100 flashbacks que nos dejó el SOMA

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Música

100 flashbacks que nos dejó el SOMA

Contra todos los pronósticos, sobrevivimos al Soma. Cuatro días de sonido en medio de la Bogotá lluviosa de finales de 2014 que van a quedar tatuados en nuestra memoria para siempre. Algunos de nuestros más lúcidos recuerdos después del salto.

Ganadores indiscutibles del festival: Tame Impala.

Todas las fotos por André Piaf // ​@citizenboy // ​The Daily Sounds

Dijo Nietzsche alguna vez que la vida sin música sería un error.

Quisimos llevar su teoría al extremo en cuatro días que empezaron desde el miércoles 19 y terminaron el domingo siguiente. Cuatro días en los que bebimos, metimos y respiramos música hasta que los oídos, la cabeza y el resto del cuerpo nos dijeron: basta.

Aunque en el fondo nos dejaron con ganas de más, aunque sea para el año que viene.

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Vimos de todo. Oímos de todo. Artistas que estuvieron flojongos, DJ's que nos dejaron rebotando las entrañas, cantantes que nos pegaron coritos como virus, bandas que no conocíamos y que ahora amamos, actos de culto que no hemos terminado de digerir. Cuatro días de sonido en medio de la Bogotá lluviosa de finales de 2014 que van a quedar tatuados del otro lado de nuestros párpados para siempre.

A continuación, nuestro álbum: 100 momentos (50 en palabras y 50 en imágenes) que vamos a recordar de este SOMA, para que a los que asistieron les duela más la respectiva tusa post festival, y para que a los que no fueron les dé un arrepentimiento profundo.

Ambos se lo merecen.

Y en cuanto a Nietzsche, pues tenía razón… como siempre.

+++

  • Cómo olvidar a Lianna y su look medio grunge, medio pin up, medio rapper: el  acto de apertura del festival el miércoles 19 de noviembre en esa gran cocina que es el Royal Center.
  • En medio de su toque, la joya de la corona del hip hop femenino local nos hizo una emotiva invitación para darlo todo por la paz. Pertinente.
  • ¿Qué decir de la voliada y posterior lanzada de chaqueta al público de Alejo Marín cuando se subió al escenario con su escudero DJ Uribe para celebrar el cumpleaños de la emisora que dirige, con coreada de "Happy Birthday" incluida (obvio, en inglés)? Un momento de marca un poco raro, hay que decirlo, pero la gente copió. Igual: ¡felices 20 pa' La X!
  • Las voces de Icona Pop, que a pesar de oírse muy bajito, no desentonaron ni una nota.
  • Las coreografías ensayadas por este par incluyeron levantada de falda con mostrada de cuquito y todo. Rico.
  • La cantidad de selfies con duck faces y sacada de lengua que todas las peladas se tomaron durante la presentación de estas suecas. ¿Estaban pidiendo cédula a la entrada?
  • La forma de moverse, tan natural y a la vez tan eléctrica, el pelo alborotado y el cuerpazo de Aino Jawo… no la peliroja sino la otra. Morenaza.
  • El parecido de la peliroja con Shirley Manson de Garbage.
  • I DON'T CARE, I LOVE IT!!!
  • Pero ni con la mostrada de cuco ni con la canción más famosa del dúo, la gente se despelucó lo suficiente. A veces lo que hace falta es aguardiente.
  • La primera aparición del video del line up del Estéreo Picnic en las pantallas de su festival hermano pareció una presentación misma. Los más ovacionados: Calvin Harris, Skrillex, Aterciopelados, Alt J, The Kooks, Rudimental y Chet Faker.
  • Dos cosas brillaron por su ausencia esa noche: las coronitas de flores y el pisquero de bareta.
  • En el segundo día de Soma, la fila le daba la vuelta al Royal Center. Muchos, a pesar de la lluvia, llegaron desde el final de la tarde.
  • La aparición de la argentina Daniella Spalla despertó en el público masculino gritos de "¡Mucha ropa!", quitándole protagonismo a su música, mezcla entre sintetizador y voz bonita. Nada mal lo segundo. De muy mal gusto lo primero.
  • Al comienzo de su toque, Esteman y su Esteband  salieron cubiertos por unas máscaras de zebra. Clímax: el fragmento tan smooth de "Mujer gala" que hicieron, parte de un "popurrí" de rock latinoamericano con partes de "Yo no me sentaría en tu mesa" de los Cadillacs y, si no estoy mal, de "Ingrata" de Cafeta.
  • Cuando los muñecos/mascotas del Estéreo Picnic cobraron vida en el balcón superior del Royal Center, el ambiente se puso medio surreal, al mejor estilo de la película "Where the wild things are".
  • El espléndido piano de madera negra que subieron los Lumineers al escenario, aparte de muchas otras piezas de finísima lutería (entre otros, un viejo acordeón, un banjo y un chelo), casi no se lo sueltan en aduana a la banda, que sufrió seis horas de retraso en el aeropuerto. En todo caso, los cerca de 2200 presentes se cantaron toditas sus canciones, que ya son himnos, sobre todo "Ho hey". El sonido que estampaban contra las paredes del lugar evocaba el día previo a la llegada de la electricidad en algún viejo pueblo de Estados Unidos.
  • El momento en el que algunos de los Lumineers decidieron bajarse a tocar entre el público, fue un instante típico que muchos de los presentes decidieron vivir a través de su Instagram y no ahí, en vivo. Sin duda el momento más emotivo e íntimo de su presentación.
  • Los roadies de Tame Impala, que montaron el rider de la banda y probaron líneas, estaban todos uniformados con batas de médico. Por un momento, el Royal Center parecía un laboratorio psicodélico de sonido.
  • La gigante australiana salió al escenario al ritmo de una versión rebajada de "Can you feel the love tonight" de Elton John que sonaba de fondo. Y a continuación, los cinco manes se entregaron a sus progresiones paisajistas de rock lisérgico, efectista y hermoso. Puro 1968 en la tarima.
  • Sus visuales, casi delirantes, estaban sincronizados con el sonido de la guitarra de su capitán, Kevin Parker, tiñendo toda su presentación con un halo onírico de principio a fin. Las alucinaciones llenaban desde el techo hasta el piso. Cientos de personas se montaron en las ondas de canciones como "Mind Mischief" o "Half Full Glass of Wine".
  • El segundo round de la banda, la cual se bajó unos minutos, confesando que se habían desmadrado la noche anterior y que estaban muy enguayabados. Cuando volvieron al escenario, nos pusieron a corear su insigne "Feels Like We Only Go Backwards" y a llorar de la forma más literal con "Apocalypse Dreams". Final É-PI-CO.
  • Mención especial para el hippie de al lado mío, que batió sus manos y su cabeza durante toda la presentación, delatando el trance lisérgico tan profundo en el que estaba.
  • Creo que la mayoría de los asistentes coincidiría conmigo en que ese jueves nos cambió la vida un poquito. Por noches como esa es que la vida vale la pena.
  • Los impresionante visuales también se robaron toda la atención en la presentación de Begun, en el tercer día, en el Metropol. Fragmentos de ciudad geometrizados. Series químicas en technicolor.
  • El sonido de este español es una electrónica orgánica, abstracta. Sonidos agudos, voces femeninas y un beat inconstante. Un set imposible de predecir.
  • El neotropipop de lunada de los Little Jesus y sus uniformes blancos de cuello de tortuga dejó mucho que desear. ¿Otra banda sobrevalorada de la nueva escuela del indie mexicano? 
  • Antes de bajarse del escenario, los pequeños jesuses levantaron el grito de batalla en nombre de los 43 normalistas desaparecidos. Eso provocó el aplauso emocionado del público. #AyotzinapaSomosTodos
  • Para la eternidad: Anna Prior y Olugbenga Adelekan, baterista y bajista de Metronomy. La una por mamasita, el otro por estiludo. Ambos por ese talento monstruoso que se mandan. Y ni qué decir de Joseph Mount, el fundador, armador y vozarrón de esta bandota, que lideró toda la faena que presenciamos el pasado viernes.
  • Ese aire encantado que se podía oler y sentir en la piel, a pesar de lo atestado del lugar, cuando empezó esa linda secuencia de sintetizador al comienzo de "The Bay", que se regó como escarchita sobre nuestras cabezas. Los saltos y los aplausos para acompañar la canción empezaron de inmediato. Al rato, todos ansiosos coreando: "It feels soooo gooooood, in the baaaayyy".
  • Las tres bolas de disco gigantes que reflejaban lucesitas amarillas y blancas por todo el teatro, hicieron que ese disquito electropopeado de los de Metronomy se sintiera en el lugar indicado. Mención especial para el amigo con el que fui, que esperó años para poder bailar "Heartbreaker". 
  • El fragmento a ocho manos que se botó la banda en "You Could Easily Have Me", su última canción. Sintetizador a un lado, sintetizador al otro. La canción no tenía ni medio pedazo vocal, pero no fue necesario. Un ritmo excelentemente construido de forma progresiva al final nos volvió maniáticos.
  • Antes de que saliera el estadounidense Green Velvet con su crestica verde fosforescente y su camiseta de Chicago, algún loco cogió el micrófono y casi nos saca del lugar asustados cuando empezó a gritar una y otra vez: "¡Green Velvet, Green Velvet, Green Velveeet!". 
  • Luego se subió este negro poderoso que la encendió por completo cuando tiró "Flash", su himno. A pesar de que se había ido vaciando gradualmente, el teatro retumbó al ritmo de esa percusión technoide y esa frasesita inolvidable de "Camera's ready, prepare to flash".
  • Hasta los guardias se bailaron el set de Green Velvet. Aún estando en sus últimas no pararon de moverse, sobre todo los del segundo piso.
  • Los WWF. El dúo que abrió la cuarta noche de esta versión del Soma, también en el Metropol, nos movió a punta de varios clásicos ochenteros como "The Rhythm of the Night", de Corona, justamente rebautizada "¿Esos son Reebok o son Nike?". Esta vez sí estuvieron a la altura de la circunstancia los locales.
  • Este era el día pesado, denso, el día de sacarse toda la mierda. Y sin embargo el teatro estuvo medio vacío. Lástima para los que se lo perdieron, y bien para los que fuimos. Más espacio para bailar.
  • Los dealers se hicieron su diciembre en noviembre con esos cuatro días de fiesta. Sobró la oferta de "pepa, pepa… perico, perico".
  • La batida de mecha, la repartida de Jack Daniels y la bañadita en sudor del vocalista de Nasser dejó boquiabierta a más de una. Una versión francesa y borracha de Jared Leto, con una barba larga y una voz robusta, histérica.
  • Su brutalidad electromagnética en vivo. Una banda que le apuesta su todo a los sintetizadores, que suenan de la forma más cruda posible. Aunque dicen hacer "electro rock", a mí me parece que el género les quedó chiquitico.
  • Arnaud Rebotini, el vocalista de Black Strobe, es una mezcla bien medida entre un Johnny Cash, un mafioso colombiano con cadena de oro y pelo en pecho, y Tony, el de los Simpsons. Muchas enloquecimos cuando se agachó a cantarle al público, como secreteándonos al oído con su voz gravísima.
  • Entre el público escuché que esta banda era "como si el rockabilly se hubiera enredado con algunas raíces de blues, se hubiera hecho amigo del primo lejano de Depeche Mode y ambos se hubieran encontrado con la guitarra de ZZ Top en el camino". Mejor descripción, imposible.
  • El look de Panteros666, con su pelo teñido de morado, su saco blanco y negro, mezcla entre uniforme de motocross y un jersey clásico deportivo, y su collar de estrella de david negra para complementar un poco la pinta con algo darks.
  • Cuando el DJ francés metió en el set su famosa "Baby F-16", todos corrimos al frente a bailar apretujados y a ovacionarlo, esta vez de frente, por haber hecho tan magnífica pieza.
  • El viejito con pelo totalmente blanco y bigote a lo Dalí que asiste a todas, absolutamente a todas las fiestas de Bogotá, estuvo allí presente obviamente. Un día le preguntamos al eterno que qué metía para tener tanto aguante. Nos respondió que mondongo. Tocará probar.
  • El porro que Panteros666 se prendió mientras acompañaba a The Hacker en su set, que nos llevo de tránsito entre el el new wave, el techno noventero, un poco de rave y, obviamente, su insigne electroclash, tan representativo de los primeros dosmiles.
  • Momento de éxtasis y efervescencia total en The Hacker: cuando nos hizo empolvar los zapatos al meter en su set un fragmento de "Control Movement", de Gessafelstein, otro francés al que estamos esperando desde hace rato.
  • El insuperable final de este día y del festival que nos regaló The Hacker fue un remix eletroclashero de "Blue Monday", de New Order, quizás la canción más remixeada en toda la historia de la humanidad, muy a las cuatro de la mañana. Los presentes respondimos como era.
  • Mención especial para el tipo calvo que estuvo casi toda la noche tirado en el piso, al lado de la baranda del frente del escenario. Temimos por su vida.
  • El Soma pasó y la conocida depresión post festival no se hizo esperar, catalizada por el domingo siguiente. Soma: quedamos a tus pies. Nos quitamos el sombrero.

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Y bueno, suficiente de carreta. Ahora, vámonos con nuestras 50 imágenes memorables:

Día 3. Esperando a que abran las puertas con unas buenas polas.

Día 4. Ni tan lleno ni tan vacío, el espacio perfecto para bailar.

Día 3. Begun, bajo la sombra de sus asombrosos visuales.

Día 4. La salvajada de Nasser marcando el ritmo.

Día 3. Así ven las abejas cuando meten mucha miel.

Día 4. El vocalista de Nasser repartiendo Jack Daniels a lo que marca.

Día 3. Fanáticos nostálgicos.

Día 4. Préndaloooooo.

Día 3. Con estas montamos un Kokoriko. ¡Kudos al tatú!

Día 4. Black Strobe y su vocalista con su pose a la Elvis.

Día 3. Bailando el techno asesino de Green Velvet.

Día 3. "I heard she broke your heart again ".

Día 4. Indumentaria perfecta para la noche del sábado.

Día 3. Los Little Jesus le dedicaron una canción al presidente de México. Su nombre: "Cretino".

Día 4. ¿Por qué tan seria?

Día 3. Olugbenga Adelekan, un personaje tan llamativo como su nombre.

Día 4. Is not you, is the E talking.

Día 4. Panteros666 concentradísimo en no dejarnos quietos. Lo logró durante todo el set.

Día 3. Metronomy en su momento más surreal.

Día 4. El veterano de las fiestas bogotanas.

Día 3. Los rastros del baile tras la fiesta.

Día 4. No, no es el ébola. Son solo las noches bogotanas.

Día 4. Besos al ritmo de Black Strobe.

Día 3. Meadita y de vuelta al dancin'.

Día 4. The Hacker, el gran cierre.

Día 3. ¿Green Velvet tomándose una DJ selfie?

Día 4. De Francia para el mundo con amor.

Día 4. Sospechamos que este era el loco de Nasser, emborrachándose detrás de nosotros.

Día 2. La fila bajo la lluvia antes de Lumineers y Tame Impala, los grandes del jueves.

Día 4. Sed.

Día 2. Esteban, ¿por qué ya no cantas "No te metas a mi Facebook"?

Día 4. Así quedamos después de cuatro días de festival.

Día 3. Preferimos a Daniella Spalla con mucha ropa y voz bonita.

Día 2. Fans de Tame Impala posando bajo la recia lluvia bogotana.

Día 2. Lluvia, truene o relampaguee: firmes.

Día 2. The Lumineers nos puso a bailar con su folk bonito.

Día 2. La gente enloquecida cuando Wesley Schultz bajó a cantar entre el público.

Día 2. Rásquelooo.

Día 2. Tame Impala, sublime.

Día 2. Nos la encontramos solita a la salida del Royal Center.

Día 1. Caroline Hjelt y sus medias rotas.

Día 1. "¿Sí pilla? ¡Se le vieron todos los cucos!"

Día 1. Y la gente ya estaba descansando los talones.

Día 1. Florecita rockera.

Día 1. I don't care, I love it!

Día 1. Alejo Marín y Dj Uribe cantando el Happy Birthday de La X. La gente lo cantó completico.