¿Qué hay detrás de la pasión por el sexo anal?

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¿Qué hay detrás de la pasión por el sexo anal?

La revolución anal ha llegado al sexo hetero.

El 18 de mayo de 2011, la dominatrix convertida en estrella porno Asa Akira envió a sus seguidores de Twitter un mensaje breve pero provocativo: «El ano es el nuevo coño».

A pesar de que Akira no es la primera en enunciar este sucio axioma, la frase se le ha atribuido a ella. Lo que pudo haber hecho que muchos desestimaran fácilmente el concepto como nada más que una sorprendente afirmación, quizás de autopromoción, de una artista a veces conocida como « Ass Queen» del porno. Pero la estrella porno no solo lo dijo por llamar la atención, sino que estaba canalizando una creciente y convincente colección de datos sobre el aumento inexorable del juego anal heterosexual.

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El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades norteamericano (CDC, por sus siglas en inglés) publicó varios estudios en los que formularon a grupos de personas las mismas preguntas curiosas acerca de su vida sexual —incluso les preguntaron a los hombres si alguna vez habían introducido sus penes «en el recto o el trasero de una mujer» y a las mujeres si alguna vez un hombre les había introducido el pene en el recto (o trasero). En 1992, el 20 por ciento de las mujeres y el 26 por ciento de los hombres entre 18 y 59 años de edad habían practicado sexo anal con su pareja del sexo opuesto al menos una vez en su vida. En 2005, la cifra era de 35 por ciento en el caso de las mujeres y 40 por ciento en el de los hombres de entre 25 y 44 años de edad. En 2011, era el 39 por ciento de las mujeres y el 44 por ciento de los hombres de entre 15 y 44 años. En algunos subgrupos con otra edades, la prevalencia de la experiencia anal es incluso más común.

El CDC no preguntó a los encuestados si practicaban sexo anal heterosexual con regularidad (probablemente porque es difícil definir qué significa «con regularidad» para cada uno). Las mejores cifras que conseguimos con respecto a la frecuencia con que la gente practica el sexo anal son las contenidas en unos estudios que se centran en el número de personas que practicaron sexo anal heterosexual en el último año, o la última vez que practicaron sexo, cifras que resultan bajas. Pero nos da la sensación de que el sexo anal heterosexual como experimento de una sola vez va en aumento, al igual que el sexo anal heterosexual recurrente.

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Un estudio realizado en 2010 también sugiere que, entre las parejas heterosexuales, es más común experimentar con diversas formas de juego anal que experimentar con el sexo anal en sí. Uno de los resultados mostró que el 43 por ciento de las mujeres y el 51 por ciento de los hombres encuestados con parejas heterosexuales han recurrido al anilingus (contacto entre boca y ano), la penetración anal con el dedo o a un juguete anal al menos una vez en la vida. Un estudio de 2008 sugiere que al menos algunos hombres heterosexuales también reciben placer anal (sobre todo con los dedos, unos pocos con la boca).

La cultura pop ha mostrado conocimiento en cuanto a esta tendencia en los últimos años, mostrando el juego anal en programas convencionales de televisión como How to Get Away with Murder y Girls, y en las publicaciones convencionales de «cómo hacerlo» de Cosmo y GQ. A continuación se produjo un diluvio inevitable de contenido relacionado, fijando esta tendencia sexual en todo, desde la representación exagerada del sexo anal en el porno hasta la liberalización social generalizada. Algunos escriben ríos de tinta criticando al sexo anal heterosexual como un fetiche doloroso impuesto por las mujeres (especialmente entre aquellas que buscan mantener intacta su virginidad vaginal, pero que aún así desean ser sexualmente activas o desean complacer a su hombre), mientras que otros escriben tomos enteros sobre cómo tener buen sexo anal heterosexual.

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Sin embargo, a pesar de todo lo que se ha discutido y criticado esta tendencia, casi nadie ha investigado lo que estos cambios en las preferencias sexuales (inclinación por el sexo anal) han significado para el mercado, sobre todo para los propietarios de los burdeles, los pornógrafos y los fabricantes de juguetes. Para averiguarlo, me acerqué a unos cuantos fabricantes y figuras de la industria del sexo para saber cómo han respondido al incremento del sexo anal heterosexual.

Ilustración de Peter Johann Nepomuk Geiger vía Wikicommons

PORNOGRAFÍA EN LA ERA DEL SEXO ANAL HETEROSEXUAL

Según Pornhub, el rey de los resultados de las búsquedas porno, la revolución anal heterosexual se relaciona exactamente con las tendencias que te imaginas. Las búsquedas relacionadas con el porno anal aún representan menos del 10 por ciento de todas sus consultas en el sitio. Sin embargo, el término anal es más común entre las búsquedas de contenido heterosexual que entre las de contenido homosexual, y su omnipresencia en las búsquedas heterosexuales está aumentando rápidamente. Pornhub revisó las cifras para VICE y encontró que, entre 2009 y 2015, las búsquedas relacionadas con el término «anal» aumentaron un 120 por ciento en Estados Unidos. Eso es significativamente mayor que el aumento del 78 por ciento en las búsquedas relacionadas con «anal» en el resto del mundo. El aumento fue más pronunciado entre los usuarios hombres que entre las mujeres, pero las etiquetas relacionadas con «anal» eran el 18º término más buscado entre la clientela femenina del sitio.

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(Como nota aparte, la investigación de Pornhub reveló que los usuarios de entre 18 y 24 años de edad son un 33 por ciento menos propensos a buscar contenido anal que los usuarios entre 35 y 44 años, lo cual sorprende dada la frecuencia con la que se hacen bromas al respecto durante la adolescencia).

Sin embargo, a pesar de este claro pico en la demanda y de la excitación que una primera escena anal puede generar para una artista porno, los vídeos anales heterosexuales constituyen una pequeña porción del mercado. Una investigación que realizó Pornhub el año pasado reveló que solo el 7 por ciento de su contenido heterosexual está etiquetado como «anal». Y no parece que los estudios de pornografía estén haciendo algo notable para aumentar el volumen de contenido anal que producen.

«No creo que la producción total haya aumentado», dice Holly Kingstown, la editora de Fleshbot. «En tu cartera de talentos, todavía hay [solo] un cierto número de mujeres que harían una escena anal. ¿Y cuántas de esas escenas se pueden hacer con esa chica? Hay artistas que están dispuestas a hacerlo», posiblemente debido a las presiones de la industria y la demanda del consumidor. «Pero en cuanto a la calidad, cuando se está hablando de las ventas de DVD …», agrega, antes de detenerse brevemente. «Puedes lograr tener una o dos escenas horribles en internet de una chica, pero si no es suficientemente buena en eso, no lo vas a poder hacer varias veces. Y cuando se trata de una chica que solo lo hace para conseguir una escena, por lo general no va a ser una chica a quien le encante o lo haga muy bien. Así que no va a conseguir mucho trabajo».

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Kingstown cree que hay más consumo de contenido anal del que ya existe. Sin embargo, la cifra absoluta de títulos relacionados con lo anal disponibles para los consumidores es bastante estática.

Lo que ha cambiado, dice Kingstown, es el tono y el envoltorio del porno anal que se hace. Hacia la década de los 2000, cuando Kingstown todavía trabajaba en Buttman Magazine, ella y una de sus compañeras se dieron cuenta de que más parejas, en comparación con los hombres con cara de pocos amigos que buscaban sexo anal doloroso, estaban explorando su contenido. Para adaptarse a este mercado masivo, los pornógrafos decidieron retratar el sexo anal como algo agradable y normal en vez de algo doloroso y propio de pervertidos, lo que al parecer había sido la norma durante la mayor parte del contenido porno anal hasta ese momento.

«Aún puedes encontrar cosas en las que llaman "puta anal" a una mujer. Pero también se puede ver que el tono general es un poco más… positivo, tal vez, en cuanto a la mujer», dice Kingstown.

Sin embargo, aunque hoy en día las películas representan el sexo anal como algo placentero, no lo ilustran de manera realista. No se centran en el tiempo y la preparación que la mayoría de los expertos coinciden que se necesita para disfrutar del sexo anal. A menudo muestran la experiencia desde cierto ángulo que no sería agradable para más que unas pocas mujeres en el mundo. Por supuesto, la falta de realismo sexual es un problema crónico en todos los nichos de la pornografía.

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Este sexo anal en apariencia placentero, dice Kingston, ahora se trata como un aspecto común y corriente del porno en vez de un acto especial. Antiguamente, quizá todo el contenido anal se encapsularía en una película de nicho, mientras que hoy en día los directores piensan sin preocupación en insertar una escena anal en un proyecto más grande. El total de contenido anal sigue siendo el mismo, solo que no está en nichos de mercado y en películas específicas como antes. Sin embargo, a medida que lo anal se convierte en una parte normal de la pornografía heterosexual para un público más amplio, un pequeño sector del público con antojo de porno doloroso o extremo (para quienes lo anal ahora está muy pasado de moda) ha comenzado a exigir más esfuerzo físico y (Kingston cree) acrobacias anales potencialmente peligrosas.

«Se ven muchas más cosas de circo de lo que estamos acostumbrados», dice Kingstown. «Estamos viendo muchos más prolapsos. Estamos viendo anales dobles. Creen que pueden ir más lejos, así que lo hacen. Y físicamente, puedes ir tan lejos como te lo permita tu cuerpo».

JUGUETES SEXUALES EN LA ERA DEL SEXO ANAL HETEROSEXUAL

«El sexo anal siempre ha sido un tema frecuente con nuestros clientes [en su mayoría heterosexuales]», le dijo Claire Cavanah, cofundadora de Babeland, a VICE cuando le pedimos los datos sobre las ventas de juguetes para sexo anal. El equipo con sede en Seattle, con tres puntos de venta en Nueva York, es a menudo aclamado como una de las tiendas de juguetes sexuales más accesibles y aclamadas en EUA, un perfil que le confiere una amplia base de consumidores. « El contenido: "Cómo practicar sexo anal" en Babeland.com es el más visto de nuestro contenido [editorial]. Tiene casi el doble de visitas que el artículo "Cómo hacer una buena mamada", que es el segundo más visto. No tenemos datos antes de 2009, pero siempre ha sido el número uno».

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Una encuesta que Babeland realizó a 18.412 clientes en 2009 (no una muestra fiable, debido a que se informó de algunos problemas, pero sigue siendo una de las mejores fuentes que se puede encontrar en esta materia) también reveló que el 60,5 por ciento de los hombres y el 40,1 por ciento de las mujeres han intentado usar un tapón anal; el 56,8 por ciento de los hombres y el 31,7 por ciento de las mujeres han intentado usar un consolador anal; el 51,8 por ciento de los hombres y el 29,2 por ciento de las mujeres han intentado usar un vibrador anal; y el 37,4 por ciento de los hombres y el 27,8 por ciento de las mujeres han intentado usar bolas anales.

Captura de pantalla de Babeland.com

Babeland ha visto un aumento en las ventas de artículos anales. Entre 2012 y 2015, hubo un crecimiento de alrededor del 5 por ciento, de promedio. A partir de 2015, Cavenah estima que este tipo de juguetes, específicamente elaborados para el ano, representarán alrededor del 16 por ciento de las ventas de Babeland.

Cavenah y sus colaboradores dicen que lo más significativo es que han sido testigos del tono y nivel de apertura que sus clientes utilizan al hablar con ellos sobre la evolución de las compras y las tendencias. Y a medida que la gente es más abierta, está más cómoda y es más explícita sobre los juguetes sexuales que les gustaría tener, los fabricantes de juguetes sexuales les responden con un sinnúmero de juguetes sexuales anales, incluso con artículos para principiantes.

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«Definitivamente hemos visto un cambio, hay juguetes anales más interesantes, innovadores y de mejor calidad», dice Cavenah. «Los juguetes anales vienen con vibradores, aplicaciones y resistencia magnética que genera pulsos. También hay lubricantes que son específicos para el ano».

Aunque los investigadores no han realizado muchos estudios sobre el incremento del interés masculino por recibir placer anal, Babeland ve curiosidad por parte de los hombres en los juguetes, algunos diseñados con parejas heterosexuales en mente.

«El pene con correa se ha vuelto más popular», añade Cavenah. «Estos penes para parejas heterosexuales han ido en aumento desde hace años. Mientras que hace siete años, solo cuatro de los juguetes que ofrecíamos estaban diseñados para la estimulación específica de la próstata, ahora el 45 por ciento de los juguetes anales pueden estimular la próstata. ¡Buenas noticias para todo el que tenga próstata!»

BURDELES Y TRABAJO SEXUAL EN LA ERA DEL SEXO ANAL HETEROSEXUAL

Al igual que en la industria del juguete sexual, durante mucho tiempo, el juego anal heterosexual ha sido una característica del mundo del trabajo sexual. Dennis Hof , el cliente que se convirtió en propietario del burdel de Nevada de 60 años de antigüedad, Moonlite Bunny Ranch, cree que la demanda de sexo anal en su establecimiento a menudo está relacionado con que los hombres quieran probar algo nuevo o hacer algo que con sus mujeres no harían en casa. Aunque el sexo anal siempre ha estado en el menú, Hof y las mujeres del Bunny Ranch dicen que también han visto un aumento en la demanda del sexo anal durante estos últimos años.

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«El negocio anal durante el último par de años se ha triplicado», dice Hof. «Ahora disponemos de todo tipo de tapones anales. Tenemos un montón de juguetes y lubricantes anales».

«Ahora es tan popular como una mamada», añade Caressa Kisses, de quien Hof asegura que es una de sus chicas más populares. «Un montón de chicos quieren sexo anal. Ambos [dar y recibir]. Jugueteo anal en general. Bueno, depende. Yo diría que constantemente me buscan para que les de placer anal», dice. «[Esto solía] ser una anomalía. Antes solo había un chico que quería anal. Pero ahora es muy común … Quieren que se lo haga a ellos en vez de ellos a mí».

Estos clientes piden todo tipo de cosas, desde que una mujer les estimule la próstata con los dedos durante el acto sexual o que utilicen un vibrador. Kisses señala que ha recibido un montón de solicitudes de tapones anales con colas de caballo que sale de la parte posterior. Esta demanda surgió de repente, pero recibe cuatro o cinco peticiones al mes, por lo que no se puede evitar pensar que podría estar relacionado con el incremento de las búsquedas en Pornhub sobre porno de brony pony.

Los hombres no suelen contarle a Kisses o a sus compañeras de trabajo por qué de repente han decidido explorar la estimulación anal. Kisses señala que los hombres que solicitan estas prácticas tienden a ser un poco mayores, de entre 40 y 60 años de edad, así que supone que simplemente quieren probar algo diferente. Cualquiera que sea la razón, este incremento de interés coincide con el aumento de la venta de juguetes anales masculinos que Babeland ha experimentado en los últimos años.

RESUMEN DEL SEXO ANAL

El auge de sexo anal heterosexual es el producto de una serie de factores, desde la evolución de las normas sociales hasta los medios de comunicación que consumimos y los productos que nos venden. Es difícil decir con exactitud qué impacto ha tenido el mercado del sexo -un ingrediente picante en este estofado- en nuestras prácticas colectivas e idiosincrásicas. Pero en algún punto entre lo que ofrece ese mercado y lo que la gente realmente hace en sus habitaciones se forma nuestra cultura sexual. A medida que hemos empezado a abrir el culo a los nuevos juguetes y a los diferentes tipos de juegos, las empresas han respondido con más ofertas, que a su vez hacen más fácil que las personas empiecen a hablar de y explorar el sexo anal. Si eres una de esas personas que se preparan para dar su primer paseo por el conducto de evacuación, no olvides usar mucho lubricante.

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