Recordando "Thunderstruck," el fallido intento de Kevin Durant en la pantalla grande

Puede que Stephen Curry tenga un segundo campeonato de NBA en la mira, una carismática familia con una adorable hija, y la pinta hollywoodense de Allan Arbus, pero muy adentro de su ser Kevin Durant tiene algo que Curry no tiene: una mediocre película de comedia en donde es protagonista de sí mismo. Setve Kerr tiene una breve participación en la misma cinta, lo que la convierte, técnicamente, en una película de los Warriors de Golden State, pero ellos ya cuenta con su propio oscuro filme del que hablé en el pasado. La hora de hablar de Kevin Durant y Thunderstruck es ahora, antes de que el recuerdo de su breve ascenso durante la postemporada se disipe, y antes de que Durant se convierta en agente libre y pierda, inevitablemente, tres finales de NBA con cualquier equipo de la Conferencia Este que busque sus servicios.

El 2012 fue un año extraño para la NBA. Después de un cierre patronal que le costó a la liga los primeros 16 juegos de la temporada, la NBA estuvo de diez como ahora, pero también fue un desastre. Los Hornets fueron los Bobcats, los Pelicans fueron los Hornets, y los Sixers lograron llegar a la segunda ronda de los playoffs —si sumas todo esto, era muy difícil no creer las predcciones de los mayas en torno al apocalipsis que se avecinaba—. Kevin Durant prosperó en su era como parte de un equipo joven y sólido al lado de jugadores desconocidos como James Harden y Russell Westbrook, y apoyado por superestrellas como Royal Ivey y Nazr Mohammed. El Thunder perdió 4 juegos a 1 en las Finales de 2012 ante el Heat de LeBron James, pero el futuro se veía exageradamente brillante para el equipo de Scott Brook.

Thunderstruck nació de este tumulto; no teníamos idea cuatro años atrás que los benditos Spurs seguirían siendo tan buenos, o que Curry reemplazaría a Durant como el rostro de la NBA. De todos modos, Durant tiene 27 años y ya ha tenido participación en unas finales, un premio MVP, y el recuerdo de esta brillante postemporada. Pero al ver Thunderstruck, es difícil no preguntarse qué le sucedió a ese hombre que llevó su escuadra a un juego de derrotar al "mejor equipo en la historia de la NBA".

Kevin Durant es una rara superestrella de la NBA que hemos pasado por alto porque ha sido tan bueno por tanto tiempo, y a quien también hemos olvidamos por vivir en la era de LeBron y Curry. Para una cinta titulada Thunderstruck que incluye al jugador franquicia del Thunder de Oklahoma City, nos encontramos al principio, inevitablemente, a Jim Belushi entrenando a un equipo de basquetbol de preparatoria. Esto significa una inmediata decepción porque Belushi es la verdadera estrella de la película que realmente quería ver, NBA JIM.

En su lugar, la verdadera estrella del filme es Taylor Gray, actor de Nickelodeon quien interpreta al aguador del equipo de Belushi, Brian Newall. Brian tiene una hermana menos cuyo único propósito es filmarlo haciendo pésimas jugadas que se hacen virales en su escuela. Su fama lo lleva hasta la Chesapeake Energy Arena, donde falla un tiro libre ante el público pero logra noquear a la mascota Rumble el bisonte. Kevin Durant, quien interpreta a un Kevind Durant más acartonado, se apiada del pobre niño y le firma un balón de basquetbol. Durante el acto, sus respectivos buenos deseos resultan en una transferencia sobrenatural de talentos, y en una hora y media ultra predecible pero de entretenimiento bienintencionado.

Thunderstruck es, por mucho, una cinta nada original, pero contiene algunos destellos que la hacen casi apta para los adultos. Por ejemplo, la madre de Kevin Durant en la vida real (y musa de las cintas de Lifetime), Wanda Pratt, aparece casi al principio de la película. Brandon T. Jackson (Alpa Chino de Tropic Thunder) tiene el papel, como manager de Durant, para el cual el menos popular Kevin Hart había nacido. Luego de unos intentos en los Jackson usa un tapete estático y una pistola de descargas eléctricas, entre otras cosas, para que Brian y Kevin intercambien poderes de nuevo, Brian se da cuenta que el haber lastimado a la mascota del equipo fue lo que desencadenó todo en primer lugar. Durant logra recobrar sus habilidades, Brian logra encestar la canasta del triunfo y Oklahoma City es un mar de felicidad.

Para un jugador All-Star de la NBA, honestamente, Kevin Durant es un fatal actor, fracasando incluso para alcanzar los niveles de actuación en The Fish That Saved Pittsburgh o Amazing Grace And Chuck. En 2014, Durant admitió públicamente a TMZ que si tuviera que escoger entre Thunderstruck y Kazaam de Shaquille O'Neal, ésta sería la mejor película. Esto ocasionó que Jim Belushi saliera en defensa de Thunderstruck, lo cual es aún más devastador.

La falta de personal de la NBA no afiliado con Turner Broadcasting entorpece a Thundestruck. Sin embargo, hay una participación por parte de Candace Parker, superestrella de la WNBA. John Whitesell, veterano director de televisión quien estuvo a cargo de Malibu's Most Wanted y las secuelas Big Momma's House, entre otras, hizo lo que pudo para darle a Thunderstruck, cinta de una estrella y media de calificación, una estrella y tres cuartos. En realidad no es suficiente, pero le agradecemos el esfuerzo.

A final de cuentas, Thunderstruck nos deja con una dulce sonrisa en la cara pero nada del otro mundo, y es un intento bienintencionado para expandir la marca de Kevin Durant que no logró hacerlo del todo. Aunque Durant se niega a hablar de su debut en la pantalla grande, tampoco es algo que le quite el sueño. Es sólo que existen muchas otras formas de recordar la era de Kevin Durant en Oklahoma City —entre esos recuerdos las finales de conferencia de este año— y mucho que esperar para el futuro en la segunda mitad de su carrera, que no hay necesidad de mencionar una paupérrima versión de Space Jam. Ahora, si me disculpan, me iré a ver una buena película sobre al vida de Durant.