"Yo puedo hacer todo lo que hacen los mexicanos pero mejor": Conocí al gringo millonario que quiere tomarse México

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"Yo puedo hacer todo lo que hacen los mexicanos pero mejor": Conocí al gringo millonario que quiere tomarse México

Se llama Joe T. Hodo y debutó su carrera política en 2015, cabildeando y haciendo campaña para promover la Fractura Hidraúlica a cambio de lo que él promete ser mucho progreso y prosperidad.

Mientras en México se rompen piñatas de Donald Trump, dentro del país hay otro gringo multimillonario con planes de tomárselo todo. Se llama Joe T. Hodo y debutó su carrera política en 2015, cabildeando y haciendo campaña para promover la Fractura Hidraúlica —o la extracción de gas natural de suelo— a cambio de lo que él promete ser mucho progreso y prosperidad. Su video "Frack U México" tiene más de un millón de vistas en Facebook y tras el lanzamiento de su programa "El Joe T. Hodo Show", el magnate anunció la creación de su partido político "GUERO" or "Gringos Unidos con Españoletes para Restablecer el Orden".

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Aunque me parecía obvio que Joe T. Hodo es un personaje satírico, el estado actual de la política mundial me hizo dudar un poco. Tras una corta investigación encontré entre los canales de Joe T. Hodo a Greg Berger, su creador, un cineasta de Nueva York afincado en México desde hace años. Pero cuando me contacté con Berger no pude hablar con él. Quien contestó el teléfono fue Joe T. Hodo. Después, quien fue a encontrarme en un bar en Tepoztlán fue Joe T. Hodo y, al final, quien me dejó pagar la cuenta entera del bar a mi fue —asumo— Joe T. Hodo.

"El gusto es todo suyo", me dijo al conocernos. Hodo no abandona su sombrero tejano, ni sus jeans y chaqueta. Es de Dallas y, según me contó, tiene mucho tiempo trabajando en la industria petrolera, a la que le debe su fortuna. Como al principio yo todavía quería hablar con Berger, comencé haciendo preguntas en inglés. A pesar de mi esfuerzos, me respondió siempre en su español chapurreado.

Hodo pontifica deshinbidamente. Sin mucho empacho citó a Ghandi y a Trump en una misma oración y se comparó con Hernán Cortez, pero más grande porque "en Texas todo es más grande". Es cordial y risueño, quizás porque está ya pensando en su campaña política. Y quizás por eso también, a Hodo no parece importarle hacer el ridículo. En sus videos es insultado con frecuencia por sus entrevistados, quienes no dudan en desahogar con él su frustración con la política nacional e internacional. Durante su entrevista con un oficial de la policía comunitaria de la comunidad de San Luis Acatlán en el Estado de Guerrero, Hodo no parece inmutarse cuando lo llaman "gringo pendejo" o cuando responsabilizan a gente como él por gran parte del extractivismo regional. Después, cuando Hodo intenta sobornar a otros oficiales, el magnate termina detenido para lo que la policía llama "re-educación".

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Hodo no se preocupa. Para él, los mexicanos son como "niños berrinchudos que no saben lo que les conviene". Como el adulto que cree que es, el tejano siente que ha tenido que enfrentar muchos berrinches de parte de la gente que "quiere seguir a líderes populistas como Lopez Obrador". Cuando le pregunté sobre su detención, T. Hodo confesó que su error fue confiar en la eficacia de una de las prácticas que más respeta de México: el soborno. Para su sorpresa, la policía comunitaria de San Luis de Acatlán no cayó. El quedó decepcionado, me dijo, porque encuentra mucho potencial en esa zona. Tanto que una de sus sugerencias para la policía fue modernizarse con cárceles privadas, como las de Texas.

Hodo tiene muchas sugerencias así. Me explicó que está en México por su amor a este país, que antes "solía tener líderes fuertes". Para el multimillonario todo empezó a desperdiciarse en los 60, cuando en México la gente empezó a organizarse para democratizar al país. "¿Tú sabes que hay pueblos en México viviendo sobre depósitos de minerales valiosos que no quieren sacar de la tierra?", me pregunta fascinado. "Tenemos muchas cosas desperdiciado", repite. "México es el cuarto lugar en el mundo con reservas de gas". Para Joe T. Hodo, por eso, el fracking es un negocio redondo para todos.

La Fractura Hidráulica o "Fracking" tiene un gran impacto ambiental. Entre otras cosas, la técnica es cuestionada por contaminar acuíferos —o agua subterránea—, por el elevado consumo de agua para la extracción del gas o petróleo, y por el esparcimiento de gases y productos químicos tóxicos en la superficie. Por sobre todo, sus críticos temen el efecto de todas estas cosas sobre la salud de las comunidades cercana a las zonas de extracción.

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El riesgo de contaminar el agua, en particular, es una de las razones por las que muchas comunidades siguen resistiéndose al fracking. Para el magnate, este no es un problema, sino una oportunidad. "Usamos el agua de la tierra para el fracking, sacamos mejor agua de otro lugar donde no hay fracking y vendemos esa agua —de Nestlé y Coca Cola— a la gente del pueblo." Hodo no niega los efectos en el agua, ni lo que los químicos podrían causar en las tierras afectadas. Se lo nota emocionado con lo que se podría lograr. Me insiste "Podemos embotellar el agua de Chiapas y venderla en Chihuaha donde estamos haciendo fracking".

En el video "Frack You México", Hodo —acompañado por una risueña y silenciosa modelo en un bikini con los colores de la bandera estadunidense— hace su pitch utilizando a un coco como ejemplo. Tras inyectar los mismos químicos que se utilizarían para la técnica del fracking al coco, se los ofrece a sus entrevistados. Nadie acepta la oferta y, como la policía de Guerrero, parecen todos bastante molestos con el gringo que dice "amar México más que ellos". Después, Hodo lleva su campaña a la Cámara de Diputados, el único lugar donde pasa desapercibido; se sentía en casa entre los altos mandos del país: "Ya están acostumbrados".

"Durante años hemos apoyado los cambios necesarios de parte de los políticos mexicanos", afirma orgulloso. Hodo atribuye muchas de las políticas actuales a la relación que gente como él tiene con la clase política. "Lo que nosotros decimos, ellos lo hacen. Cuando necesitamos libre comercio, cuando decimos que hay que dejar entrar a la industria energética, lo hacen". El gringo sonríe satisfecho. Es la misma sonrisa con la que se pasea por Guerrero o con la que responde a las entrevistas de Victor Hugo Michel en televisión nacional.

El impacto de los videos de Joe T. Hodo va más allá del número de visitas. En México hay cada vez más comunidades oponiéndose al fracking y organizándose contra iniciativas como las del el texano, quien sigue haciendo el ridículo a donde va. En mi caso, hablar de sátira política con Greg Berger, el director de los videos, fue imposible; su personaje Joe T. Hodo no nos dejó hablar nunca. "Yo puedo hacer todo lo que hacen los mexicanos pero mejor", dijo guiñandome el ojo antes de despedirse. "Soy un mexicano con valor agregado". Me dio la mano cordialmente, y salió del bar tambaleando un poco con las manos en el cinturón.