FYI.

This story is over 5 years old.

Música

Black Metal Forever sube el volumen de la música generativa

La exhibición de Mickaël Sellam representa al género musical como escultura e instrumento.

El creciente número de referencias al black metal en el arte contemporáneo actual no es accidental ni fortuito. Desde su brutal nacimiento en Noruega a finales de los ochenta, este género siempre ha querido convertirse en algo más que una simple tendencia musical, presentándose como un movimiento genuino y “completamente” estético y político. A lo largo de los años, se ha extendido por el mundo y ha influido en las bellas artes, la literatura e, incluso, en la ideología política. Su vocabulario visual toma temas recurrentes en el heavy metal tradicional. El expresionismo alemán, el romanticismo, y las letras suelen abordar temas como la tristeza, el lamento y la melancolía. Este pasado sólido y artístico, aunado a su controversial historial de misantropía, asesinatos e incendios de iglesias, han dado a los artistas contemporáneos mucho material para trabajar.

Publicidad

Sin embargo, la mayor parte del tiempo, los artistas únicamente hacen referencia o citan el léxico visual del género, lo que deja a la música, quizá el componente más importante y definitorio, de lado. Eso es lo que hace que la pieza de Mickaël Sellam sea tan innovadora y radical. Su exhibición representa al género musical como escultura e instrumento. Black Metal Forever es una grúa industrial vestida completamente de negro y de 16 metros de alto. Mientras esta perturbadora máquina mueve lentamente su brazo metálico, produce un sonido poderoso e inquietante, uno que creemos los padres del Black Metal aprobarían.

Sellam elabora sobre el proyecto:

Equipada con detectores de sonido que amplifican los ruidos que hace mientras se mueve, la máquina se convierte en un gigantesco instrumento musical que toca en una atmósfera dramática. Desde la cima de la grúa, el operador dirige y sincroniza los movimientos de la máquina para producir una mezcla de sonidos salvaje y espectacular, un cuerpo negro y mecánico.

La música es completamente generativa, producida directamente por los propios movimientos de la exhibición y transmitida en tiempo real. El resultado es sorprendente y no suena a la música generativa típica que uno encuentra en otras exhibiciones de arte digital, las cuales suelen ser una especie de ambiente electrónico minimalista y aburrido. Aquí, el parecido con el black metal de verdad, y en especial con el subgénero drone metal, es muy convincente. El video anterior suena como una especie de mezcla entre los embajadores del black metal estadunidense, Wolves in the Throne Room, y el productor de drone electrónico, Tim Hecker.

Black Metal Forever fue nominado el mes pasado para los Premios Qwartz de este año, una ceremonia francesa anual en la que se premia a los artistas emergentes e innovadoras en el campo de la música electrónica y/o “nueva”. No ganó, lo cual fue muy frustrante para Sellam, pero muy bueno para la infame y subversiva reputación del black metal.