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bienvenidos al pase anal

Los Houston Rockets inventan el saque con el culo (literalmente)

El base Andrew Goudelock apenas jugó cinco minutos en la derrota de los Houston Rockets ante los Phoenix Suns, pero tirando de ingenio se inventó un nuevo autopase utilizando el culo de Josh Smith.

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Un día más en la oficina. Un día cualquiera en el que los Houston Rockets perdieron por 124-115 ante los Phoenix Suns para seguir fuera de los puestos de play-off en una temporada más que decepcionante para los James Harden, Dwight Howard y compañía.

Esa sería la (no) historia del partido disputado entre ambos equipos el pasado 7 de abril hasta que, poco después, descubriéramos la curiosa técnica de saque de fondo que los Rockets improvisaron poco antes del descanso.

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En una jugada defensiva, el ala-pívot de los Rockets Josh Smith se llevó un codazo en la cara involuntario del novato de los Suns Devin Booker. "Pues vaya, qué gran historia me estás contando", estarás pensando.

Tranquilo, tranquilo: ya voy al grano. Smith se quedó agachado doliéndose del golpe un buen rato; mientras, Phoenix anotó en una situación de cinco contra cuatro. El base Andrew Goudelock recogió el balón de la canasta y se dispuso a sacar de fondo.

"Josh… ¡eh Josh, estás ahí!", gritó Goudelock para sacar. Nada, el tipo seguía agachado. El resto de compañeros, demostrando una vez más la disfuncionalidad de los Rockets en general, ya estaban al otro lado de la cancha. ¿Y ahora, qué hacer?

Goudelock tiró de ingenio y apuntó a su compañero caído. En concreto, a su culo. Lanzó el balón al parqué, apostando por un autopase anal picado, y la cosa funcionó. En primer lugar, el bueno de Goudelock pudo continuar la jugada sin que le pitaran cinco segundos ni pedir un tiempo muerto estúpido; además, con el ligero toquecito en el pompis, Smith despertó de su dolor en el jeto.

Houston, muy a pesar de esta improvisada invención del saque de fondo trasero, perdió una vez más ante un equipo que es el segundo peor del Oeste. Smith se recuperó del golpe y Goudelock acabó el choque con cinco minutos de juego, tres puntos… y un pase de culo. Literalmente.

Los Rockets, con un récord de 39-40, aún mantienen opciones matemáticas de clasificarse para los play-offs de la NBA. Veremos si lo hacen con (o como) el culo.