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arrasar era su apellido

La jugadora más exitosa de la historia del baloncesto europeo jugó en... ¿Getafe?

La mejor jugadora de baloncesto del siglo XX tuvo una carrera deportiva plagada de éxitos, pero su vida personal estuvo marcada por los problemas físicos... y por las dificultades para llegar a fin de mes.
Imagen vía Youtube

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Si eres de Madrid y te gusta el baloncesto, quizás ya conozcas la historia que te voy a explicar… porque resulta que su protagonista es ni más ni menos que la mejor jugadora de baloncesto de todos los tiempos.

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Hace sesenta y cuatro años que Ulyana Semenova nació en lo que ahora es Letonia. Con tan solo 16 años ya jugaba como profesional en el club TTT Daugawa de Riga, equipo con el que ganó hasta quince veces la liga soviética. Además, ganó once veces la Copa de Europa —nueve de ellas consecutivas.

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Casi nada. Pero atención, porque todo esto no era más que el prólogo: en realidad, ahora viene lo mejor.

Con el TTT Riga, Semenova jugó dieciocho temporadas. Para hacerse una idea de su nivel, solo hay que mencionar que con ella en el equipo no perdieron ni un solo partido internacional. Como era de esperar, la URSS rápidamente la seleccionó para el combinado nacional soviético.

Con sus 2,13 metros, su número 58 de pie y sus 129 kilos de peso, Semenova se convirtió el estandarte ofensivo de estos conjuntos. A pesar de su reducida movilidad, causada por la acromegalia —una enfermedad rara, crónica, causada por una secreción excesiva de la hormona del crecimiento que también afectó a otros jugadores como Roberto Dueñas—, Ulyana llegó a promediar 20 puntos y 13 rebotes en los Juegos Olímpicos de Montréal en 1976.

Ese fue el primero de los dos oros olímpicos que ganó con la URSS: en Moscú 1980, las soviéticas lograron repetir el título. Sin embargo, el título de Montréal es más especial, porque fue el primero… y porque el equipo de la hoz y el martillo se impuso a EEUU en la final por 112-77 con ni más ni menos que 32 puntos y 19 rebotes de la letona.

Y eso que Semenova solo jugó 23 minutos…

La abismaldiferencia de altura era indefendible para sus rivales. Imagen vía Wikipedia

Con la selección soviética, su periplo victorioso fue comparable al del TTT Riga. Semenova solo perdió un partido con la URSS: la final de los Goodwill Games de 1986, una competición creada por el empresario estadounidense que fundó la CNN, Ted Turner. Al parecer, Turner quería promover el buen rollete entre las dos potencias mundiales con un evento deportivo amistoso. Qué majete.

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Pero volvamos a Semenova. Vestida con el rojo de la Unión Soviética, Ulyana sumó tres mundiales y diez europeos. En casa no debía tener sitio para tantos trofeos.

No sabemos si fue por falta de espacio o por estar cansada de ganarlo todo, pero el caso es que en 1987 Semenova pidió permiso al gobierno soviético para dejar la URSS y mudarse precisamente a España. Ulyana eligió ni más ni menos que la ciudad de Getafe: allí jugaba el Tintoretto, un equipo de la primera división femenina.

La etapa de Semenova en Getafe fue agridulce. Por un lado, el gobierno de la URSS se quedaba con la mayor parte de su salario, probablemente para 'castigarla' por haber 'huido' de la Unión; por otro lado, Ulyana sacó al equipo madrileño de la mediocridad y lo llevó hasta la final de la competición. El CB Tortosa impidió que las getafenses se proclamaran campeonas.

Semenova jugó su última temporada como profesional al año siguiente, con el Valenciennes francés. Tras retirarse, Ulyana volvió a Letonia y formó parte del Comité Olímpico: Semenova, además, fundó una escuela de baloncesto para niñas en riesgo de exclusión. En 2007 fue la primera jugadora no estadounidense en entrar en el Salón de la Fama del baloncesto —que por cierto, y sin que tenga nada que ver, está en Springfield, Massachussetts: ¿estará Bart por ahí cerca?—.

Ulyana Semenova es seguramente la mejor jugadora de baloncesto del siglo XX, pero desgraciadamente su nivel de vida nunca estuvo al nivel de su leyenda. Siempre cobró poco, y sus problemas de salud provocaron que en los últimos años de su carrera tuviera serias dificultades sobre la pista: aún así, Semenova supo sobreponerse y colocar su nombre entre el de las mayores estrellas del baloncesto internacional…

…y además, ¡qué narices, jugó en Getafe!

Sigue al autor en Twitter: @21pauriera