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Sexo

Hablamos con el hombre que ha estado enamorado de su hermana desde hace 20 años

"Tom" y "Lena" tienen una relación amorosa y un bebé juntos. También son hermanos.
Photo via Shutterstock

Foto vía Shutterstock.

Conocí a Tom* a través de su psicoterapeuta, que es amiga mía, pero no quiso verme en persona. Le preocupaba que yo lo juzgara o que lo insultara. Así han reaccionado otras personas cuando les cuenta su historia. Sin embargo, quiere hablar sobre su vida porque dice que necesita quitarse un peso de encima. Así que organizamos una entrevista por Skype. Apareció con gafas oscuras y un sombrero para proteger su identidad. Me prometió que me diría todo siempre y cuando yo no revelara sus datos personales. Si lo hacía, pondría en juego su libertad.

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En la foto de perfil de Tom salen él y su novia, Lena. Ella sale abrazándolo por detrás y dándole un beso en el cuello. Él sale sonriendo, con sus dedos entrelazados en el pelo largo y castaño de ella. La foto no tiene nada de malo. Muestra a dos personas que se aman y tienen una relación que se basa en mutua atracción.

Pero Lena es la hermana de Tom y para la mayoría de la gente esto lo cambia todo; de hecho, la foto es evidencia de un delito. "Me da miedo que la gente crea que soy repugnante", dijo. Tom lleva casi 20 años de relación con su hermana y tienen un hijo juntos. "Me han dicho de todo. La gente me ha tildado de violador, de coge-hermanas y de retrasado. Y todo ha salido de la boca de personas que en algún momento fueron mis amigos. Aunque la sociedad no nos reconozca, existimos y hay muchos como nosotros, más de lo que se imaginan".

Rotraut Perner es una psicoterapeuta que ha trabajado en varios casos de incesto desde 1975. "En la mayoría de los casos, mis pacientes son muy tímidos con los desconocidos", dice. "Muestran síntomas claros de ansiedad social y prefieren quedarse en la casa. Por supuesto, esto tiene que ver con su infancia: a la mayoría de ellos no les permitían reunirse con otras personas cuando eran niños porque sus padres eran o muy celosos o muy sobreprotectores y limitaban los movimientos de sus hijos".

Tom y Lena crecieron en un pueblito austriaco. Vivían en un casa blanca enorme con un perro en el jardín delantero. Su mamá era ama de casa y su papá era funcionario público. Eran bien educados, iban al colegio y hacían todo lo posible por evitar escándalos. En su familia no había peleas y las sonrisas eran obligatorias. Si no, ¿qué iban a pensar los vecinos? En algún punto, Tom se dio cuenta de que no todo era perfecto. Y Lena También. "Comencé a sentir algo por ella cuando los dos llegamos a la pubertad", dijo Tom. "Se estaba desarrollando. A veces la veía vestirse en su habitación y después me sentía avergonzado de mí mismo".

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Las relaciones entre hermanos se definen por la envidia, rivalidad y admiración. Todos esos sentimientos están ligados a ciertas fantasías. Si vuelves realidad esas fantasías o no depende de qué tan bueno seas para evaluar la realidad.

Tom justificaba sus acciones diciéndose a sí mismo que era normal sentir curiosidad por el cuerpo femenino. No le atraía su hermana, sino las mujeres en general. Pero sus sentimientos se fueron haciendo cada vez más fuertes. Luego, a los 17 años, Lena tuvo su primer novio. "Eso fue un infierno para mí", confesó Tom."Odiaba a todos los novios que llevaba a la casa. Lena lloraba porque no me llevaba bien con ellos. Hoy, sé que era pura envidia".

Después de tres años de relación, Lena se enteró de que su novio la engañaba. En medio de la noche entró a la habitación de Tom. Él ya estaba dormido y se despertó con sus sollozos. Para consolarla, fue a buscar una botella de vino a la cocina. Tomaron una copa, luego dos, tres, y así sucesivamente. Ya borracha, Lena abrazó a su hermano y se recargó en su hombro.

Según Rotraut Perner, esto no es anormal per se. "Desde mi experiencia profesional, no es cierto que la gente no considere a sus hermanos atractivos", dice la psicoterapeuta. "A veces pasa, a veces no pasa. Las relaciones entre hermanos se definen por la envidia, la rivalidad y la admiración. Todas esos sentimientos están vinculados a ciertas fantasías, algunas de ellas inducidas por la cultura pop y los medios de comunicación, otras por la educación y la situación familiar. Si vuelves realidad esas fantasías o no, depende de qué tan bueno seas para evaluar la realidad. A veces, los que tienen relaciones incestuosas carecen de esa habilidad".

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En el caso de Tom y Lena, su fantasía se volvió realidad rápidamente: "Lo recuerdo como si hubiera sido ayer", dijo Tom. "Ella me miró y me preguntó por qué otros hombres no podían ser como yo". Fue entonces cuando sucedió: Tom estaba seguro de que él y Lena no eran sólo hermanos. Pero antes de que pudiera hacer algo, Lena se inclinó y lo besó. Tom la empujó y le gritó: "¿Qué carajos estamos haciendo?". Lena se puso a llorar.

Los días que siguieron fueron una tortura para Tom. Podían echarle la culpa al alcohol pero ¿en serio había sido un accidente? No podía parar de pensar en eso y empezó a acordarse de situaciones específicas. "Me di cuenta de que Lena y yo siempre coqueteábamos. Siempre creí que era en broma, pero no. Todas estas situaciones extrañas de repente se volvieron muy claras".

Ahora Tom sabe que solía ver a Lena vestirse porque estaba interesado en ella. No se excitaba simplemente porque fuera una mujer, sino porque también sentía cosas por ella. Después de ese incidente, Lena y Tom hablaron mucho sobre el tema. Lena le confesó que dejaba la puerta abierta de su habitación a propósito para que él pudiera verla. Quería seducirlo pero no lo sabía hasta después del beso. "Me sentí aliviado al saber que ella sentía lo mismo por mí", dijo Tom. "Podíamos ser felices juntos. Pero por supuesto era una especie de utopía. En realidad, nuestro amor era una maldición. Todavía lo es".

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En ese momento me di cuenta de que éramos unos delincuentes.

El tipo de relación que Tom y Lena tienen es tabú en casi todas las culturas, y también es ilegal en ciertos países. En Austria, de donde Tom y yo somos, el incesto entre padres e hijos se castiga con hasta un año de prisión y el incesto entre hermanos puede resultar en seis meses tras las rejas.

Cuando Tom se acostó con Lena por primera vez, no fue sólo un acto de amor, también fue un delito penal. "En ese momento me di cuenta de que éramos unos delincuentes. El Artículo 211 [del Código Penal austríaco] castiga a adultos consintientes por tener relaciones con otros adultos. Pero nosotros no hacemos nada en contra de nuestra voluntad".

Para Tom, este artículo es una enorme nube negra que se cierne encima suyo. No entiende por qué debería estar en la cárcel. "¿Desde cuándo sentir asco es una razón para encarcelar a otros?", dijo. "Nadie mandaría a alguien a prisión por tener sexo con un pastel sólo porque a alguien más le parece repugnante". Pero claro, las leyes contra el incesto también toman en cuenta el factor biológico.

"Los familiares comparten un acervo genético común que es más parecido mientras más cercano es el parentesco", dice Franco Laccone, un médico del Instituto de Genética Médica en la Escuela de Medicina de Viena. "Por supuesto, todo el mundo carga lo que llamamos 'mutaciones silenciosas', que son totalmente inofensivas. El problema es cuando cargas las mismas mutaciones, exactamente en los mismos genes. El riesgo de esto aumenta significativamente entre familiares. Si los padres son primos hermanos, la probabilidad de defectos genéticos recesivos aumenta a 6%, mientras que los padres sanos no relacionados tienen un riesgo de sólo el 3% de pasar tales defectos".

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Para las madres el embarazo por relaciones incestuosas es casi tan peligroso como quedar embarazada de alguien con trisomía, según Laccone.

Tom lleva muchos años preocupado por el estatus legal del incesto. Cuando Patrick Stübing, quien tuvo cuatro hijos con su hermana, presentó una apelación constitucional contra las leyes en torno al incesto en Alemania en 2008, Tom estaba muy esperanzado. Realmente creyó que la ley podía ser derogada. Pero el recurso fue rechazado en 2008 por jueces que citaron varias razones por las que la ley debía seguir vigente, incluyendo:

  • Mantener una reserva genética diversa es un interés de salud pública.
  • Las leyes contra el incesto pueden proteger a personas vulnerables de traumas que podrían surgir incluso de actos sexuales consensuados.
  • Despenalizar la ley del incesto podría enviar el "mensaje equivocado" al público.

Para Tom la tercera razón está basada en normas sociales arbitrarias. Y aunque su causa está lejos de volverse un tema popular, no está solo. Hans Jörg Albrecht, director del Instituto Max Planck de Derecho Penal Internacional en Alemania, trató de desmentir los rumores comunes en torno al incesto en un informe de análisis de derecho comparado empírico. Los escritos de Albrecht son la biblia de Tom. "La mayoría de la gente piensa que el Artículo 211… está al servicio de los niños que aún están por nacer", dijo Tom. "Están equivocados. Ellos asumen que el 100% de los niños que son producto de relaciones incestuosas son personas con discapacidad".

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En general, los hijos de las parejas que son familiares son más propensos a tener ciertos tipos de enfermedades genéticas, pero según el Genetic Alliance, un grupo con sede en Reino Unido que trabaja para mejorar las vidas de las personas con enfermedades genéticas, "la mayoría de parejas de familiares tienen hijos sanos".

"Yo entendería si tú me dijeras: 'Vas a la cárcel porque estás poniendo en peligro a tu hijo'", dijo Tom. "Pero mi hijo está sano y mi esposa y yo nos amamos porque queremos. Por lo tanto, no existe una sola razón que valide el castigo".

Tom y Lena mantuvieron su relación en secreto por varios años. "Por mucho tiempo pensamos que estábamos enfermos. ¿Qué clase de persona se enamora de su hermana?", dijo Tom. "Es increíble lo que un tabú puede hacerle a tus sentimientos y tu autoestima".

En un punto, Tom se deprimió, se separó de Lena y trató de suicidarse. Lena lo encontró inconsciente en el baño con pastillas para dormir al lado. Ese fue un momento de autorrealización para él: "Algo tenía que cambiar. Sentí que vivía en una burbuja".

Así que Lena y Tom decidieron irse de la casa de sus padres y mudarse lejos de cualquier persona que los conociera. Hoy comparten un apartamento en Alemania. Sus nuevos amigos piensan que están casados. Cuando Lena dio a luz a su hija, dijo Tom, declaró que el padre era desconocido.

"No queríamos arriesgar nada. No hay manera de que deje que me encierren en la cárcel y me lleven lejos de mi familia".

*Todos los nombres han sido cambiados.