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Música

Del "underground amateur" al EDM: el olvidado arte de ser DJ

Has cambiado Axwell, antes eras chévere.
Light Las Vegas

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Cada año la escena electrónica se consolida más como un movimiento de la cultura pop y se aleja de sus raíces, donde sólo importaba el experimentar con nuevos sonidos para poder compartirlos con el público, quienes asistían a los clubes y raves con la única intención de disfrutar un buen viaje musical, sin importar quién estuviera en la cabina del DJ.

Esto continúa generando peleas de vecindad entre los legendarios héroes del underground que más de dos décadas atrás dieron origen a los diversos subgéneros de la Electronic Dance Music, en contra de los DJs superestrella que, en la actualidad, sólo se suben al escenario a levantar las manos y tocar repetidamente el mismo track que los otros DJs del lineup llevan mezclando todo el día.

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Recientemente, los manotazos fueron por parte de John Digweed y Paul van Dyk, contra los festivales y artistas comercialmente exitosos, en especial aquellos que sólo saben arrojar pasteles, champaña y "rashos" láser. Para quienes no han visto las dos breves entrevistas, parte de sus declaraciones fueron las siguientes:

"Si eres el DJ número uno del mundo, estás en una posición donde puedes tocar música que la gente no conoce y hacer explotar sus mentes, pero si escoges los tracks que ya todos han escuchado para hacer que el público reaccione, eso es ser flojo". –John Digweed

"No te puedo hablar sobre la cultura EDM, no soy parte de ella. No toco sets pre-programados y no le arrojo pasteles a nadie… La música electrónica tiene artistas increíbles que no necesitan pre-programar un set y tocar los mismos 10 tracks". –Paul van Dyk

Fotografía de Marc van Der Aa

De forma elegante, se fueron contra Hardwell, Steve Aoki y el resto de personajes circenses coronados por la lista DJ Mag Top 100. En su defensa, llegó Axwell e Ingrosso, quienes en un artículo para el New York Times, tuvieron la osadía de mencionar que "la música dance underground es, por decirlo de una forma amable, amateur". Una frase de la cual Axwell tuvo que, por decirlo de una forma amable, retractarse, tras recibir numerosas críticas por parte de artistas como Sasha, Eats Everything, Green Velvet, Nick Warren, Carl Craig, entre muchos más.

Si sumamos las declaraciones de Digweed, van Dyk, Axwell e Ingrosso, el resultado es que la escena electrónica en general se encuentra en un estado flojo, repetitivo y amateur y definitivamente los cuatro tienen razón. En la actualidad son contados los DJs que realmente están haciendo su trabajo correctamente.

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Una de las primeras tareas que tuvieron los Disc Jockeys en clubes y fiestas fue la de remplazar a las rockolas o jukebox, en las cuales la gente siempre escogía los mismos temas, lo que volvía monótono el ambiente dentro del lugar. A esto se sumaba el tiempo en silencio que transcurría entre que terminaba un tema y alguien escogía el siguiente. ¿Te suena la frase "termina esta canción y nos vamos"?

Seth Troxler contra la ketamina, la falta de autenticidad y Aoki (de nuevo)

Para un club no era redituable que la gente saliera tan fácilmente del lugar. Irónicamente, hoy en día es un negocio multimillonario tocar de forma repetida el Beatport Top 10, festival tras festival, pagándole entre $200,000 y $1,000,000 de dólares a los DJs por hacerlo.

Los mal llamados, "DJs amateur", de la escena underground-electro-hipster tampoco se salvan. Es cierto que artistas como John Digweed, Adam Beyer, Magda y muchos más continuamente están mezclando tracks nuevos en sus presentaciones y radioshows, sin darle la mínima importancia a cuáles son los 10 temas más vendidos en Beatport, pero con el paso de los años, han olvidado otro elemento fundamental de un buen DJ: la narrativa de sus sets.

Para explicar mejor este punto basta con citar un fragmento de una carta que el escritor John Twelve Hawks envió a John Digweed algunos años atrás, la cual sirvió para que ambos, en compañía de Nick Muir, produjeran el LP, The Traveler:

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"Mientras escribo esto, estoy escuchando tu Global Underground 006: Sydney. Reproduje el llamado 'Dark CD' de dicho álbum cientos de veces mientras redactaba el segundo libro de mi trilogía, The Dark River. Lo menciono porque, como cualquier buen DJ, fuiste capaz de crear un desarrollo, un estado de ánimo y un clímax. Algo muy característico de un filme, una novela o una obra."

Aunque no parezca muy lógico, un buen set solía contener una introducción, un desarrollo, un clímax y un final. ¿Qué sentido tiene solicitar a un DJ si va a soltar canciones de forma aleatoria toda la noche como si se tratara de un playlist de YouTube en modo aleatorio?

Como toda buena película o libro, un set se puede escuchar repetidamente a lo largo de los años sin volverse cansado o aburrido y por lo general cada uno trae tracks característicos que lo hacen único. Al tener una construcción mucho más pensada, son capaces de generar diferentes estados de ánimo durante su reproducción: alegría, tristeza, euforia, melancolía, etc.

En la actualidad, los DJs a los cuales Paul van Dyk y John Digweed critican no hacen otra cosa que tirar de principio a fin durante una hora temas "climax" que mantienen al público en un estado constante de euforia. ¿Se han dado cuenta que gran parte del público en dichas presentaciones ya no baila? La mayoría se limita a gritar, levantar las manos y sacar el smartphone para poder presumirle al mundo, a través de Instagram, que están observando al DJ #1 del mundo, quien por cierto ha tocado los mismos tracks en todos los festivales a los cuales ha ido en los últimos dos años.

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Por el lado amateur-underground, tenemos a DJs anti-mainstream que se mantienen por dos horas en la "introducción" del set. Jamás comienzan a generar movimiento o estados de ánimo en su público. Artistas que bien podrían haber puesto en loop infinito un segmento de track y su set habría tenido la misma energía.

La mayoría de los sets que cuentan con una narrativa apropiada y una selección de temas inigualable se han quedado en el pasado. En lo personal, mis favoritos continúan siendo, Balance 005, de James Holden e Involver de Sasha. Ambos discos son un claro ejemplo de lo que se puede lograr cuando un DJ se empeña en localizar en su gigantesca biblioteca musical los tracks adecuados para abrir y cerrar un viaje musical así como generar diferentes momentos de clímax en su historia.

Sasha – "Involver"

Otros álbumes que pueden servir de ejemplo en este aspecto son:

  • In Search Of Sunrise 3: Panama, de Tiësto
  • Global, de Paul van Dyk
  • Universal Religion 2004 Live Armada at Ibiza, de Armin van Buuren
  • Tranceport, de Paul Oakenfold
  • Renaissance Presents Transitions Vol. 1, de John Digweed
  • Global Underground 013: Ibiza, de Sasha
  • Renaissance Presents The Theraphy Sessions Vol. 01, de Dave Seaman y Phil K
  • It's All Gone Pete Tong Original Soundtrack Recording
  • We Are Proud Of Our Choices, de Ewan Pearson
  • Because We Can, de Lostep
  • Part of The Weekend Never Dies, de Soulwax

Para fortuna de la escena electrónica, aún se pueden encontrar DJs que se encuentran realizando un trabajo admirable en sus presentaciones en vivo, tanto seleccionando tracks de los más extraños y desconocidos (como los que pide John Digweed), hasta realizando narraciones impresionantes que pueden sacar un lágrima o una sonrisa hasta a la persona más amargada sin necesidad de pasteles y lucecitas de colores.

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Entre ellos pueden darle un vistazo a:

  • BBC Radio 1's Essential Mix (28-Marzo-2015), de Jamie XX & Four Tet
  • BBC Radio 1's Essential Mix (18-Octubre-2014), Best Essential Mix of The Year, de Caribou
  • Live From Ultra Resistance Day 2 (28-Marzo-2015), de Joris Voorn
  • Live From Ultra Resistance Day 2 (28-Marzo-2015), de Agoria
  • Live From Ultra Carl Cox & Friends (28-Marzo-2015), de Seth Troxler

Joris Voorn Live From Ultra Resistance Day 2

Jay Ros es Social Producer en THUMP México. Síguelo en Facebook y Twitter.