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Música

Un tipo se hizo pasar por el manager de Adele para conseguir boletos gratis de Kendrick

Tienes que al menos más o menos admirar la fineza del intento.
Lauren O'Neill
London, GB

Las así llamadas mentiras piadosas son una parte más que básica de la psique humana y todos las decimos cotidianamente. "Eh… ¿podemos ir a otro lugar? Es que ayer comí burritos" para impedir la proclividad del date hacia la garnacha y así evitar el olor a cebolla en el momento ansiado del romanceo. "No puedo ir al curso de capacitación el sábado porque vienen mis primos de Hidalgo" porque prefieres pudrirte en la cama viendo una de esas series de Netflix odiosas, que ser forzado a llegar con café y block de notas amarillo a la oficina una mañana de sábado. Es comprensible. Como seres humanos en este sistema neoliberal, somos innatamente egoístas. No podemos evitar estas falsedades como rebabas de la convivencia humana.

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Pero a veces las mentiras piadosas, bueno, se convierten en una espiral. Y en el caso de Justin Jackson y su esposa Angel Lii, el "Estaría chido ir al concierto de Kendrick, ¿cómo conseguimos entradas?" se convirtió en "¿Tal vez deberíamos hacernos pasar por alguien de peso?" que, en última instancia, terminó en "Hola, no cabe la menor duda que soy el manager de Adele, cuyo nombre es Jonathan Dickens y me preguntaba si no serías tan amable de regalarme a mí, Jonathan Dickens, unos pases para el show de Kendrick?" Una clase magistral en cómo enredarte en una espiral de mentiras, de hecho.

La historia cuenta que Jackson y Lii se han estado presentando como Dickens durante más de un año, a través de una dirección falsa de correo electrónico, y solicitando memorabilia y entradas para conciertos a managers de varios artistas. Y no se fueron con artistas de medio pelo, sino puro peso completo: Billboard reportó que entre los supuestamente contactado estaban representantes de Rihanna, Drake, Chris Brown, Usher, Katy Perry y Pharrell. Eventualmente todos estos representantes empezaron a oler a la rata, Dickens fue contactado y después se llevó a cabo la denuncia a la policía.

Jackson y Lii finalmente fueron capturados cuando el detective Stephen Kaufman ideó una trampa en la que se hizo pasar como un gerente de producción de quien Jackson tendría que recoger unos boletos. Inevitablemente esto condujo a su arresto, y él y su esposa han sido acusados formalmente. Sin embargo, no es la primera vez que los gustos musicales de Jackson lo meten en problemas: anteriormente pasó dos años en la cárcel por hacerse pasar por un representante de Madonna y convencer a una tienda de Nueva York de que le prestara $ 2.7 millones de dólares en joyas, que más tarde vendió a una tienda de empeño en Florida.

Posteriormente en 2014, fue demandado por el jugador de baloncesto Reggie Love, en ese momento ayudante personal de Barack Obama, por hacerse pasar por él e intenta obtener cosas gratis incluyendo, pero no limitado a: "tarjetas de regalo de la Cheesecake Factory y ropa y bolsas de mano de Juicy Couture", según el Miami Herald. Pero realmente, el plato fuerte fue una demanda interpuesta por la productora de Oprah, en 2014, cuando se presentó como su sobrino. ¿Ilegal? Por supuesto, pero también, hay que admirar esa dedicación infalible con las aspiraciones.

Así que yo no sé. Tal vez la próxima vez que vaya a decir una mentira para conseguir algo que deseas, debas tener a Justin Jackson en mente. Tendrías que pensar: "¿Esta mentira está bien?" y tendrías que pensar: "Podrá esta mentira conducirme a una afición a las cosas gratis tan desmedida que un día literalmente me haga pasar por el manager de Adele para conseguirlas?" Y si la respuesta es 'Sí', probablemente no deberías decir esa mentira. Otras mentiras, más pequeños que no tienen, probablemente, el potencial de arruinar vidas y reputaciones, están muy bien.

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