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Miembros de un cártel mexicano condenados a 697 años de cárcel por feminicidio

El caso del asesinato de 11 mujeres que fueron obligadas a prostituirse por los miembros del clan Barrio Azteca se había convertido en un símbolo de la crisis de feminicidios y de la necesidad de una reforma que modernice el sistema legal mexicano.
Foto por Alejandro Bringas/EPA.

Este artículo fue publicado originalmente en VICE News, nuestra plataforma de noticias.

Cinco miembros de un cártel mexicano fueron sentenciados el lunes por la noche a casi 700 años de prisión por el secuestro, tráfico y asesinato de once mujeres en Ciudad Juárez.

Las mujeres fueron obligadas a prostituirse y luego fueron asesinadas y arrojadas a la orilla del río. Los observadores aseguraron que el caso era una prueba de fuego para medir la fuerza de las nuevas leyes, que han sido introducidas con el objeto de modernizar el vilpendiado sistema judicial del país.

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La sentencia de Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua, terminó con un caso maratoniano que había arrancado en abril y que había sido considerado como un serio barómetro sobre el estado de las reformas judiciales aprobadas en el país hace siete años. El caso resultó pionero en la argumentación oral de las partes, en lugar de seguir el curso del anticuado litigio por escrito que había sido la norma en todo el país hasta la reforma legal de 2008.

El caso también ponía a prueba el comportamiento de la justicia ante las supervivientes de los feminicidios y ante los despiadados y ultra violentos asesinatos de mujeres a manos de hombres, en inequívocas circunstancias de violencia de género. Ciudad Juárez se convirtió a principios de siglo en la trágica abanderada de esa clases de crímenes. Allí se registraron cientos de casos sin resolver de mujeres y niñas desaparecida y asesinadas.


Relacionado: Los feminicidios del Estado de México


El juicio, que se concentraba en los casos de 11 mujeres secuestradas y asesinadas entre 2009 y 2010 se extendió durante tres meses y convocó a más de 200 testigos en el tribunal.

'Nosotros vamos a sentir paz cuando tengamos certeza de que estos hechos no se van a volver a repetir'

Multitud de evidencias y sesiones celebradas, incluso durante el fin de semana en el tribunal, concluyeron el pasado 19 de julio en la condena de cinco miembros. Los sentenciados se identificaron como miembros de Barrio Azteca, una banda callejera que operaba como facción armada del antes dominante cártel de Juárez. Los condenados son Jesús Hernández Martínez, César Félix Romero Esparza, Edgar Jesús Regalado Villa, José Antonio Contreras Terrazas y Manuel Vital Anguiano.

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Cada uno fue castigado con una pena de 697 años y cada uno deberá indemnizar también a los familiares de las víctimas con $839,274 pesos.

Tres juezas presidieron el juicio, que tuvo lugar en una pequeña audiencia de paredes blancas, donde el número de cámaras de seguridad rebasaba al de asistentes. Los acusados, vestidos con pantalones de chándal grises, estaban sentados en el lado derecho de la sala, mientras que los demandantes estaban sentados en el extremo opuesto.


Los asesinatos de mujeres deben ser considerados como feminicidios, según la Corte Suprema de México. Leer más aquí.


Una perspectiva del paso fronterizo de Ciudad Juárez. (Imagen vía VICE News).

Una madre que perdió a su hija aseguró que las sentencias contra los miembros de Barrio Azteca no son ningún consuelo:

"Nosotros vamos a sentir paz cuando tengamos certeza de que estos hechos no se van a volver a repetir", declaró a VICE News Dora María Venzor, madre de Andrea Guerrero Venzor, una de las mujeres asesinadas.

Los cuerpos de las 11 mujeres fueron los primeros en ser descubiertos y positivamente identificados a orillas del llamado Valle de la Muerte, enclave de una serie de aldeas situadas en los suburbios de Ciudad Juárez, donde han sido descubiertos muchos cuerpos de mujeres torturadas y sin identificar.

El juicio reveló cómo los acusados implicaban a sus víctimas en infiernos vitales después de persuadirlas a que se presentarna a trabajos falsos a través de anuncios en las páginas de los periódicos locales. Una vez que las mujeres caían en la trampa, mandaban sus solicitudes de trabajo, en las que detallaban sus datos personales y sus aspiraciones a una vida mejor.

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Los delincuentes se valían de esa información para localizarlas, secuestrarlas y forzarlas a prostituirse.

Los acusados confesaron las direcciones de las viviendas y los hoteles del centro de Ciudad Juárez en que mantenían a las secuestradas, como el hotel Verde, donde las víctimas eran obligadas a prostituirse para clientes estadunidenses que cruzaban la frontera a pie.

Entre las evidencias presentadas, había dos series de fotografías, que VICE News contempló durante los varios días que compareció en la causa. En la primera serie se veía a las chicas sonrientes. En la segunda se veía a las mismas chicas tendidas sin vida junto al río.

Familiares de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez desfilan pidiendo justicia en noviembre de 2003. (Foto de Guadalupe Pérez/EPA).

A pesar de que el número de demandantes era reducido, las evidencias y los testimonios presentados podrían ayudar a esclarecer los más de 1,500 casos que, según los activistas locales, continúan sin resolver en la zona.

Las "desapariciones" de mujeres jóvenes, que normalmente era encontradas en descampados cercanos a los suburbios de la ciudad, despertaron el interés de la comunidad internacional a principios de los años noventa. Últimamente el Estado de México, en el centro del país, parece haberse convertido en el nuevo epicentro de la violencia contra la mujer mexicana.

'Lo que las autoridades dijeron fue que tenían que acabar primero con el problema del narco y luego con la desaparición y asesinato de miles de mujeres, como algo en segundo plano'

Pese a todo, según la opinión de los especialistas, lejos de haberse detenido, los feminicidios en Ciudad Juárez han empeorado en los últimos años. Los vecinos achacan la situación a años de negligencia y falta de interés por parte de las autoridades.

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El repunte de tales asesinatos en Juárez coincide con la declaración de "guerra" contra los grandes cárteles de la droga proclamada en su día por el anterior presidente de México, Felipe Calderón, que detentó la presidencia del país entre 2006 y 2012.

Javier Juárez, un investigador de la universidad Complutense de Madrid que lleva estudiando los crímenes de Juárez durante más de una década, declaró que después de que las fuerzas de seguridad fueran destinadas en la zona fronteriza de Juárez para detener la violencia relacionada con el narcotráfico, los feminicidios se dispararon.

"Entre 2008 y 2013, mientras las fuerzas de seguridad locales, estatales y federales fueron destinadas en Ciudad Juárez, desaparecieron y fueron asesinadas más mujeres que entre 1993 y 2007", declaró Juárez a VICE News.

Según los datos acumulados por el investigador, desde 1993, el año en que empezaron los feminicidios, hasta 2007, más de 500 mujeres fueron secuestradas y asesinadas. Más de 700 mujeres han padecido la misma suerte entre 2008 y 2013, entre ellas las once víctimas del histórico juicio de este mes.

Imelda Marrufo, representante de un grupo llamado Mesa de Mujeres, que supervisa la crisis de feminicidios, comentó que su organización ya había advertido al gobierno mexicano en 2008 sobre el aumento de la violencia de género.

"Lo que las autoridades dijeron fue que tenían que acabar primero con el problema del narco y luego con la desaparición y asesinato de miles de mujeres, como algo en segundo plano", señaló Imelda Marrufo.

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'Ahora sé cómo y quién mató a mi hija'

Según se ha denunciado, la negligencia de las autoridades mexicanas es achacable a que algunos de los agentes estaban involucrados directamente en las desapariciones. Las jueces de la causa celebrada en Juárez ordenaron a los investigadores del estado de Chihuahua que consiguieran indicios para emprender casos futuros.

"No cabe duda de que la policía local, federal, estatal y los militares están detrás de muchos de estos asesinatos. El problema es por qué estos agentes no están siendo llamados a declarar", cuestionó Juárez a VICE News.

El juicio nos está llevando a aclarar lo que sucedió durante todos estos años en que las familias y los juarenses han podido solo especular sobre el destino de sus hijas", añadió Javier Juárez.

Por su parte Marrufo también señaló que existen evidencias que vinculan a las fuerzas de seguridad con la cadena de asesinatos de mujeres.

"En el juicio se han señalado puntualmente a agentes de los tres niveles de gobierno por víctimas que lograron escapar, mujeres que aseguran haber sido mercancía comprada por policías y militares", contó Marrufo.

Después de escuchar la sentencia, Venzor, la madre de Andrea Guerrero, comentó que su familia esperaba que los acusados fuesen condenados a cadena perpetua. Pese a todo consideró que 697 años eran un "gran paso".

"Es mucho tiempo, ellos no van a ver la libertad nunca más en su vida", concluyó Venzor.

Para Norma Laguna, madre de Idali Juache Laguna que desapareció el 23 de febrero de 2010, la sentencia significa que finalmente puede encontrar algo de paz.

"Ahora sé cómo y quién mató a mi hija", finalizó Norma Laguna.

Sigue a Luis Chaparro en Twitter: @LuisKuryaki