo, el impuesto a las bebidas azucaradas ha traído consecuencias positivas en cuanto a la disminución de su consumo, a pesar de que el Presidente Peña Nieto "publicite" las refresqueras.

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Sin embargo, las bebidas alcohólicas como la cerveza y el vino han ganado popularidad. Este fenómeno parece extenderse a América Latina, donde las estrictas regulaciones para producir bebidas alcohólicas, también han provocado un repunte en la venta de alcohol ilegal. Países como Colombia, Ecuador, El Salvador, Honduras Panamá y Perú se encuentran más vulnerables frente a este mercado, según otro estudio de la misma consultora, Euromonitor.

Lo que es más, las bebidas alcohólicas siguen exentas del etiquetado nutricional, situación que la institución de caridad Alcohol Concern cree que podría cambiar. Un vocero le comentó a MUNCHIES que, si bien no tienen una determinación oficial respecto al estudio de Euromonitor, "Creemos que debería haber etiquetas en todas las botellas de alcohol y empaques para informar a la gente sobre lo que consume".

Quizá el "skinny" Prosecco, del que muchos se burlaron, sea la respuesta a todo esto.


Este artículo se publicó originalmente en octubre del 2016.