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Música

Mi viaje a través de videos viejos de raves

Y por qué estas grabaciones se encuentran entre los artefactos más placenteros del Internet.

Sentado aburrido en mi escritorio la semana pasada, mi día brilló cuando me enviaron este video:

Se vacía un campo. Suenan alarmas de coche, activadas por accidente.  Los restos de las drogas de anoche siguen circulando por los cuerpos. El baile. El silencio. Esta es la alegría del video rave. Estaba de regreso. Esa noche hice algo que no había hecho en mucho tiempo: voluntariamente me metí en un interminable agujero de gusano de grabaciones en clubes.

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Como buen egresado de la escuela de arte, mi primer acercamiento a la experiencia de las grabaciones en rave ocurrió con la mini-obra maestra de Mark Lecky: Fiorucci Made Me Hardcore. El filme de Lecky son quince minutos de cuerpos ondulantes y divertidos manipulados en cámara lenta como .gifs humanos trascendentales, gesticulando hacia un grito vacío de hedonismo, y eso me dio un momento para reflexionar. Recordé esas noches cuando estaba hasta el pito navegando por YouTube, intentando encontrar los videos más chistosos de mamás revolucionando motocicletas que no arrancan y me llené con un sentido de arrepentimiento. Olviden las compilaciones de Vine, que se jodan todas las compilaciones, esto era real, era todo lo que quería ver: horas de montones de gente sudada convulsionándose al ritmo de hardcore/high energy bajo la influencia de drogas originales de calidad.

Estos videos capturaron los momentos de genuino éxtasis que nos parecen tan extraños en la actualidad, y nos recuerdan lo que alguna vez fueron. Y cómo lo que fue, nunca volverá. No sólo nos llevan hacia las bodegas de Huddersfield y clubes nocturnos de Warrington donde fueron filmados – nos llevan hacia los profundos y húmedos huecos de una conciencia cultural común que se sentía como el futuro, pero fue olvidada por siempre. Veamos exactamente por qué estos videos tienen un efecto tan profundo en el espectador, y por qué estas transmisiones de un mundo olvidado se encuentran entre los artefactos más placenteros salvados de las ruinas del Internet.

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NOSTALGIA

La nostalgia es algo enormemente terrible, perturbador e infantil. Es una forma de mitificar y romantizar tu propia deficiencia para lidiar con las dificultades del presente. Pero, al mismo tiempo, la nostalgia tiene una potencia innegable. Se filtra dentro de ti. Te puede abrumar. Tomen este clip por ejemplo.

Vemos estos videos sabiendo que ellos son nuestros padres, tíos y hermanas mayores; sabiendo que nunca se habla de estas noches, pero están en un museo de lo olvidado. Este es un mundo, que es muy cercano al nuestro, pero se siente irreal. Hemos reciclado la moda, reciclado la música, y estamos esclavizados con su sentido de abandono, pero al mismo tiempo no tenemos la posibilidad, o las ganas, de abandonarlo. En cambio, estas noches nos causan nostalgia, aunque nunca fueron nuestras en primer lugar.

ALEGRÍA DESENFRENADA

La experiencia moderna en el club es – con notables excepciones, por supuesto – un proceso de anti-clímax. Los clubes en realidad te hacen darte cuenta de que la realidad casi nunca se compara con las expectativas. Cadeneros alzados, precios de bebida infladísimos, malas drogas, olores rancios, salas de fumar llenas, y la galería interminable de idiotas en la audiencia frustran tus sueños de una noche interminable. Invariablemente te vas y nunca hablas acerca de esa noche de nuevo. La grabación que vemos aquí es la antítesis de esa actitud – este es el clubbing excelso, una noche fuera como experiencia transformativa y trascendental.  Sólo observa a esta gente. En verdad, míralos. Estudia sus rostros. Esta es una visión del cielo con un soundtrack compuesto por remixes de Altern-8:

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ESTRICTAMENTE BOMBAS

En esta vida, no hay nada mejor que el sonido de una infinita progresión de gordos acordes de piano sintetizado acompañados por un bombo. Eso es un hecho innegable. La mitad de estos videos tienen un soundtrack que los hace incluso mejores. La otra mitad está ambientada por canciones horripilantes para altas horas de la madrugada con sintetizadores hardcore y densas capas de propulsión. Sólo Dios sabe que es lo que Carl Cox toca en el minuto 4 del video de abajo, pero sé que aún suena como el futuro de la música dentro de 24 años.

LIBERTAD

Una cierta tristeza surge luego de consumir mucho de estas grabaciones en una sentada. Es el entendimiento de que este sentido de libertad encontrado a través de una experiencia compartida, comunal y cultural es algo que se nos ha negado por siempre a través de la Ley de Justicia Criminal. En algún nivel, definitivamente soy un romántico del rave. Por ejemplo, me imagino que buscar pistas con respecto a la ubicación del reventón en las intersecciones de las autopistas no era necesariamente muy divertido. Pero añorar lo que nunca tuviste- pero ha tenido un enorme impaco en ti y tu vida social y los amigos que has elegido y la vida que llevas – siempre estará teñido por el lente rosado del romanticismo. Esos campos interminables, esas hordas de juerguistas amorosos sin ninguna preocupación que no fuera la siguiente rola del DJ. Esos sábados interminables y lunes que nunca llegaban. En el presente, los íntimos confines del circuito de festivales europeos pueden ofrecernos la posibilidad de ver a Jeff Mills en Capri o a Moodymann en un castillo croata, pero hay algo que falta: no hay lodo, no hay peligro, no hay sorpresas … no hay libertad.

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LAS DROGAS

Concluyamos con la razón más obvia por la que te negarías a los clubes ante la comodidad de un sofá, una laptop y unos toques en una noche de sábado: ver a la gente en su forma más destruida. Así como cualquier programa cómico de la TV, es igual de divertido ver a alguien con la quijada trabada mientras suena 'Let Me Be Your Fantasy', es lo más cercano que hay a la perfección visual.

Esto es arte. Esto es cuando el clubbing luchó por convertirse en una cultura más que en una industria. Así que únanseme en el rechazo contra Steve Bug en una bodega de Hoxton o Jamie XX en un estacionamiento de Nottinghan. En vez, únanseme en esta retrospectiva, en este malviaje de ketamina por Internet. Honestamente, tendremos una noche muy divertida.

Josh Baines a veces tuitea acerca d elo que ve en YouTube: @bain3z