Pusimos a dibujar a tres artistas del Entreviñetas

Celebrando su quinta edición, este año Entreviñetas se reafirma como el el festival más importante del cómic y la novela gráfica en Latinoamérica, con una programación que incluye a más de veinte invitados de ocho países diferentes y que se tomará seis ciudades de Colombia.

Los adeptos al cómic podrán trazar amistades creativas de la mano de pesos pesados internacionales de las historietas como la alemana Ulli Lust, la chilena Catalina Bu y el belga Olivier Shrawen. Igualmente se harán presentes el ilustrador italiano Manuel Fior, quien este año lanzó su novela gráfica La Entrevista, una obra profundamente influenciada por 2001: A Space Odyssey de Stanley Kubrick, que lleva al lector a la Italia del año 2050 y mezcla el drama íntimo de los personajes y la ciencia-ficción. También estará Edmond Baudoin, quien en su más reciente trabajo, El sabor de la tierra, va tras los pasos de los campesinos desplazados por el conflicto colombiano en la región del Caquetá.

Y aunque en Colombia ni el cómic ni la novela gráfica son algo nuevo –hay que recordar la extinta y noventera revista Acme–, el panorama actual es bien interesante, hay un auge de revistas, fanzines, blogs y sobre todo, de novelas gráficas de alta calidad como es el caso de Los Once, escrita por los hermanos Miguel, José y Andrés Cruz sobre la toma al Palacio de Justicia; o la pieza inspirada en el hijo del telegrafista de Aracataca, Gabo, memorias de una vida mágica, escrita por Óscar Patoja e ilustrada por Miguel Bustos, Felipe Camargo y Tatiana Córdoba.

VICE quiso entablar una conversación ilustrada con algunos de los artistas nacionales invitados este año al festival Entreviñestas y aquí está el resultado del experimento.

Jim es un ilustrador y diseñador gráfico bumangués que desde chiquito está haciendo garabatos a mano alzada. Le interesa más la tinta que los procesos digitales. Solía asistir a iglesias cristianas, pero se reformó y comenzó a dibujar pollitos por toda la ciudad y desde entonces no ha parado de dibujar garabatos descuidados y coloridos.

Hace poco publicó Tumaco, un libro de cómic en el que Jim ilustró las ideas de Oscar Patoja sobre la vida de un niño del Pacífico que enfrenta los obstáculos en su sueño de ser futbolista. Tiene un proyecto que se llama La Escuelita de los Andes, con el que ha realizado talleres artísticos de cómic en Bucaramánga sobre creación de personajes, fotografía y escritura creativa. Está trabajando con el Banco de la República y la Agencia Presidencial para la Reintegración, de la mano de otros ilustradores nacionales como Tatiana Córdoba e Inu Waters, realizando talleres con desmovilizados. A Jim le preguntamos sobre este proyecto y nos adelantó que el Banco de la República realizará una exposición con algunos de los dibujos resultantes a finales de año.

A partir de su experiencia con los desmovilizados, quisimos preguntarle a Pluk: ¿de qué forma el arte se convierte en válvula de escape en un país en el que la gente está llena de demonios?

Camilo es un artista plástico e historietista caleño. Se ganó una beca de cómic de la Alcaldía de Bogotá con su novela gráfica Calidez Aislada y este año publicó su cómic-memoria Ciervos de bronce, un proyecto que surgió a partir de las experiencias sindicales de su padre y de sus compañeros en Bogotá y Cali.

En su blog, Camilo se la pasa dibujando sueños extraños de mantarrayas que se alimentan de la energía de las personas. Tiene una gran preocupación porque no logra reconciliar al cómic con el arte y por eso, de vez en mes, se vuelve rockstar y canta música popular –y otra no tan popular– a través de sus cómics.

Por eso, y por encargo del editor de VICE Colombia, le pedimos el fa de que nos interpretara esta hermosa melodía con papel y lápiz, a lo que Camilo respondió:

Al final del ejercicio, Camilo nos explicó esos "elementos" que le disgustaron de esta gran poesía llenera:

"Lo primero fue que no soy muy amante de la música llanera, ni de la cosa de montar a caballo en medio de la naturaleza. Además el título repetido a manera de coro: 'Como pa' sacarte cría'…no soy muy de tener hijos, ni de los embarazos, ni de recién nacidos, y el man pone ahí como: 'Estás tan buena que te embarazo', y yo era como ¿Y si ella no quiere tener hijos?. Le dice que está tan buena que se le caga la vida. Veía la escultura de la guitarra en el video como 'no se alarmen, solo un símbolo fálico pasando por aquí'".

Felipe es un tipo bastante reposado, nada de trazos rápidos, desmedidos ni viscerales. Es artista visual de la Javeriana y fue uno de los ilustradores que participaron en la realización de Gabo, memorias de una vida mágica. Este año presentará en Entreviñetas la novela gráfica sobre Juan Rulfo.

Felipe, desde su primera novela gráfica El señor solitario y la anciana incomunicada, ha revelado su obsesión por el tema de la incomunicación en las ciudades, la soledad y las ventanas. Así que quisimos saber de dónde le venía su obsesión y le preguntamos: ¿Felipe, qué se ve desde su ventana?