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sorpresas en el futbol

De cómo Guam protagonizó la sorpresa más grande en la historia del fútbol

Y llegó el día en que David se convirtió en Goliath... Bueno, al menos durante 90 minutos.
Imagen vía FIFA.com

El 16 de junio de este año se produjo, tal vez, una de las mayores sorpresas de la historia del fútbol. Sin embargo, el hecho aconteció tan lejos de nuestras tierras que pasó completamente inadvertido. Lo cierto es que, más allá de los miles de kilómetros de distancia, seis meses después, y viendo los sucesos desde una perspectiva más digerida, hasta es posible aventurarse a sentenciar la siguiente frase: lo que se vio aquel día en aquella cancha, en aquella isla, jamás, nunca, en ningún otro tiempo, volverá a repetirse.

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¿De qué estamos hablando? De la maravillosa y surrealista victoria, en un juego de Eliminatorias, de un país que cuenta apenas 180.000 habitantes contra otro en el que viven 1.252.000.000 millones de personas. Ese día, Guam le ganó a India; ese día, el más pequeño David tumbó, con dos "piedrazos", al más enorme de los Goliats…

Foto: FIFA.com

A decir verdad, Guam ni siquiera es un país. Es un territorio no autónomo que pertenece a Estados Unidos y que se sitúa en el Pacífico Occidental; una isla de apenas 549 kilómetros cuadrados cuya capital, Agaña, cuenta 1.100 habitantes, menos que los vecinos que cada día conviven en un condominio de la ciudad de México. India, por su parte, es, después de China, la segunda nación más grande del mundo, y pronto será el primero.

En sus 3.287.590 km² viven más de mil millones de habitantes, repartidos a lo largo y ancho de un enorme territorio en el que se registran 23 lenguas nacionales, miles de diferentes costumbres, de culturas. La magia del fútbol, así, hizo que Guam e India, dos selecciones pertenecientes a mundos diferentes, se encontrasen por 90 minutos en un campo de juego. Y si decimos que, entonces, sucedió la victoria más increíble de la historia del deporte es porque, en un hecho inédito y probablemente irrepetible, la nación vencedora fue aquella que era… ¡6.955 veces menos poblada que la vencida!

Para acercarse a un antecedente parecido, en el que un país muy pequeño vence a otro "infinitamente" más grande, hay que remontarse a un amistoso que se jugó en 2010, en el que Uruguay (3.400.000 habitantes) derrotó 4-0 a China (1.350.000.000)… ¡Y todavía Uruguay es 19 veces más grande que Guam! Pero no sólo se trató de una cuestión de cantidad de personas, porque, además de ser pequeño en geografía, esta isla del Pacífico también era pequeñísima en fútbol. Y sin embargo, rompió todos los pronósticos…

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Foto: Federación de Guam

En su debut internacional como Selección, en 1975, Guam perdió 12-0 con Fiji. En 2005, cayó 21-0 con Corea del Norte. En 2009, 34 años después de su debut, logró su primera victoria: 1-0 ante Mongolia. Y en las Eliminatorias para el Mundial 2002, que fueron las únicas que hasta ahora había disputado, sus derrotas habían sido 16-0 contra Tajikistan y 19-0 contra Irán.

Sin embargo, desde la asunción del DT inglés Gary White al frente del equipo, en 2012, todo cambió. Y ese combinado formado por jugadores de la liga local, de divisiones menores del ascenso de Estados Unidos y algunos de Tailandia, con un solo futbolista profesional, logró imprimir su nombre en letras de oro en el panteón de leyendas de la nación (que todavía no es nación). Muchos habitantes de la isla, sostienen, incluso, que lo que pasó ese 16 de junio en el estadio de la ciudad de Dededo, y ante 3.277 espectadores, trascendió lo deportivo y se convirtió en el hecho más importante alguna vez sucedido en el lugar.

Esa tarde, en el Guam FA National Training Center, había mucha expectativa, porque cinco días antes, en otra enorme sorpresa que apenas anticipaba lo que se vendría, Guam había derrotado 1-0 a Turkmenistán (esa jornada, el 11 de junio, había sido la primera vez que la Federación de Fútbol local había vendido entradas para un partido). Entonces, a los 37 minutos, y ante el delirio general, Brandon McDonald, un defensor que juega en Tailandia, puso el 1-0. A los 17 minutos del segundo tiempo, Shawn Nicklau anotó el segundo. India descontó en el último segundo de juego, pero la proeza ya estaba hecha; Guam había derrotado a un país casi 7.000 veces más poblado, el séptimo más grande del mundo entero. El arquero guameño, Doug Herrick, trabaja en una organización que se dedica a los trasplantes de córnea, uno de los centrocampistas es empleado en un banco, otro es científico marino…. ¡Y le habían ganado al combinado del segundo país con más personas del planeta!

Esa noche, todas las pequeñas ciudades guameñas se vistieron de fiesta. Al día siguiente, los jugadores dedicaron la tarde a firmar autógrafos en el estadio y sacarse fotos con los más chicos, deslumbrados por sus nuevos héroes. En ese momento, con dos partidos jugados y dos ganados, Guam hasta soñaba con clasificarse a Rusia 2018. Vinieron luego cuatro derrotas (India se tomó revancha, 1-0 en Bangalore) y un empate, y así Moscú quedó lejos. Pero eso ya no importa.

Antes de empezar cada partido, los futbolistas de esta isla realizan el Inifresi, una especie de canto ritual, como un Haka neocelandés, en el que juran defender por y para siempre la madre patria de los Chamorros, que son los habitantes originales de este territorio. Aunque lo sigan cantando, gracias a su esfuerzo y a ese tremendo triunfo, ellos ya lo lograron: desde aquel 16 de junio, se habían convertido en leyenda y habían honrado como nadie a sus ancestros.