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el adiós del héroe del maracanazo

​El corazón no entiende los aniversarios

Una de las fechas más representativas del futbol será llorada de alegría y tristeza por el resto de la historia.
Reuters

El corazón no respetó la fecha, le importó un carajo el aniversario y sobre todo, la persona. Una de las fechas más icónicas del futbol será llorada por alegría y tristeza por el resto de la historia.

Una internada por el sector derecho a toda velocidad del uruguayo Alcides Ghiggia culminó con un disparo, recto, a primer poste que se clavó como una flecha mortal en el corazón de un país forjado a ganar en todo lo que a futbol se refiere.

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Era el minuto 78 de la Copa del Mundo de Brasil en 1950. Aquel tanto del imborrable e inolvidable '7' charrúa le daba a Brasil la derrota más dolorosa de su historia. Uruguay volteaba a su favor el partido, poniendo el 2-1 en el marcador en la gran final del Mundial.

Ghiggia creaba en el vocabulario común y mundial la palabra 'Maracanazo'. Corrió con el corazón buscando de la pelota de cuero, buscó a sus compañeros para festejar, y luego festejó con la mucha vida que aún le quedaba el segundo campeonato mundial de Uruguay.

Curiosa que es la vida. El instante más imborrable de su existencia, el que le dio a Uruguay su instante más hermoso, es el mismo que hoy lo saca de la faz de la tierra. Ese corazón que antes lo impulsó, hoy lo convierte en leyenda producto de un infarto.

Alcides Ghiggia falleció a los 88 años de edad, justo cuando se cumplían 65 años del 'Maracanazo', el cual sol podría ser opacado por la goleada que el año pasado Alemania le dio a Brasil en la Copa del Mundo de 2014.

"?'ato", como se le conocía, fue uno de los más grandes hinchas de Peñarol y Danubio. Fue objeto de un sinfín de reconocimientos por parte del club 'carbonero', de Uruguay y de la FIFA, quien lo ha reconocido como uno de los mejores futbolistas del siglo pasado.

Recordar aquella mañana en el Maracaná es volver a vivir la esencia del futbol. Es entender aquella carrera ahogada en un suspiro de alegría y tristeza; comprender cómo un golpe a un balón pudo romperle el corazón y ahogarlo en el silencio durante décadas. Es impensable analizar ese instante sin la figura de Alcides.

El futbol es para siempre, lamentablemente las personas no. Hoy Ghiggia le falló lo que hace 65 años ni por equivocación se detendría. Corazón. Futbol, tú no lo respetaste hoy.