Carlos "Príncipe" Cuadras perdió el título por decisión dividida

En el Forum de Los Ángeles hubo dos peleas estelares: una la que tuvo lugar sobre el ring entre Carlos Cuadras y Román González, y otra la que vieron los jueces y trasladaron a sus papeletas al final. En la primera, el mexicano poseedor del cinturón supermosca hasta ayer, recibió y repartió, perdió unos cuantos rounds y ganó algunos otros, los suficientes para arañar una victoria, merecer un empate y quizá irse con una decorosa decisión dividida. En la segunda, la terna magisterial de Cathy Leonard, Max DeLuca y Robert Hecko vio que al nicaragüense arriba por 6, 4 y 2 rounds respectivamente. Quizá la derrota duela más no por derrota sino por unánime. Sea como sea, El Chocolatito González es nuevo campeón supermosca del Consejo Mundial de Boxeo.

Las estadísticas —esa numeralia sin sentimientos— indica que González pegó 322 veces, y Cuadras 257. En golpes de poder igualmente el pupilo de Alexis Argüello hizo blanco 295 contra 212 de Cuadras. Las estadísticas —ese transcripción helada de la realidad— revelan, además de la superioridad de uno, que el combate fue parejo, una profusión de combinaciones casi siempre iniciadas por Cuadras y respondidas con otra serie de combinaciones, igualmente vertiginosas y certeras, de González.

.— HBOboxing (@HBOboxing)11 de septiembre de 2016

Con este triunfo, el Chocolatito tiene cinturones en las cuatro divisiones distintas y su record queda en 44-0 con 37 KO. Cuadras registró ayer su primer derrota, no obstante su record sigue siendo muy impresionante: 35-1-1.

'Chocolatito' González, para la historia: logró su cuarto título mundial tras vencer a Carlos Cuadras. — SportsCenter (@SC_ESPN)11 de septiembre de 2016

Al final del combate los rostros de los dos peleadores acusaban recibo de tanto cuero. El nicaragüense recordaba un poco a Wilfredo Gómez después de su pelea contra Salvador Sánchez. (Si no la han visto, dense la oportunidad: es obra maestra de la saña y la hinchazón ocular). Tenía los ojos entrecerrados, sobre todo el derecho. Y Cuadras, por su parte, tenía un corte leve a un lado de la ceja derecha. Si nos vamos por huellas en el rostro, de nuevo, Cuadras araña la victoria o si acaso, merece el empate. Podemos estar esperanzados de que tal derroche de violencia admitirá la consideración de una revancha.