Sigue a VICE Sports en Facebook para descubrir qué hay más allá del juego:Veréis: en la NBA suelen pasar cosas increíbles… pero no siempre son mates alucinantes, o tapones brutales, o actuaciones espectaculares. En una liga con tantos equipos y tantos partidos, a veces se dan situaciones que están al borde de —por no decir que se meten de lleno en— la categoría del surrealismo daliniano.Os ponemos un ejemplo. En 2012, el jugador Carlos Boozer —que hoy es agente libre— por alguna razón apareció así en un partido entre los Chicago Bulls y los Boston Celtics:Sí, la imagen no es de mucha calidad (ya se sabe, 2012, la era pre-digital, las palomas mensajeras, Los Picapiedra), pero creemos que se aprecia perfectamente que el amigo Carlos se pintó el pelo en la cabeza de forma literal. Esta semana el jugador ha roto por fin su silencio al respecto y lo ha explicado en la televisión estadounidense.
Esencialmente, Boozer admite que lo hizo porque se estaba quedando calvo. El ex jugador de los Bulls y los Lakers, entre otros, explica al presentador que usó un tinte de pelo llamado The Bigen que básicamente hizo que su cabeza pareciera un mocasín redondo. El jugador incluso reconoce que intentó lavarse la cabeza "siete u ocho veces" antes del partido para intentar quitárselo y asegura que ha tragado una cantidad industrial de burlas por el episodio.Desde aquí celebramos que Carlos por fin haya roto su silencio. Admitir las cagadas es el primer paso para evitar que se repitan… y de paso, quizás el testimonio de Boozer sirva para evitar que otros cometan su mismo error. ¡Abajo los tintes de pelo! ¡Vivan las canas y las calvas libres!